Dos socios de Aldama se desvinculan de la trama de las mascarillas en el 'caso Koldo'
Escolano y Moreno omiten su implicación en el negocio de las PCR y los pagos a un guardia civil y al asesor de Ábalos
Dos socios de Víctor de Aldama se han desvinculado de la trama de mascarillas que se investiga en el caso Koldo. Luis Alberto Escolano y César Moreno han declarado este lunes en la Audiencia Nacional como investigados, aunque se han limitado a contestar las preguntas de su abogado. Ambos han omitido su implicación en el negocio de las pruebas PCR en los aeropuertos de Canarias y Baleares durante la pandemia. Tampoco han dicho nada de los pagos al comandante de la Guardia Civil Rubén Villalba y a Koldo García ni del alquiler que abonaban a una pareja sentimental del exministro José Luis Ábalos.
Las comparecencias de Escolano, primero en declarar, y Moreno han sido muy breves, de apenas unos minutos. «Se han limitado a decir que no tenían nada que ver con las mascarillas», explican fuentes jurídicas a THE OBJECTIVE. La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil sostiene que Koldo García intermedió con el jefe de Gabinete de Salvador Illa en Sanidad para que Aldama realizara negocios. La ayuda del asesor de Ábalos habría servido para conseguir inscribirse en el Registro de entidades e intermediación de medicamentos (broker).
El abogado de Escolano le ha preguntado por tres empresas que tiene en Portugal, a lo que se ha limitado a responder que ninguna de ellas tiene relación con las mascarillas que se investigan en el caso Koldo. Ha reconocido que era el administrador único de dos de ellas y que tenía el 100% de la propiedad de una, según fuentes presentes en el interrogatorio. Este lunes también estaba previsto que declarara Ignacio Díaz Tapia, pero su abogado solicitó un aplazamiento porque le coincidía con otro asunto judicial. Declarará este martes, junto a Javier Serrano y la secretaria del comisionista de la trama, Piedad Losada.
La mediación de Koldo
Aldama se apoyó en Díaz Tapia, Serrano y Moreno para desarrollar sus negocios. Usaban para comunicarse un chat de WhatsApp denominado 4 mosqueteros. Los investigadores creen que ayudaron al comisionista de la trama Koldo a despatrimonializar sus bienes en España a través de un complejo entramado. Sus conversaciones revelan transacciones económicas para dificultar la trazabilidad del dinero obtenido vía Pronalab, un laboratorio de análisis clínico con sede en República Dominicana.
Los investigadores han hallado evidencias en ese chat de pagos a Koldo García y al guardia civil que facilitó los teléfonos de seguridad a la trama, Rubén Villalba. Las retribuciones al asesor del exministro de Transportes José Luis Ábalos eran de 10.000 euros mensuales en efectivo, que a partir de agosto de 2021 y hasta septiembre del año siguiente tiró de su hermano Joseba para recoger el dinero. Incluso llegó a viajar en dos ocasiones a República Dominicana.
Las conversaciones revelan que Serrano escribió a Moreno que el ministro había «dado el OK» al negocio de las pruebas PCR. Diez días después, el 20 de agosto de 2020, Moreno le envió dos pantallazos de la Wikipedia de Salvador Illa, entonces ministro de Sanidad. Volvieron a compartir algunos mensajes en enero de 2022, entre ellos una fotografía en la que se observan dos fajos de billetes en efectivo, uno de ellos en el interior de una bolsa de plástico transparente y otro con gomas.
La trama habría realizado múltiples transacciones económicas en diferentes países para dificultar la trazabilidad del dinero obtenido con la venta del material sanitario. El volcado de los datos de sus teléfonos móviles desvela que trasladaba fardos de dinero a Miami y a República Dominicana, desde donde lo «repatriaban» a España. Los beneficios se repartían en efectivo y parte de las mordidas habrían servido para pagar a Koldo García.
Empresas en Portugal
La UCO sostiene que Aldama creó siete empresas en Portugal para ocultar a la Agencia Tributaria los 6,7 millones de euros que el comisionista consiguió con las adjudicaciones a Soluciones de Gestión al inicio de la pandemia. El juez Ismael Moreno subrayó en un auto que, entre el 25 de septiembre y el 16 de noviembre de 2020, llegó a transferir 1,1 millones de euros al banco luso Millenium Banco Comercial.
Los investigadores creen que Aldama «estaría llevando a cabo una despatrimonialización de sus bienes en territorio nacional». Para lograrlo «estaría empleando un entramado empresarial en el que participarían sus socios Luis Alberto Escolano, Ignacio Díaz Tapia, Javier Serrano y César Moreno».
Aldama se habría servido de Escolano y del hermano de Koldo García, Joseba García, para pagar el alquiler del ático que disfrutaba Jésica R.G., pareja sentimental de Ábalos. Los informes de la UCO revelan que la trama abonó por ese concepto más de 88.000 euros. El inmueble está ubicado en la Plaza de España, junto a la célebre Gran Vía de Madrid. La renta mensual ascendía a 2.700 euros y se habrían pagado un total de 32 mensualidades.
Los agentes de la UCO sostienen que las conversaciones de Koldo García y Aldama «constituyen una de las más profundas fuentes de indicios». En una de sus charlas, en abril de 2021, el asesor de Ábalos reenvía al empresario un mensaje en el que Jésica reclama a un tercero de nombre Alberto que ejecute el abono del alquiler de una vivienda. La Guardia Civil lo identifica como Escolano.