A juicio en Almería por matar a un octogenario por la venta de un coche y ocultar su cuerpo
La Fiscalía ha solicitado para el acusado una pena de 18 años de cárcel por un delito de asesinato
Audiencia Provincial de Almería. | Archivo
Este lunes comienza en la Audiencia Provincial de Almería el juicio a J.A.M.C., acusado de asesinar a un hombre de 83 años tras una disputa relacionada con la compraventa de un vehículo. El acusado, que actuó como intermediario en la transacción, está imputado por deshacerse del cuerpo del anciano en un camino de invernaderos en El Ejido. Desde finales de enero de 2022, el acusado se encuentra en prisión provisional y este lunes ha sido el primero en declarar ante un tribunal de jurado presidido por el magistrado-presidente Jesús Miguel Hernández Columna.
La Fiscalía ha solicitado para el acusado una pena de 18 años de cárcel por un delito de asesinato, destacando la especial vulnerabilidad de la víctima por su «edad, fragilidad, enfermedad y discapacidad». Además, se reclama una indemnización de 120.000 euros para los herederos directos del fallecido. El juicio se espera que se extienda durante cinco sesiones, incluyendo la declaración inicial de más de veinte testigos, entre familiares, vecinos y agentes de policía involucrados en la investigación.
El cuerpo sin vida del octogenario fue encontrado el 21 de diciembre de 2021 en un paraje de Tierras de Almería, cerca de Almerimar, después de una búsqueda de casi tres semanas. El cadáver presentaba signos de violencia y estaba en avanzado estado de descomposición, con el rostro parcialmente cubierto por una piedra grande.
El intermediario
El acusado y la víctima se conocían previamente, ya que J.A.M.C. había intervenido como intermediario en la compra y venta de un vehículo Hyundai Coupé valorado en unos 2.000 euros. La víctima sospechaba haber sido engañada tanto en el precio como en la formalización del contrato de compraventa, lo que llevó a una discusión entre ambos.
El 2 de diciembre, el acusado recogió a la víctima con la excusa de solucionar las discrepancias en una gestoría, aunque esta se encontraba cerrada. En el trayecto de regreso, y tras dejar al hijo del acusado en su lugar de trabajo, se dirigieron a una zona aislada de invernaderos. Allí, según la Fiscalía, el acusado golpeó sorpresivamente al anciano en la cabeza con un objeto no identificado, causándole la muerte.
Tras el asesinato, el acusado habría ocultado el cuerpo en un camino de invernaderos, cubriendo el rostro de la víctima con una piedra antes de abandonar el lugar. El descubrimiento del cuerpo se produjo 18 días después, gracias a la colaboración de la asociación SOS Desaparecidos y la investigación policial, que fue clave para relacionar al acusado con el crimen a través de análisis de ADN de restos encontrados en la ropa y uñas de la víctima.
