Barrabés se desvincula de la filial de Globalia que pactó financiar un proyecto de Gómez
El empresario aragonés reconoce al juez Peinado que Wakalua fue su cliente en un proyecto importante
Ilustración de Alejandra Svriz.
Juan Carlos Barrabés marca distancias con Wakalua. El empresario aragonés ha asegurado al juez Juan Carlos Peinado que tuvo como cliente al hub de innovación en turismo impulsado en enero de 2019 por Globalia, pero que no tomó ninguna decisión sobre la empresa. Los investigadores del caso Koldo sostienen que Wakalua sería el nexo entre Begoña Gómez, Air Europa (rescatada por el Gobierno durante la pandemia con 475 millones de euros) y Barrabés. Sospechan que la familia Hidalgo puso en marcha esta filial para acercarse a la esposa del presidente, con la que pactaron financiar uno de sus proyectos con 40.000 euros anuales.
Peinado, que investiga a Begoña Gómez por presuntos delitos de corrupción en los negocios y tráfico de influencias, tomó declaración a Barrabés este jueves en calidad de investigado. El empresario afirmó, como ya había hecho el pasado 15 de julio, entonces como testigo, que se reunió en varias ocasiones en La Moncloa con la esposa del presidente para hablar de la cátedra que ambos pusieron en marcha. También reconoció acudir al complejo para verse con Pedro Sánchez como experto en innovación. En la cita habrían participado otros especialistas, pero no Begoña Gómez.
Barrabés, que solo contestó las preguntas de su abogado, intentó desvincularse de Wakalua, explican a THE OBJECTIVE fuentes jurídicas. El empresario aseguró al juez que tuvo a la empresa como cliente en un proyecto importante, pero que no tomó ninguna decisión sobre ella. Tan solo se encargó de poner en marcha el sistema tecnológico del hub de innovación que impulsó Globalia en enero de 2019 con la colaboración de la Organización Mundial del Turismo (OMT), dirigida por Zurab Pololikashvili.
Las citas de Barrabés en Moncloa
La directora de Wakalua desde mayo de 2019 hasta mediados del año pasado, Leticia Lauffer, mantuvo la misma tesis que Barrabés ante la comisión de investigación del caso Koldo en el Senado a principios de junio. La compareciente, que trabajó para el empresario aragonés desde febrero de 2017 hasta que se incorporó a la filial de Globalia, explicó en la Cámara Alta que Barrabés ayudó a gestionar «la puesta en funcionamiento de ese programa de innovación abierta».
«Hay que hacer una web, una plataforma donde se aplique, una selección. Es un trabajo de consultores de innovación y eso es lo que hizo Barrabés el primer año», insistió Lauffer, que tendrá que declarar ante Peinado el próximo 26 de agosto como testigo. El empresario ofreció una explicación similar este jueves al juez.
Barrabés reconoció a Peinado que tuvo como cliente a Globalia entre 2018 y 2019. No obstante, delegó toda la responsabilidad en Luis Martín Bernardos, que hasta 2022 fue el administrador de Innova Next, la empresa que aglutina el 91,7% del dinero público adjudicado al grupo, y en su CEO, Luis Miguel Ciprés, que debe declarar ante el juez el próximo 26 de agosto como testigo. Innova Next es la firma para la que Begoña Gómez firmó cartas de recomendación en una licitación que acabaría beneficiando con 10,6 millones de euros al empresario aragonés, un asunto que ya investiga la Fiscalía Europea.
Algunas de las acusaciones populares consideran que las explicaciones de Barrabés responden a una estrategia procesal y advierten de que, como investigado, puede mentir. Globalia creó Wakalua en marzo de 2019. Unos meses más tarde, su consejero delegado, Javier Hidalgo, confió la dirección a Lauffer, que mantuvo el puesto hasta mediados del año pasado.
La creación de Wakalua
Los testigos consultados por este diario afirman que Hidalgo y el empresario Víctor de Aldama crearon Wakalua para estrechar lazos con Begoña Gómez, algo que rechaza Lauffer. La directora de la filia del Globalia negó haber recibió instrucciones para acercarse a la esposa del presidente del Gobierno, a la que conoció en septiembre de 2019 en San Petersburgo (Rusia), el mismo día que lo habría hecho Hidalgo. A ese viaje también acudió Aldama, uno de los presuntos cerebros de la trama Koldo, que trabajó para Globalia hasta poco antes de que el Gobierno rescatara a Air Europa.
Apenas cuatro meses más tarde, el 17 de enero de 2020, el holding de los Hidalgo firmó un convenio para patrocinar con 4o.000 euros anuales al África Center, la fundación del Instituto de Empresa (IE) que dirigió Begoña Gómez entre agosto de 2018 y junio de 2022. Lauffer rechazó en el Senado que el viaje a San Petersburgo incidiera en el pacto, ya que la colaboración entre Wakalua y IE es previa. De hecho, afirmó que fueron estos últimos quienes les recomendaron colaborara con los países africanos, ya que la mayoría de sus partners venían de América y España.
Los 40.000 euros anuales acordados para patrocinar el proyecto de Begoña Gómez se distribuían de la siguiente manera: 25.000 para dos becas y otros 15.000 para desarrollar eventos. El grupo de la familia Hidalgo podía abonar hasta 10.000 euros al año en especie, esto es, mediante billetes de vuelos, pero siempre que lo solicitara el África Center. La pandemia dio al traste con el plan. Según la información de este diario, confirmada por Lauffer en el Senado, Globalia solo destinó 1.716 euros para dos billetes de avión para participar en un acto en Londres.
La relación de Begoña Gómez con el grupo Globalia no se habría limitado al patrocinio de los actos del IE African Center. Como ya adelantó THE OBJECTIVE, la mujer de Sánchez también habría realizado gestiones con Lauffer para importar mascarillas y respiradores de China a España en el inicio de la pandemia, algo que ella rechaza tajantemente.
Compra de mascarillas
Durante su comparecencia en la comisión del caso Koldo del Senado, la exdirectora de Wakalua negó que Begoña Gómez le pidiera ayuda para el transporte o la adquisición de material sanitario, aunque sí admitió que durante la pandemia le preguntó en calidad de experta en innovación si conocía alguna plataforma tecnológica de seguimiento de la covid. Los investigadores sostienen que Lauffer pudo haber sido el nexo entre la esposa del presidente, Globalia y Barrabés, aunque según explicó, estos ya se conocían cuando ella irrumpió en la escena.
Un informe de la Guardia Civil revela que Wakalua incluso habría compartido sede social en la calle Méndez Álvaro de Madrid con las empresas de Barrabés. Un extremo que negó Lauffer ante el Senado, aunque reconoció que el empresario aragonés cedió un local para la presentación de la hub y participó como partner en unos premios, algo que este jueves habría ocultado al juez Peinado.
