Hace unas semanas, SpaceX, la compañía aeroespacial de Elon Musk, lanzó al espacio el vehículo espacial Falcon Heavy, el más potente hasta el momento, con el único tripulante de su coche deportivo Tesla Roadster, que vaga por el espacio con un maniquí al que apodó Starman. Ahora, Jay Melosh, profesor de Ciencias Planetarias y de la Tierra en la Universidad de Purdue, sostiene que hay altas probabilidades de que el deportivo esté inundado de vida bacteriana, fruto de su paso por la Tierra, y represente la mayor colección de bacterias terrestre que se ha enviado al espacio hasta ahora.