A medida que se acerca el mes de marzo, aumenta la presión para que el BCE tome una decisión sobre su política monetaria. Lo menos probable, según los analistas, es un final abrupto de los 80.000 millones de euros mensuales para la compra de deuda. Ese escenario podría hacer tambalear los mercados, en especial los de renta fija, que se han sostenido estos años por las políticas de los bancos centrales. Según analistas de Deutsche Bank y Bank of America-Merrill Lynch, la extensión del programa de estímulos podría ampliarse durante otros seis meses más. Estas compras de grandes cantidades de deuda se denominan (quantitative easing, en inglés). Hasta abril de este año el BCE ha comprado durante un año deuda por un valor de 60.000 millones de euros mensuales. Desde junio el BCE también adquiere deuda corporativa de empresas de la zona euro con grado de inversión, también aseguradoras.
Asimismo, el Banco Central Europeo (BCE) informó de que ha mantenido su tasa de interés rectora en el mínimo histórico del 0 %, tras haber discutido el rumbo de su política monetaria y después de que la inflación subiera en septiembre. Asimismo el BCE también decidió dejar inalterada la tasa de interés de la facilidad marginal de crédito, a la que presta el dinero a un día, en el 0,25 %. También ha mantenido la tasa de interés a los depósitos de los bancos a un día en el -0,40 %.