Los revelaciones del 'caso Negreira' cercan al jefe de los árbitros de Rubiales
La RFEF baraja destituir al presidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA) como declaración de intenciones
Luis Medina Cantalejo está en el tiempo de descuento. La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) baraja destituir al presidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA), cercado por los avances del caso Negreira. El excolegiado andaluz es uno de los hombres de confianza de Luis Rubiales, a quien aplaudió de forma efusiva durante la asamblea en la que anunció que no dimitiría. Los dirigentes territoriales ya han tratado el asunto. Están decididos a entregar su cabeza para demostrar que las cosas comienzan a cambiar en el balompié nacional. Algunos barones exigen reformas más profundas.
El silencio de Medina Cantalejo sobre la polémica protagonizada por Rubiales le pone en el ojo del huracán. Pero no solo. Hace meses, cuando saltó a la luz el caso Negreira, el jefe de los árbitros aseguró que el antiguo vicepresidente del CTA «no pintaba nada». Unas palabras similares a las que utilizó poco después el mandamás de la RFEF, ahora suspendido durante 90 días por la FIFA por su beso a Jenni Hermoso.
Medina Cantalejo arbitró durante 11 temporadas en Primera División. Cuando abandonó los terrenos de juego, el CTA en el que Negreira actuaba como vicepresidente le nombró adjunto a la dirección técnica como responsable de los colegiados de Segunda División B, que entonces era la tercera categoría del fútbol nacional. En diciembre de 2021 se convirtió en presidente del CTA avalado por Rubiales. Su cercanía con el dirigente federativo juega en su contra.
La sombra de Negreira
Su despido supondría un balón de oxígeno para la federación, acosada por la polémica de Rubiales. Las jugadoras de la Selección, el Gobierno y amplios sectores de la sociedad exigen cambios. El presidente interino, Pedro Rocha, ha recogido el guante y está dispuesto a hacerlos. El martes destituyeron al entrenador que ganó el Mundial Femenino, Jorge Vilda, y Medina Cantalejo parece tener los días contados.
La marcha del presidente del CTA, integrada en la RFEF, se ha barajado en las reuniones que han mantenido los dirigentes territoriales, aunque algunos piden cambios más profundos. Creen que la caída de Vilda y de Medina Cantalejo solo es un lavado de cara.
La sombra de Rubiales, que podría recuperar sus funciones en noviembre, es alargada. Sus hombres siguen en puestos claves. Desde su secretario general, el todopoderoso Andreu Camps, al presidente del Departamento de Integridad, Miguel García Caba, pasando por asesores externos como el jurista Tomás González Cueto. O el propio Rocha, a quien el dirigente suspendido señaló como sustituto tras cesar al resto de vicepresidentes.
Las fuentes consultadas por THE OBJECTIVE explican que la destitución de Medina Cantalejo no se circunscribe a su relación con Rubiales. Su gestión del caso Negreira siembra dudas y antiguos compañeros apuntan directamente contra él. El árbitro VAR Xavier Fernández Estrada, personado en la causa, solicitó en mayo la comparecencia de su jefe ante el juez. El catalán pide que explique las funciones de José María Enríquez Negreira y cómo funcionaban los ascensos y descensos de los colegiados.
«Corrupción sistémica»
El asunto no ha pasado desapercibido para el magistrado Joaquín Aguirre, titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Barcelona, que investiga el caso Negreira. En una serie de autos que vieron la luz el martes avala por profundizar en «el índice corruptor» que se aplicaba en el estamento arbitral. Supuestamente servía para promocionar a colegiados afines y su objetivo era beneficiar al FC Barcelona. El juez apunta en sus escritos a una posible «corrupción sistémica en el seno del CTA».
Las primeras polémicas de Medina Cantalejo tienen lugar al poco de destaparse el caso. Defendió a Victoriano Sánchez Arminio, su predecesor (entre medidas ocupó el cargo Carlos Velasco Carballo) y el superior de Negreira como presidente del CTA. El actual jefe de los árbitros aseguró que la RFEF no sabía cuál era el cometido de Negreira. «El contacto con los árbitros era mínimo. Ha estado muchos años, pero estaba prácticamente en la sombra», explicó Medina Cantalejo.
Esos días, el diario ABC reveló un documento de 1996 que valoraba a los árbitros de Segunda División. Estaba firmado tanto por Sánchez Arminio, recientemente fallecido, como por Negreira. La evaluación tenía tres variables: una media la actuación del colegiado, otra la dificultad del partido y, la tercera, se la reservaba el CTA para puntuar sin ninguna justificación. Los árbitros le llamaban irónicamente «el índice corruptor».
Los contactos con los Negreira no acaban ahí. El informe que ha enviado la Guardia Civil al juez que instruye el caso incluye las declaraciones del exárbitro Sergi Albert Giménez, que desveló la existencia de unos «informadores» que se encargaban de realizar informes de sus compañeros para el CTA. También revela que durante esos años el único coaching era Javier Enríquez, hijo de Negreira, que también prestó servicios a Medina Cantalejo. Y subraya: «La mayoría le pagaban en negro».
El tema monetario puede dar algún quebradero de cabeza más al actual jefe de los árbitros. Hace una semana, Estrada Fernández denunció a Rubiales y a otros tres dirigentes de la RFEF por «la incorrecta utilización de fondos privados» tras incumplir el acuerdo de retribución de los colegiados que firmó dicho organismo y LaLiga en agosto de 2018. Entre esos dirigentes se encuentra Medina Cantalejo, que en un audio filtrado en julio llamaba «traidor» y «rata» al trencilla catalán.