
El síndrome Ovidio
“En nuestra cultura hemos inventado el riesgo sin consecuencias y no queremos salirnos de él. Es más: no damos crédito si la realidad se impone y por tanto nos descalabramos enteros.”

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La caída de un avión Antonov de una compañía rusa, que provocó 71 muertos el domingo cerca de Moscú

Mark Zuckerberg se ha propuesto para 2018 “arreglar Facebook”, la empresa de la que es fundador y consejero delegado

A Pedro Sánchez no se le va de la boca el “he aprendido de los errores cometidos”. Qué menos. Esos errores le costaron la secretaría general, una depresión profunda, la pérdida de amigos de la política que eran también amigos personales, y una preocupación seria por su futuro económico y profesional. Sufrió golpes importantes, sin duda, pero también él los dio y fueron dolorosos: dejó a su partido para el arrastre, desalojó del terreno de juego a personas que forman parte de la mejor historia del partido, engañó a muchos y decepcionó a muchos más, e intentó echarse en brazos de quien más podía perjudicar al Psoe, Pablo Iglesias. Así que si hay que hablar de quién ha sufrido más como consecuencia del primer mandato de Sánchez, la cosa quedaría en empate, en tablas.