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El TSJC amnistía a cinco manifestantes de protestas por el 'procés' en Barcelona

El tribunal ha declarado la extinción de la responsabilidad penal de los condenados

El TSJC amnistía a cinco manifestantes de protestas por el ‘procés’ en Barcelona

Protesta relacionada con el 'procés'. | David Zorrakino (EP)

La sección de apelación de la Sala Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha aplicado la amnistía a cinco personas que fueron condenadas durante las protestas de octubre de 2019 tras la sentencia que condenaba a líderes independentistas del procés y durante una concentración de ‘Tsunami Democràtic’ en 2019 en Barcelona.

El tribunal ha declarado la extinción de la responsabilidad penal de los manifestantes «al quedar amnistiados los actos en virtud de los cuales fue declarada su responsabilidad criminal en la instancia», según las sentencias, consultadas por Europa Press este martes. Además, las sentencias aseguran que «de igual modo se cancelarán cuantos registros, anotaciones y antecedentes, incluidos los policiales, se hayan llevado a cabo exclusivamente en virtud de los actos expresamente amnistiados».

En todos los casos, la sentencia excluye la extinción de la responsabilidad civil, «no aplicable al delito de atentado en concurso ideal con delito de lesiones, cuyas consecuencias resarcitorias podrán ser ejercitadas en la jurisdicción correspondiente» por los perjudicados, varios agentes de los Mossos d’Esquadra.

Protesta contra la sentencia a los líderes del procés

El 16 de octubre de 2019 se celebró en Barcelona manifestación con motivo del «descontento» por la sentencia que condenaba a varios líderes independentistas. La manifestación reunía a unas 22.000 personas, que se desplazaron por varias calles cerca de la Delegación del Gobierno y de la Conselleria de la Generalitat, y varias personas realizaron barricadas con contenedores incendiados y lanzaron objetos a los Mossos d’Esquadra que velaban por la seguridad.

El acusado, con su cabeza cubierta por un caso y la cara tapada con un pañuelo, lanzó un cohete pirotécnico que llevaba, y en otro punto de la calle Gran Via de les Corts Catalanes lanzó otro cohete hacia el cielo, «encontrándose un helicóptero de los Mossos». «Tras la explosión, el helicóptero cogió más altura, considerando el riesgo de que un nuevo cohete pudiera interceptarlo», añadía la sentencia.

En la calle Roger de Llúria dejó el tubo del cohete que utilizó como lanzador, que recogió un agente de los Mossos, y en la calle Casp en dirección a Passeig de Gràcia, el acusado se quitó el pañuelo que llevaba en la cara y echó a correr al ver que un agente le perseguía.

«Poco después, el agente lo alcanzó y el acusado, en detrimento del principio de autoridad, forcejeó con él, haciéndolo caer al suelo en dos ocasiones y causándole erosiones en el codo izquierdo y en la rodilla derecha», explica la Sala, y el acusado pidió ayuda a otros manifestantes y el agente lo dejó marchar, temiendo que la actitud de los manifestantes se volviera agresiva.

La sentencia absolvió al acusado de desórdenes públicos y fue condenado a un año de cárcel por atentado a agentes de la autoridad y a una multa de 8.100 euros, aunque ahora es amnistiado por el TSJC.

Otro condenado de la misma concentración

Además, se condenó a otro hombre a tres años de cárcel por los delitos de desórdenes públicos y de daños por incendio, ya que «con el propósito de alterar de forma grave la paz y tranquilidad ciudadana», formaron barricadas e incendiaron contenedores. El acusado lanzó piedras a los agentes que custodiaban el TSJC y lanzó «hasta veinte piedras» contra la línea policial, y con un gas inflamable de un spray y un mechero, quemó uno de los contenedores que se encontraba en mitad de la calzada. También golpeó con un palo que llevaba un cajero de una entidad bancaria de la Ronda Sant Pere, causando desperfectos y cristales rajados.

Concentración dos días después

Otros de los condenados amparados por la Ley de la Amnistía fueron condenados, durante una manifestación contra la sentencia a varios líderes independentistas, el 18 de octubre de 2019 en Barcelona, cerca de la plaza Urquinaona. Uno de ellos fue condenado a un año de prisión por un delito de atentado y a una multa de 270 euros por un delito leve de lesiones, además de indemnizar a un mosso d’esquadra con 225 euros.

Otro hombre fue condenado a cuatro años y seis meses de prisión por un delito de atentado y a tres años de prisión por un delito menos grave de lesiones, además de indemnizar con 43.393,075 euros a un agente y con 9.468,375 a otro. Los hechos sucedieron durante la manifestación, cuando un grupo de unas 300 personas –entre las que se encontraban los acusados con la cara tapada–, lanzaron objetos a los agentes de la Policía Nacional que velaban por la zona, incluido uno de los acusados, aunque minutos después fue detenido a pesar de su resistencia.

El otro acusado, «movido con la evidente intención de menoscabar la integridad de los agentes», lanzó un artefacto de pirotécnica hacia los pies de los funcionarios y varios adoquines, y fue detenido días más tarde.

‘Tsunami Democràtic’

Otro manifestante amnistiado fue condenado después de participar en una concentración de ‘Tsunami Democràtic’ el 18 de diciembre de 2019 en Travessera de les Corts con la calle Maternitat de Barcelona, que coincidía con una concentración por la celebración de un partido de fútbol entre el FC Barcelona y el Real Madrid. Antes de acceder al estado, un grupo de seguidores del FCB coincidió con un grupo de unas 300 personas que habían participado en la concentración de ‘Tsunami Democràtic’, y los Mossos d’Esquadra se desplazaron para evitar enfrentamientos.

Los manifestantes se colocaron ante la línea policial y lanzaron piedras, botellas de vidrio y adoquines a los agentes, y el acusado «con evidente menosprecio al principio de autoridad y con ánimo de menoscabar la integridad física de los agentes», lanzó una botella de vidrio hacia un agente que pudo esquivar el golpe y una piedra contra la línea policial.

Los agentes intentaron detener al hombre, que «propinó puñetazos y patadas a los agentes», y finalmente fue condenado por un delito de atentado a agentes de la autoridad a tres años de prisión y a un delito de lesiones y a dos delitos leves de lesiones, además de pagar una indemnización de más de 7.600 euros para los agentes heridos.

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