La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha registrado 295 muertos en Nicaragua por la crisis sociopolítica que estalló en el país el pasado 18 de abril. El secretario ejecutivo de la CIDH, el brasileño Paulo Abrão, ha comunicado la cifra en Twitter, que es inferior a la comunicada por organizaciones locales, que barajan más de 350 muertos.
El presidente nicaragüense, Daniel Ortega, ha calificado este viernes de golpistas a los obispos de la Conferencia Episcopal de Nicaragua y los señaló de ser cómplices de fuerzas internas y externas para intentar derrocarlo.
A tres meses del inicio de las protestas opositoras en Nicaragua, el número de muertes ya alcanza la cifra de homicidios que ese país registra en promedio durante un año.
La policía ha tomado este martes el control del barrio indígena de Monimbó de Masaya, en el sur de Nicaragua, tras fuertes enfrentamientos con manifestantes que dejaron dos muertos. Tras varias horas de combate y un uso «desmedido de la fuerza» contra los manifestantes, los antimotines y paramilitares tomaron el control de la ciudad, ha asegurado el dirigente de la Asociación Nicaragüense de Derechos Humanos (ANPDH), Álvaro Leiva, a la agencia AFP.
La presión internacional sobre el presidente Daniel Ortega para que cese la violencia en Nicaragua, que ha causado ya más de 350 muertos desde que comenzaron las protestas en abril, arrecian con declaraciones de la ONU, España, EEUU y América Latina
La denominada ‘Operación Limpieza’ que lleva a cabo el Gobierno de Nicaragua para retirar los obstáculos en calles y carreteras instalados por los opositores, ha dejado este domingo al menos 10 nuevas víctimas mortales
Un ataque armado del Gobierno de Nicaragua en las ciudades de Diriamba y Jinotepe, en la zona Pacífico, ha acabado con la vida de 11 personas, dos de ellos policías, ha informado este lunes el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh). Las ofensivas del régimen comenzaron de madrugada y de forma simultánea en las dos ciudades, coincidiendo con la víspera de la reanudación del diálogo nacional para solucionar la crisis de Nicaragua.
Ocho muertos, incluido un niño de un año, es el balance tras los ataques de las fuerzas combinadas del gobierno de Daniel Ortega contra barrios de Managua y otras ciudades, en un recrudecimiento de la represión de protestas opositoras, que en dos meses deja unos 200 muertos.
Este martes el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) ha elevado a 146 el número de muertos en el marco de la crisis sociopolítica que atraviesa el país desde hace 55 días. La policía ha perpetrado un tiroteo en los barrios orientales de Managua, disparando con fusiles AK-47 contra las barricadas que la población había levantado allí en protesta contra el Gobierno.
La asamblea anual de la Organización de Estados Americanos (OEA) ha condenado este martes la violencia que sacude a Nicaragua desde hace casi dos meses y que deja más de un centenar de muertos, pero sin responsabilizar al gobierno de Daniel Ortega por la represión a manifestantes.
Una nueva jornada de protestas contra el Gobierno en Nicaragua ha dejado al menos otros seis muertos, incluyendo un estadounidense y un joven de 15 años, según ha informado la ONG Asociación Nicaragüense de Protección de Derechos Humanos (ANPDH) a AFP.
Al menos cinco personas han muerto y más de 20 han resultado heridas en los disturbios ocurridos este miércoles en las manifestaciones a favor y en contra del gobierno en Nicaragua, en una sangrienta jornada en la cual también han sido atacados dos medios de comunicación opositores, según ha informado la policía y la oposición.
El Gobierno de Nicaragua y la oposición, la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, han acordado «reanudar el diálogo nacional en la mesa plenaria», suspendido el pasado miércoles ante la falta de consenso, «para retomar la agenda del tema de la democratización». A cambio, los manifestantes suavizarán su actividad, según han indicado las partes en un comunicado. Los opositores han prometido flexibilizar los bloqueos en las carreteras, que era una de las principales preocupaciones que tenía el Gobierno.
El Gobierno de Nicaragua ha autorizado a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) realizar una visita de trabajo para observar la situación de los derechos humanos en el país, que se encuentra sumido en una crisis que se ha cobrado la vida de más de 50 personas.
Se ha elevado a 43 el número de fallecidos en Nicaragua durante las protestas contra la reforma de la Seguridad Social del Gobierno de Daniel Ortega, que comenzaron hace 15 días y tuvieron sus episodios más violentos entre el 18 y el 22 de abril, según ha informado este miércoles el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh).
Los muertos en las violentas protestas en Nicaragua alcanzan 34 personas, la mayoría en la capital, pero la lista podría aumentar en las próximas horas, ha informado este miércoles el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos.
El Gobierno de Nicaragua ha decidido revocar esta madrugada las reformas de la seguridad social contestadas en las calles desde el miércoles y que han dejado al menos 27 muertos, según datos de ONG, más un centenar de heridos y daños a comercios y otros inmuebles, mientras las cifras oficiales sólo reconocen 10 muertos.
Varias organizaciones defensoras de los derechos humanos en Nicaragua han informado de que al menos 24 personas han muerto en las protestas contra la reforma de la Seguridad Social. Por su parte, el Gobierno contabilizó el viernes 10 fallecidos y no ha actualizado sus cifras.
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, ha aceptado este sábado dialogar sobre el paquete de reformas del seguro social que desató esta semana unas protestas que, según las cifras del Gobierno, dejan al menos 10 personas muertas. Las manifestaciones, unas de las más violentas en los 11 años de gobierno de Ortega, dejan también más de 80 heridos y severos daños a la propiedad.
Al menos un manifestante y un policía resultaron muertos el jueves en las violentas protestas que, por segundo día, estallaron en Nicaragua contra las reformas del sistema de pensiones decretadas por el gobierno.
Los gobiernos de Costa Rica y Nicaragua han declarado este miércoles la alerta por la presencia de un sistema de baja presión en el Caribe que amenaza con fuertes lluvias…
Este martes, se realizó el acto de investidura de Ortega luego de ser reelecto como presidente de Nicaragua para el período 2017-2022 el pasado 6 de noviembre de 2016, con el 72,5% de los votos.
La ceremonia contó con la participación del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro; el presidente de Bolivia, Evo Morales; la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, el presidente de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén; el Ministro del Interior de Rusia, Vladimir Kolokoltsev; el vicepresidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel y el vicecanciller para Asuntos de Latinoamérica de Libia, Bashin A. Hakkari.
El opositor Partido Liberal Constitucionalista, liderado por el ex guerrillero de la Contra Maximimo Rodríguez, ha sido el segundo partido mas votado aunque bastante por detrás, con algo más del 16,4%, según datos provisionales. Una oposición que acusa a Ortega de querer instaurar una dinastía autoritaria junto a su mujer en Nicaragua. Los comicios, que se celebraron con «total normalidad», han estado marcados por la tensión creada por la ausencia del opositor Frente Amplio Democrático (FAD), al que autoridades judiciales y el máximo órgano electoral impidieron presentarse. Desde esta formación se hizo un llamamiento a la «abstención». A la espera de los resultados definitivos, que se conocerán a lo largo de este lunes, la participación podría haber sido más baja que en anteriores convocatorias. El Consorcio Panorama Electoral, integrado por organismos cívicos nicaragüenses, informó de una «concurrencia moderada», mientras que el FAD hablaba de abstención «masiva» como respuesta a «la farsa electoral».
Daniel Ortega, que con estas elecciones, revalida su poder por tercera vez consecutiva, fue presidente de Nicaragua en una primera ocasión entre 1985 y 1990. En las elecciones, además de presidente, los nicaragüenses debían elegir vicepresidente, a los 90 diputados de la Asamblea Nacional y a 20 representantes del Parlamento Centroamericano.
Es una fecha en la que se llevan a cabo actuaciones musicales, bailes, se realizan discursos y degustaciones gastronómicas. Una jornada de fiesta y hermandad. Fue en
octubre de 2007 cuando el Gobierno que preside el sandinista Daniel Ortega acordó eliminar el Día de la Hispanidad y sustituirlo a partir del 12 de octubre de 2008 por el Día de la Resistencia Indígena. Desde entonces, la conmemoración en Nicaragua gira en torno a la lucha por la reivindicación de los pueblos indígenas de América Latina.
Una exuberante vegetación que regala paisajes de otro tiempo, cascadas vestidas con los colores del arcoiris y como telón de fondo dos volcanes coronanando la mayor isla del mundo dentro de un lago de agua dulce. Así es Ometepe.
Nicaragua está sumergida en una grave crisis política después de que la Asamblea Nacional, controlada por el oficialismo, haya decidido destituir a la mayoría de los diputados opositores a tres meses de las elecciones generales. Por lo que este nuevo movimiento es la muestra definitiva de las intenciones de Ortega para imponer un modelo de gobierno de partido único y mando familiar. La oposición califica de «farsa» los próximos comicios de noviembre, en los que el presidente Daniel Ortega buscará su cuarto mandato y tercero consecutivo. Las últimas elecciones de 2011 ya fueron cuestionadas por su falta de transparencia después de que Ortega se garantizara el control total del Tribunal Electoral. Ya en esa ocasión la Misión de Observación de la Unión Europea calificó el proceso como “opaco” y con tantas trabas que era difícil confirmar el triunfo sandinista.
Los 28 diputados destituidos, de los cuales 16 son principales y 12 suplentes, pertenecen a la Coalición Nacional por la Democracia que desde el año pasado, tras salir del Partido Liberal Independiente (PLI), protestan en las calles todos los miércoles para exigir elecciones libres, transparentes, incluyentes y con presencia de observadores. Han decidido no participar en esos comicios que califican de «farsa» y en los que el presidente Daniel Ortega buscará su cuarto mandato y tercero consecutivo. Los opositores acusan a Ortega de «dictador» y de querer instaurar un régimen de partido único en este país. Según ellos, esa decisión tiene «un claro propósito intimidatorio a los ciudadanos que adversan al régimen». Para la Cámara de Comercio Americana de Nicaragua, la destitución de los diputados opositores profundiza «la crisis política e incertidumbre que vive el país», y afecta el clima de negocios.