«En cumplimiento a la voluntad expresa del Compañero Fidel, sus restos serán incinerados», ha añadido Raúl durante la lectura del comunicado. A lo largo del sábado, «la comisión organizadora de los funerales, brindará a nuestro pueblo una información detallada sobre la organización del Homenaje póstumo que se le tributará al fundador de la Revolución Cubana». «¡Hasta la victoria siempre!», ha acabado diciendo. Las últimas imágenes de Fidel Castro ya denotaban su deteriorado estado de salud. Desde su última aparición en un acto público con motivo de su 90 cumpleaños, ha recibido también en su domicilio a una serie de mandatarios como el presidente de Irán, Hasán Rohaní o los primeros ministros de Japón, Shinzo Abe, y de China, Li Keqiang.
Castro lideró junto a un grupo de opositores al régimen de Fulgencio Batista la revolución que acabó con la dictadura de éste para establecer un régimen socialista de corte dictatorial. Enfrentado a Estados Unidos y aliado a la entonces Unión Soviética, fue objeto de simpatías por parte de partidos de izquierdas de muchos países, durante muchos años.
La muerte de Castro ha sido recibida de diferentes maneras. La solemnidad y las palabras de afecto de algunos mandatarios, como su aliado Nicolás Maduro, contrasta con las expresiones de alegría de los isleños exiliados en Miami, que salieron a las calles para festejar el fallecimiento del líder cubano.