El Gobierno podría haber evitado que se jugara la Supercopa en Arabia, pero se inhibió
La asociación que se querelló contra los contratos alega que el CSD debió inhabilitar a Rubiales
El expresidente de la RFEF Luis Rubiales en abril de 2022. | Irina R. Hipolito (Zuma Press)
El Consejo Superior de Deportes (CSD) nunca autorizó el traslado de la Supercopa a Arabia Saudí. Una de las primeras decisiones de Luis Rubiales al frente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) fue llevarse la competición al extranjero. El Gobierno pudo evitarlo inhabilitando al dirigente granadino, pero decidió inhibirse. Fuentes del ente federativo explican que la Ley del Deporte de 1990 solo permite al órgano deportivo autorizar o denegar la celebración de competiciones deportivas oficiales de carácter internacional en territorio español.
El acuerdo para celebrar la Supercopa en Arabia se cerró a finales de 2018, meses después de que Rubiales se hiciera con la presidencia del RFEF. El contrato entró en vigor en septiembre del año siguiente y contemplaba una duración de seis años (posteriormente prorrogada hasta 2029) y 240 millones de euros, de los que el exfutbolista Gerard Piqué se llevaría 24 por mediar, cuatro por temporada, una cuantía superior a la de algunos participantes en la competición.
La Guardia Civil ha realizado este miércoles varios registros, entre ellos el de la sede de la RFEF, para buscar contratos supuestamente irregulares. Curiosamente, el mismo día en el que la Comisión Gestora iba a convocar elecciones para elegir presidente, lo que ha sido aplazado sine die. En la operación se ha detenido a siete personas. Rubiales no está entre los arrestados porque se encuentra de viaje en República Dominicana.
Comisiones de Arabia
El origen de la investigación se remonta a mayo de 2022, cuando la Asociación Transparencia y Democracia en el Deporte, presidida por Miguel Ángel Galán, interpuso una querella. El día 25 de ese mes, el entonces presidente del CSD, el socialista José Manuel Franco, envió a la Fiscalía Anticorrupción información sobre los contratos para llevar la Supercopa a Arabia, competición que se lleva celebrando en el país de Oriente Medio desde 2020.
«Cabe señalar que no consta autorización o refrendo por parte del CSD, ni comunicación de la RFEF en relación con el traslado de la disputa de la Supercopa de fútbol a Arabia Saudí», reconoce el oficio firmado por Franco al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE. Galán considera que la competición no se podía trasladar sin la autorización expresa de este órgano gubernamental y acusa al Ejecutivo de «salvar la cabeza a Rubiales».
La Supercopa de España es una competición oficial que organiza la RFEF dentro de las funciones públicas delegadas que se le atribuye. Al llevarla a Arabia Saudí, Galán considera que se le dio un carácter internacional y, por tanto, Rubiales debería haber solicitado autorización al CSD, cosa que no hizo.
El querellante sostiene que el expresidente de la RFEF debió ser inhabilitado por incumplir el artículo 76.2F de la ley. Ese precepto establece que «la organización de actividades o competiciones deportivas oficiales de carácter internacional sin la reglamentaria autorización» puede suponer una infracción muy grave, que daría pie a una suspensión cautelar de sus atribuciones. De haber utilizado esa fórmula, el contrato con las autoridades saudíes podría haberse cancelado.
La competición a concurso
«La Supercopa no se puede trasladar sin autorización del CSD. Y mucho menos cobrar dinero por la cesión de su gestión. La competición se debió sacar a concurso, sin intermediarios, y adjudicarla al que más pagara», defiende Galán. La querella que interpuso advierte de «un concierto previo» con el objetivo de hacer «algún» negocio. Además, señala al expresidente de la RFEF por «abusar» de su cargo para obligar a las autoridades de Riad a pagar comisiones.
El oficio que remitió Franco a la Fiscalía Anticorrupción señala que entre las funciones públicas del CSD está calificar y organizar «las actividades y competiciones deportivas oficiales de ámbito estatal». A ese respecto, el artículo 190.1 del Reglamento General de la RFEF establece que la Supercopa es una competición oficial de ámbito estatal en la modalidad principal.
El texto al que ha accedido este diario afirma que el artículo 3 del Real Decreto 1835/1991 sobre Federaciones Deportivas Españolas establece, en consonancia con el artículo 33.1.a de la Ley del Deporte de 1990, que estas, además de sus actividades propias de gobierno, administración, gestión, organización y reglamentación (…) ejercen funciones Públicas como calificar y organizar actividades y competiciones estatales bajo la coordinación y tutela del CSD.
Fuentes de la RFEF explican que el único cometido que tiene el CDS según el artículo 8 de la Ley del Deporte de 1990 es autorizar o denegar, previa conformidad del Ministerio de Asuntos Exteriores, la celebración en territorio español de competiciones deportivas oficiales de carácter internacional, así como la participación de las selecciones españolas en las competiciones internacionales.
«Si el Gobierno no hubiese protegido a Rubiales no habríamos llegado al beso de Jenni Hermoso», señala Galán. El presidente del Centro Nacional de Formación de Entrenadores (Cenafe) intentó en septiembre que el CSD inhabilitara al entonces presidente de la RFEF por trasladar la Supercopa a Arabia días después de que el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) determinara que solo cometió «una falta grave» durante la final del Mundial Femenino, impidiendo así su suspensión de forma inmediata.
