El hombre está haciendo un uso desmedido de este capital natural, que unido a la sobreexplotación de los recursos energéticos no renovables y a la contaminación, está llevando a la pérdida de especies y a un cambio climático que están poniendo en riesgo la diversidad, el bienestar y la vida del propio ser humano.
Esta floreciente subespecie que se encuentra cada vez con más facilidad en cualquier latitud se maneja como en un cortijo donde todo es suyo y por eso hacen lo que quieren sin dar explicaciones. Hay una nueva aceptación de lo feudal de un subespecie que lejos de estar en extinción está mutando en plaga.
Serpientes, gusanos e insectos hacen más por la biodiversidad de la vida en la Tierra que cualquier adorable bebé mamífero