Los etarras 'Santi' y 'Peio' reconocen que colocaron un macetero bomba en Cintruénigo
‘Txapote’ ha descaetado «responder a nada» y la Fiscalía pide condenarle a 53 años de cárcel
Los exintegrantes de ETA Asier Arzalluz –‘Santi’– y Aitor Aguirrebarrena –‘Peio’– han reconocido este miércoles en el juicio que se ha celebrado en la Audiencia Nacional que colocaron un macetero bomba que no explotó en una vivienda en Cintruénigo (Navarra) en la que creían que vivía un guardia civil. Por su parte, el exjefe de la banda Javier García Gaztelu, ‘Txapote’, se ha negado a declarar.
«No voy a responder a nada, no quiero formar parte», ha espetado ‘Txapote‘ al tribunal y a la fiscal Carmen Monfort, que ha pedido que sea condenado a 53 años y ocho meses de prisión como autor por inducción de dos delitos de asesinato en grado de tentativa y un delito de estragos terroristas también en grado de tentativa.
Cabe recordar que en esa casa vivía entonces una mujer con su hijo de cuatro años que tuvo que recibir ayuda psicológica, como ella misma explicó en la sesión celebrada este martes. «Lo pasé muy mal. Pensaba qué hubiera ocurrido si yo no hubiera estado en casa y hubiera explotado la bomba con mi hijo», aseguró entre lágrimas.
‘Txapote’ no ha negado los hechos, puesto que ha descartado directamente declarar en su turno como acusado. ‘Santi’ y ‘Peio’, con quien ha compartido banquillo, han reconocido ser autores de los hechos que se les imputan -y por los que se enfrentan a 52 años de cárcel respectivamente– pero sin señalar de forma directa a García Gaztelu, que según la Fiscalía habría sido el encargado de darles la orden como integrantes del ‘comando Ttotto’.
«Reconozco los hechos que se están juzgando», ha apuntado Arzalluz nada más tomar asiento ante el tribunal. «No me ha dado tiempo ni a decirle sus derechos, pero bueno, ya lo ha reconocido», ha respondido la presidenta del mismo, la jueza Adoración María Riera.
Una autoría «indudable»
En el turno de informe, la fiscal ha aseverado que es «indudable» la autoría del atentado frustrado por parte de la banda, que lo reivindicó mediante llamadas telefónicas, a través del diario Gara y dentro del Zutabe, el boletín interno de la banda.
Tras el reconocimiento de la autoría de los hechos por parte de dos de los acusados, Monfort se ha centrado expresamente en ‘Txapote’. «Ha quedado probado que era uno de los jefes de ETA al que rendían cuenta otros comandos. ‘Ttotto’ era el que rendía cuentas a ‘Txapote'», ha concluido.
Cabe recordar que la Audiencia Nacional ya juzgó y condenó a 52 años de cárcel a Guridi Lasa por estos hechos. Este martes, a preguntas de la fiscal, confirmó que fue él el responsable de captar a ‘Santi’, que posteriormente integró en el comando a ‘Peio’.
La representante del Ministerio Público ha aprovechado antes de que el juicio quedase visto para sentencia para preguntar a los acusados si tenían algo que decir, recordando que el propio Guridi Lasa lamentaba los daños causados y el dolor a las víctimas. Ninguno de ellos ha respondido a la invitación.
Las reuniones con ‘Txapote’
En la sesión de este miércoles ha declarado además un agente de la Ertzaintza que elaboró un informe que consta en la causa. Éste ha afirmado que el ‘comando Totto’, en el que estaban integrados ‘Santi’, ‘Peio’ y Guridi Lasa rendía cuentas a ‘Txapote’.
De hecho, ha recordado que en la ‘kantada’ –documentos internos de la banda– de Guridi Lasa aparecen «referencias múltiples» a ‘Txapote’, al que se refieren con las letras Txp. Se trataba, ha afirmado el agente, de la persona que les fijaba «desde Francia los objetivos» y con quien el comando mantuvo hasta siete encuentros distintos.
Por su parte, un agente de la Guardia Civil que participó en las labores de desactivación del artefacto –el que trató inicialmente con el mismo– ha detallado que se encontraron «10 kilos de un explosivo dinamita goma» que «era muy habitual» en los atentados de la banda. «Fue encontrado en varios artefactos realizados por ellos en otros suministros», ha explicado.
Otro de ellos ha señalado, a preguntas de la fiscal, que si la bomba no detonó fue probablemente por un fallo de conexión de los cables. «No tiene nada que ver con las prisas. Es un fallo que puede ser que en un momento se vuelvan a juntar (los cables) y aunque no sea un contacto muy sólido en el momento en que circuito se active puede producirse la explosión», ha aclarado.
A este respecto, la fiscal le ha preguntado: «¿O sea que no explotó porque la mujer dejó las flores secas ahí (en el macetero)?». «Efectivamente», le ha contestado el agente.
El último guardia civil ha explicado que, de haberse producido, la explosión hubiese alcanzado a la mujer que vivía en la vivienda y a su hijo, que tenía 4 años en ese momento. La hipotética detonación habría causado, ha añadido, daños por aplastamiento a ambos entre otros.