Sólo entre febrero y marzo más de 1.000 civiles han muerto en Guta Oriental a causa de los bombardeos de las fuerzas gubernamentales sirias y rusas, según los datos del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH). Cientos de viviendas destruidas y numerosos ciudadanos atrapados en el enclave cercano a Damasco sin apenas recibir ayuda humanitaria. Columnas de humo se elevan sobre los edificios en ruinas, ruidos de sirenas y de aviones que sobrevuelan la región y lanzan sus bombas. Así es el día a día de quienes viven en Guta. Muhammed Najem, un adolescente sirio de 15 años, es uno de tantos que vive los horrores del conflicto sirio; pero, a diferencia de otros, él lo cuenta a través de vídeos y fotografías selfie que comparte en sus redes sociales para denunciar la masacre que está viviendo el pueblo sirio y pedir ayuda a la comunidad internacional.