David Robert Jones, nombre de nacimiento de Bowie, llegó al mundo en el Londres de 1947. Sus padres eran una acomodadora de un cine y un trabajador de una ONG. Su hermano mayor le introdujo en el mundo rock y David formó sus primeras bandas cuando era adolescente. Adoptó el apellido artístico de Bowie -para diferenciarse de Davy Jones, de los Monkees- y emprendió su carrera en solitario a mediados de los años 60. No fue hasta en 1969 cuando llegó su primer gran éxito: Space Oddity, incluido en su segundo disco de estudio. Hunky Dory (1971) y The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders of Mars (1972) le catapultaron a la figura de leyenda global en la que se convirtió. Con la segunda mitad de los setenta llegó la llamada trilogía de Berlín, sus discos con Brian Eno, incluido el mítico Heroes (1977). En los ochenta abrazó el pop y bajó a la pista de baile, con éxitos como Let’s Dance (1983).
Colaboró con muchísimos otros artistas, ya sea encima del escenario o desde el estudio como productor. El tamaño de su leyenda se mide en las condolencias que se sucedieron durante los días posteriores a su fallecimiento: el mundo lloró durante semanas y en las redes sociales la pérdida de David Bowie.