“Es irrefutable, aquí se practicaba el canibalismo”, explica el arqueólogo belga Christian Casseyas, mientras recorre una de las cuevas. “Algunos de los neandertales murieron y fueron comidos aquí”, explica la antropóloga Hélène Rougier, que añade que “algunos de los huesos sirvieron además de herramientas”.
Los restos encontrados tienen unos 40.000 años de antigüedad, por lo que se corresponden con la época en que la presencia del hombre de Neandertal llegaba a su fin para dar paso al hombre de Cromañón. Aunque ya se habían detectado algunos casos de canibalismo entre neandertales en España (El Sidrón y Zafarraya) y en Francia (Moula-Guercy y Les Pradelles), es la primera vez que un hallazgo de este tipo tiene lugar en el norte de Europa. Los neandertales fueron considerados seres salvajes durante años, a pesar de que se encontraron sepulturas que demuestran que cuidaban los cuerpos de los muertos.