La burbuja inmobiliaria de China que nos podría explotar a todos
En otras megaurbes el preocupante encarecimiento de la vivienda se repite, como es el caso de Pekín o Shanghai, donde los precios han subido entre el 20% y el 30%. Muchos analistas pronostican que esta burbuja puede desencadenar una situación como la sufrida en EEUU en 2008. A la par de los precios de la vivienda, ha crecido también la deuda de los hogares en China. Los créditos fáciles y los cambios de hábitos han transformado el país, cuyos consumidores eran hasta ahora reacios a los préstamos. En los últimos cinco años la deuda de los hogares en la segunda economía mundial aumentó un 28% del PIB a más de 40%. Estas cifras han generado temores de que una caída brusca de los precios inmobiliarios pueda tener un efecto negativo en muchos créditos, que termine desatando un efecto dominó que arrastre las tasas de interés, el tipo de cambio y los precios de las materias primas. Esto podría terminar gestando «un macro evento global», advirtieron analistas de ANZ en un comunicado reciente.
El Gobierno de China ha intervenido para mitigar las consecuencias de este escenario y frenar a los especuladores limitando el acceso al crédito, ya sea recortando la concesión de hipotecas o los préstamos para segundas y terceras viviendas. Pero pese a las medidas hay importantes entidades de inversión que siguen preocupadas. Para BNP Paribas la evolución del mercado de la vivienda en el gigante asiático «es el mayor riesgo para le economía en 2017».