Bartomeu vuelve a solicitar al juez que aparte al Real Madrid del caso Negreira
El exdirigente azulgrana considera que no constan datos concretos de la influencia de los árbitros en los resultados
Josep Maria Bartomeu no se da por vencido. El expresidente del FC Barcelona ha solicitado por tercera vez al Juzgado de Instrucción número 1 de la Ciudad Condal que aparte al Real Madrid como acusación del caso Negreira. El exdirigente azulgrana considera que no consta «dato concreto sobre la influencia de los árbitros en el resultado de los partidos». El juez ya desestimó su petición en dos ocasiones, en abril y en agosto, al entender que el club blanco había sido perjudicado por una posible «corrupción sistémica» en el fútbol nacional.
En el escrito al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE, Bartomeu pide al juez que inadmita la personación del Real Madrid en el procedimiento. El recurso está firmado el 6 de septiembre, día que el expresidente del Barça recibió la notificación del auto del magistrado Jesús Aguirre fechado el 23 de agosto que desestimaba la petición del máximo mandatario culé entre 2014 y 2020.
«El auto que desestima la reforma argumenta que, como el señor Negreira recibía dinero del FC Barcelona y este era uno de los tres vicepresidentes del Comité Técnico de Árbitros (CTA), organismo encargado de decidir ascensos y descensos de los árbitros, los equipos de fútbol que quieran hacerlo pueden personarse, ya que la potencial corrupción del sistema de designación afecta a todos los equipos de Primera División y los de años anteriores», subraya el texto.
Los pagos de Bartomeu
El exdirigente azulgrana basa su argumentación en un informe de la Guardia Civil publicado en mayo. El documento presentado afirma que «no consta dato alguno sobre la manipulación de partidos o actuaciones arbitrales que hayan podido perjudicar al Real Madrid o a otros equipos y beneficiar al FC Barcelona». La defensa de Bartomeu recupera el contenido del recurso que presentó hace casi cinco meses al considerar que no existe ninguna modificación sustancial en el proceso.
«Llegados a este punto cabe preguntarnos qué daño ha sufrido el Real Madrid para que se le admita como acusador particular. Lo único objetivo que aparece en la causa es que el FC Barcelona, en la etapa de Bartomeu, estuvo pagando a los señores Enríquez a través de sociedades cuyo objeto social era la promoción y el marketing de servicios de empresa, la producción y realización de vídeos deportivos, el asesoramiento deportivo de coaching y la elaboración de informes arbitrales», insiste el escrito.
El abogado de la defensa considera que la resolución judicial abre la vía a que todos los equipos que se han enfrentado al Barça, y no solo el Real Madrid, sean perjudicados. En el escenario actual, considera que se le atribuye al club blanco una condición de «defensor del interés social de la limpieza deportiva» impropia.
«Si admitimos sin base ni fundamento ni lógica alguna que cualquier club puede alegar que es perjudicado sin demostrar daño alguno (…) podemos encontrarnos con 40 o 50 acusaciones particulares», insiste el escrito. Además, se subraya que para defender los intereses de los diferentes equipos ya está personada en la causa la Real Federación Española de Fútbol (RFEF).
La RFEF, una entidad privada
El recurso va más allá y señala al juez por hacer «elucubraciones e hipótesis no basados en datos objetivos» sobre la manipulación de partidos y resultados. Y continúa: «Resultan del todo imprecisas y vaporosas como para poder admitir la personación del Real Madrid». Lo único que está demostrado de momento son los pagos, de 7,5 millones de euros, que realizó el Barça entre 2001 y 2018 al ex número dos de los árbitros.
Bartomeu también ha recurrido la última decisión del juez del caso Negreira. El magistrado imputó la semana pasada a todos los investigados un delito de cohecho, incluido al expresidente azulgrana. Su abogado presentó este martes un recurso en el que asegura que la RFEF y el Comité Técnico de Árbitros (CTA) son entidades privadas que no forman parte del sector público y que, por tanto, no pudo existir cohecho.
La intención del letrado es desmontar la teoría del juez de que Negreira era un funcionario público. Invoca como ejemplo el caso de Luis Rubiales, al que el Gobierno no pudo cesar tras el polémico beso a Jenni Hermoso. El delito de cohecho se suma a los de corrupción deportiva, blanqueo de capitales, falsedad documental y administración desleal que se le imputa a Bartomeu, a Sandro Rosell, al FC Barcelona y a otros dirigentes de la entidad azulgrana.