Lugares históricos de Siria, Mali e Irak han sido destruidos por militantes islámicos en los últimos años. Muchos otros, en lugares como Yemen, han sufrido graves daños por misiles y bombardeos. “Parte de nuestra historia se ha perdido para siempre, siendo la meta del fanatismo minar nuestra esperanza de futuro”, dijeron los cinco responsables de la petición en un comunicado. “Se deben tomar medidas urgentes, se acabó el tiempo de las expresiones de indignación sin ningún poder”, añadieron.
El dinero de este fondo se destinaría a cubrir el coste de transporte, seguridad y restauración de monumentos afectados, según explicó Jack Lang, ex ministro de Cultura de Francia. Hasta 55 de los 1.052 lugares considerados herencia histórica por la UNESCO están clasificadas como “en riesgo”.