El estudio, titulado Impossible Choices: Teens and Food Insecurity in America (en español, Elecciones imposibles: Adolescentes e Inseguridad Alimentaria en América), ofrece un crudo retrato de las tácticas seguidas por los jóvenes de escasos recursos de la sociedad estadounidense. En declaraciones recogidas por The Guardian, Susan Popkin, investigadora del Urban Institute y principal autora del informe, comenta: «He estado investigando comunidades de bajos ingresos durante mucho tiempo, pero esto es nuevo (…) Incluso para mí, que ha estado prestando atención al problema y escuchando historias durante mucho tiempo, esta vulnerabilidad y el nivel de desesperación que implica es nuevo y chocante para mí. Creo que es una situación que está empeorando con el tiempo «. El estudio recoge escalofriantes testimonios de niños y adolescentes, como el de una chica de 11 años residente en Chicago que confesó a los investigadores que había dejado de asistir a clase para ejercer la prostitución, o los testimonios de un grupo de niños de la ciudad de Los Ángeles que explicaron cómo compañeras de su colegio ponían carteles publicitando sus servicios. En muchas ocasiones, las jóvenes que se ven obligados a vender su cuerpo para sobrevivir prefieren hacerlo a cambio de un plato de comida en lugar de dinero, con el objetivo de no tener la sensación o llegar a aceptar que con ello, están ejerciendo un acto de prostitución.