Aldama incluyó al «recaudador» del 20% en un vuelo a Georgia junto a Begoña Gómez
Un testigo señala que Pepe Ruz tenía un papel principal en el grupo que solicitaba mordidas por agilizar gestiones

Los empresarios Víctor de Aldama y Pepe Ruz. | Ilustración de Alejandra Svriz
La lista de invitados al vuelo inaugural de Air Europa a Georgia desvelada por este diario hace meses permite hoy entender cómo funcionaba el denominado «grupo acelerador», que solicitaba mordidas «de entre el 15 y el 20%» a los empresarios para agilizar su relación con la Administración. En el pasaje previsto para la apertura de una nueva ruta a Tiflis se incluyó a cuatro de los cinco integrantes del selecto grupo que intermediaba para obtener contratos públicos. En la relación, a la que ha tenido acceso THE OBJECTIVE, el comisionista Víctor de Aldama introdujo el nombre del constructor Pepe Ruz en un viaje que se canceló por las restricciones sanitarias de la pandemia y que tenía a Begoña Gómez, esposa del presidente del Gobierno, como principal reclamo.
Ruz no era un pasajero más. El propietario de Levantina, Ingeniería y Construcción (LIC), adjudicatario de contratos públicos por valor de 128 millones de euros durante la etapa de José Luis Ábalos en el Ministerio de Transportes, ejercía el papel de «recaudador» del grupo al que pertenecían también el exministro y su exasesor, Koldo García. Ambos fueron invitados de excepción al vuelo chárter previsto para julio de 2020 y en el que Aldama incluyó a la directora de la Guardia Civil, María Gámez, y a José Ramón Navarro, el expresidente de la Audiencia Nacional, que investiga el caso Koldo.
El viaje organizado por Globalia en julio de 2020 a Georgia tenía como objetivo impulsar oportunidades de negocio en ese país, donde nació el secretario general de la Organización Mundial del Turismo (OMT), Zurab Pololikashvili, muy cercano al entonces CEO de Air Europa, Javier Hidalgo, y a su consejero y amigo Víctor de Aldama, quien obtuvo el título de cónsul honorífico de Georgia. A ese vuelo también estaba invitada Begoña Gómez, a quien el comisionista conoció en septiembre del año anterior, durante la asamblea que la agencia vinculada a Naciones Unidas celebró en San Petersburgo (Rusia).
La lista de Aldama
Como desveló este diario, Air Europa, aerolínea de Globalia, quería crear una ruta directa entre Madrid y Tiflis, capital de Georgia. Un proyecto de Hidalgo y Aldama que contaba con el aval de Ábalos. Su departamento introdujo en ese viaje inaugural a 16 personas, entre ellas la esposa y una hija del ministro. El vuelo, con un coste de 239.400 euros y previsto para un total de 333 pasajeros, iba a contar con la presencia de una treintena de invitados de la antigua república soviética y una decena de empresarios, según los correos que intervino la Guardia Civil a Koldo García.
«Buenas tardes, mando la Lista del Ministerio, de la Embajada y de los empresarios. Faltaría la lista del señor Zurab, secretario general de la OMT, y la lista de los periodistas, que todos van en turista. Espero tenerla mañana (…). Abajo unos comentarios. Saludos a todos», reza el email que envió Aldama a Koldo García el 2 de julio de 2020. El asesor de Ábalos remitió el correo electrónico a Ricardo Mar, jefe de Gabinete del ministro, que le dio las gracias por informarle.

Entre los empresarios invitados al vuelo inaugural de Air Europa a Georgia se encontraban el director general de Halcón Viajes; Víctor Madera, propietario del Grupo Quirón; Eduardo Cosentino, de Silestone Business; Simón Barceló, del Grupo Barceló; Abel Matute, de Paladium Business, y Pepe Ruz.
El testigo protegido entrevistado por THE OBJECTIVE reveló que existía un grupo de personas que se encargaba de «acelerar todos los proyectos» relacionados con la Administración en el que el constructor valenciano hacía las veces de jefe. Sólo así se explica que un humilde representante de una modesta constructora valenciana, adjudicataria hasta la llegada de Ábalos al Ministerio de pequeños contratos, apareciera en el listado de empresarios invitados en sexta posición, por delante incluso de representantes de los grandes grupos turísticos o empresariales de este país como el Grupo Barceló o el dueño de Silestone.
En ese grupo se encontraban Ábalos, Koldo García, Israel Pilar y Ruz. En el primer escalón del entramado político-empresarial se situaba el constructor señalado por Aldama en el pago de comisiones a cambio de amaños en la contratación pública que investiga la Guardia Civil. El propietario de Levantina ejercería el papel de «recaudador». «Era el que daba la cara; el que se relacionaba primero con el solicitante», insiste el testigo protegido. Según su versión, Ruz habría obtenido contratos públicos por valor de 128 millones de euros durante la etapa de Ábalos, con el que mantiene una estrecha amistad desde la infancia.
Las reuniones del «grupo acelerador» servían para «coger proyectos y analizar la viabilidad de acelerarlos con la Administración y luego cobrar una comisión por ello». Las fuentes revelan que una parte de esas comisiones iban a parar a las arcas socialistas o, al menos, «ellos decían que era para el PSOE. Podría ser para el PSOE o para quien fuera, pero habría otra comisión para la persona que interactuaba, que decía: yo me llevo lo que sea del proyecto este», subraya el empresario. La persona «dependía del tipo de solicitud que tuvieran», pero se trata de «gente que conocía bien la Administración y, lógicamente, de todo el grupo quien más conocía la Administración eran Koldo García y Ábalos».
El papel de Israel Pilar
El testigo protegido explica que, antes de llegar hasta Ruz, existía una fase previa, la del conseguidor de contactos. En ese contexto jugaba un papel fundamental Israel Pilar, presidente de Sortis, una consultoría tecnológica. Se trata de una persona de la máxima confianza de Aldama, como revelan las conversaciones intervenidas por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil.
«Este grupo (el denominado acelerador) tenía dos sedes sociales: una era el propio local de Sortis y la otra era un restaurante al que se acudía prácticamente todos los días, La Tragantía, que está detrás del cuartel de la Guardia Civil» en el distrito madrileño de Chamartín, aclara a este diario el testigo protegido. El modus operandi era siempre el mismo: Pilar llevaba los contactos y el resto de actores entraban en escena de forma gradual. «El primero de todos era Ruz, a continuación venía Koldo García y luego entraba Ábalos».
Las fuentes afirman que el «grupo acelerador» actuaba en consonancia. Eso motivó la inclusión de Ruz en el vuelo inaugural de Air Europa a Tiflis, donde aventuraban nuevas oportunidades de negocio. El encargado de establecer las conversaciones con el Gobierno georgiano habría sido Aldama, gracias a la amistad personal que Zurab Pololikashvili tenía con el entonces CEO de Globalia, Javier Hidalgo. La operación requería de la autorización del ministro de Transportes, con el que el comisionista había entablado amistad en verano de 2018 gracias a uno de sus escoltas. En agradecimiento a esas gestiones, la antigua república soviética le nombró cónsul honorífico de Georgia.
Para poner en marcha la ruta se elaboró un estudio de mercado que detectó problemas para rentabilizarla. Tras un análisis detallado, se propuso que Georgia financiara el 75% del coste y se transportaran mercancías en el viaje de regreso a España para suplir la posible falta de pasajeros. El viaje estaba previsto desde el 16 al 19 de julio de 2020. Inicialmente, se pospuso hasta septiembre por las restricciones de la pandemia del covid-19, pero finalmente se canceló. No hubo vuelo, pero esos días Begoña Gómez se trasladó a la sede de Globalia en Pozuelo de Alarcón (Madrid) para reunirse con Hidalgo en plena negociación por el rescate de Air Europa.