Aznar reivindica el pacto con Pujol que le hizo presidente: «No fue a cambio de impunidad»
El expresidente del Gobierno ha asegurado que el Majestic fue un acuerdo que «aprovechó toda España»
El expresidente del Gobierno ha asegurado que el Majestic fue un acuerdo que «aprovechó toda España»
David Madí, uno de los impulsores del ‘procés’ en la sombra, pide lograr «un Estado plurinacional» junto a los vascos
Los dos ‘expresidents’ apoyaron a Puigdemont el 12-M, pero no quieren defender a una figura como Toni Comín
«La izquierda está llena de palabras vacías, como ‘progresismo’, que usa para excluir al rival y negarle interlocución»
Lo hace después de que la Sala de lo Penal ordenara al juez instructor, Santiago Pedraz, reabrir la investigación
Los políticos no son buenos ni malos; están hechos de nuestra misma carne mortal y, simplemente, maximizan su utilidad
Junts celebrará una convención interna para fijar posición sobre la inmigración ante el auge de Aliança Catalana
En exclusiva con el muy honorable ciento vigésimo sexto presidente de la Generalidad de Cataluña
El PDeCAT une fuerzas con otros partidos catalanistas para confrontar a Junts en las elecciones generales
A Madí, quien fuera mano derecha de Artur Mas, se le investiga por el caso de Ambulancias Egara, que gestiona el transporte sanitario en varias zonas de Cataluña
Anticorrupción ha defendido que altos cargos de CDC pusieron en marcha una estructura para financiar a este partido político ilegalmente y de forma encubierta
Comida deliciosa, cultura diversa, historia por todos lados… Palermo es el lugar que debes visitar.
Los Mossos d’Esquadra han detenido este martes al presidente de la Diputación de Lleida y alcalde de Fondarella, Joan Reñé, así como a varios altos cargos de la corporación, en una operación anticorrupción que se lleva a cabo tras una investigación iniciada por la Fiscalía.
En Cataluña estamos asistiendo a una lucha por la hegemonía nacionalista entre el partido sucesor de CDC y ERC. Esta lucha condiciona la política catalana como mínimo desde la reforma del Estatut, cuando competían con el PSC para ver quién era más nacionalista.
José Luis Roig comparte con The Objective tres cosas sobre el que es en su opinión «el político más desastroso de todos los tiempos»: Artur Más.
José Luis Roig comparte con The Objective tres cosas sobre el que es en su opinión «el político más desastroso de todos los tiempos»: Artur Más.
Uno de los problemas metodológicos para (intentar) comprender el procés es fijar cuándo empezó todo. Y para ese misterio no hay respuesta porque no hubo un principio único sino que a lo largo del tiempo se fueron solapando factores diversos. En este caso, pues, el mito del origen es sólo eso: un mito.
El PDeCAT ha escogido el nombre Junts per Catalunya para su candidatura a las elecciones autonómicas del 21 de diciembre, encabezada por el expresident de la Generalitat, Carles Puigdemont.
La constatación de que un grupúsculo antisistema como la CUP puede determinar los presupuestos generales de Generalitat y las facetas más escabrosas del proyecto de secesión da una idea de la azarosa circunstancia que la sociedad catalana lleva viviendo desde hace tiempo. La CUP dio su apoyo a Junts pel Sí –es decir, Convergència y ERC- a cambio de que descabalgasen a Artur Mas y le sustituyeran, ya mucho más allá del principio de Peter, por Carles Puigdemont, aunque ambos comparten una aparatosa ignorancia sobre el Estado de Derecho y sobre la política y, en concreto, sobre la historia política de Cataluña y de toda España. Estamos en el ámbito del mito, irracional y primario. Los 300.000 votos de la CUP y sus diez escaños condicionan el futuro inmediato de una sociedad que por su parte ya ha desconectado de la desconexión, al contrario del microcosmos político nacionalista.
El futurismo condensó tanta violencia en el arte que todo un siglo saltó por los aires al fundarse los totalitarismos. Fascismo, comunismo y anarco-sindicalismo aprenden de Georges Sorel el poderío de la violencia prefigurada en Mussolini nadando virilmente o Lenin llegando a la Estación de Finlandia en su vagón blindado. Barcelona llegó a ser conocida mundialmente como la ciudad de las bombas. En el anarco-sindicalismo, Georges Sorel –con sus “Reflexiones sobre la violencia”- impone la idea de que sin violencia no habrá capacidad colectivista. Casi cien años después, Georges Sorel logra su “remake” de la mano de la organización política conocida como la CUP. Todas sus propuestas son ultra-radicales, unilateralmente secesionistas y anti-sistema pero hasta ahora no habían proclamado que hará falta violencia política para que –como hipótesis- el Estado sienta la urgencia de la fuerza bruta. Es decir: hay que llevar la secesión unilateral hasta el límite, hasta que el Estado español entre “en contradicción antidemocrática” y tenga que recurrir “a algún tipo de fuerza legal o incluso de la fuerza bruta”. Es de una simplicidad que ofusca, sustancialmente porque el anti-sistema es un sistema paranoide. La CUP comienza quemando la Constitución en el salón de plenos del ayuntamiento de Barcelona y prosigue con una gestualidad consistente en quemar contenedores o cajeros automáticos. Tanta hostilidad se nutre del rechazo del Estado de Derecho, las formas pluralistas o el principio de la propiedad.
«ERC no tiene ni puta idea de gobernar». Lo afirmó Duran i Lleida, aunque luego se disculpó por haber dicho puta. ERC es el partido que manda en Cataluña mientras CiU hace que gobierna.
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