Unas risas con el Doraemon que se atreve a tener sexo ante Kim Jon Un
Porque en Corea del Norte sólo sobreviven los más leales al régimen, los que delatan a sus vecinos, los que dan su vida por el líder.
Porque en Corea del Norte sólo sobreviven los más leales al régimen, los que delatan a sus vecinos, los que dan su vida por el líder.
Curioso país donde, según la propaganda extranjera, no se puede ver lo que pasa en el resto del mundo por televisión, se medio mueren de hambre y todos visten igual por su totalitarismo igualitarista.
Somalia, Corea del Norte y Afganistán tienen algo en común. Son los tres países más corruptos del planeta, según recoge un informe de Transparencia Internacional. Se trata de sistemas que funcionan bajo la ley del soborno y la extorsión o sometidos a la férrea figura de un líder totalitario y arbitrario.
En realidad la vida ocurre en un mismo lugar, lo que cambia es el atrezzo. Digamos que el decorado en el que se lleva a escena nuestra existencia no cambia mucho, incluso si no dejamos de viajar, el plató es una proyección mental, una extensión de uno mismo y sus circunstancias.
Vaya por Dios, que es la última columna del mes de agosto y que no hay más ilustración agosteña por comentar que la de tres niñas extrañamente ataviadas con el mismo modelo de bañador rosa en una playa norcoreana que, nos dicen, acogió antes una base secreta de misiles.
Si no fuera porque cada cierto tiempo hay informes que alertan del potencial militar de Corea del Norte y de su peligro, fotos como la de Kim Jong-un en el submarino más parecerían de una película de rechifla que de un tipo con capacidad para desestabilizar una zona del mundo.
El lechón oriental apuntaba maneras desde crío. La foto lo muestra uniformado como un piloto de la Fuerza Aérea de su país. Se empieza permitiendo que un niño maneje un avión y se le acaba tolerando que estrelle una nación.
Hay ideologías que prefieren sus propias consignas a la contundente verdad de los hechos.
Al final lo van a conseguir; entre los recortes en educación y sanidad, la censura en prensa y la subida de la luz, van a conseguir que vivamos a oscuras en todos los sentidos.
Ahí lo tienen. Un inmenso agujero negro que los satélites marcan desde el cielo. Parece un vacío en la noche. Un apagón en la geografía. Y en la historia. Es Corea del Norte.
Acaban de detener en Pyongyang a un misionero protestante australiano. El tío es listo como el hambre. Se dio cuenta del gancho de los panfletos, de lo fácil que es ocultarlos, de que vuelan casi tan ligero como la palabra hablada.
Kim Jong-Un ha decidido dar al mundo occidental un poquito de carnaza, influido quizá por esas películas de su admirado Van Damme.
Lo cierto es que el personaje no tiene nada de chiste, dicen que el rollizo angelito echó a su tío y a sus colaboradores a una manada de perros hambrientos y se quedó a contemplar el banquete canino
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