Globalización

Todavía globales

Todavía globales

Quien sabe en qué estará pensando Chomsky ni qué queda de aquel Porto Alegre brasileño que iba a ser la nueva Roma de la antiglobalización. Lo que sabemos es que la aceleración del tiempo define nuestra época. La mentira como verdad existe desde siempre –con el paradigma de los ‘Protocolos de Sión’- pero la post-verdad es eso y algo más: su transmisión hiper-acelerada en el tiempo.

España, momento constitucional

España, momento constitucional

Se nos viene apuntando los últimos meses que la Constitución española pasa por una profunda crisis que solo podrá ser superada mediante su urgente reforma. Reforma o ruptura, si se nos permite traer el dilema de la Transición.

Armagedon

Armagedon

Desconozco la biografía de Younes Abouyaaqoub, principal sospechoso de la matanza de Barcelona, pero puedo imaginármela: el hijo de una ideología del resentimiento, a la que se le superpone el fracaso social y educativo.

¿Qué es lo que no funciona con la globalización?

¿Qué es lo que no funciona con la globalización?

La globalización nos afecta a todos, se percibe en los productos que compramos en el súper, en el número de turistas e inmigrantes que pasean por las calles, en las tendencias sociales, las empresas para las que trabajamos, los idiomas que hablamos e incluso en las series que vemos. Sin embargo, la opinión de que la apertura a otros países y mercados solo traería prosperidad y riqueza ha quedado eclipsada por la desigualdad salarial, el desempleo, el daño medioambiental de una sociedad consumista y la deslocalización de la mano de obra, como demostraron las manifestaciones durante el G20. La globalización, al igual que el desarrollo, es inevitable, por eso, cabe preguntarse si el equilibrio entre las demandas del mercado y el Estado de bienestar es posible, si realmente la globalización puede deshacerse de su cara más oscura.

La mujer china redefine la belleza de género

La mujer china redefine la belleza de género

La androginia entre las jóvenes chinas es tendencia; el rechazo a la definición y los estereotipos de género parece contrarrestar la presión de una sociedad tradicional que estimula la hiperfeminidad en las mujeres. La aparición en la escena musical de varias cantantes que prefieren no definir su sexualidad o género parece avivar los debates sobre el ideal femenino de delicadeza y sumisión de la cultura china. Es posible, que esta sea otra loca tendencia del país asiático, sin embargo, ya son varios años en los que está moda no solo no ha tocado a su fin, si no que parece ser más popular que nunca.

El presidente chino inaugura el Foro Económico Mundial de Davos

El presidente chino inaugura el Foro Económico Mundial de Davos

«No sirve de nada culpar a la globalización de los problemas del mundo», dijo Xi, que asiste por primera vez al foro suizo, donde también aseguró que «no es posible» cortar los flujos de capital, en alusión a las políticas proteccionistas de muchos países del mundo.
Por su parte, en su intervención de bienvenida, la presidenta de Suiza, Doris Leuthard, ha abordado algunos de los temas que se tratarán durante estos cuatro días, como los nacionalismos y el proteccionismo, quizá en una clara alusión a los discursos de quien dentro de pocos días se convertirá en el próximo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pero también a los partidos ultranacionalistas y su creciente influencia en Europa. «En muchas regiones del mundo, los nacionalismos y el proteccionismo están ganando terreno. Observo este fenómeno con cierta preocupación porque suponen un reto a la cohesión de la comunidad global y hacen que la colaboración sea más difícil», ha manifestado.

La crisis migratoria según san Mateo

La crisis migratoria según san Mateo

El economista de la desigualdad Branco Milanovic ha acuñado un concepto verdaderamente útil para entender lo que está pasando: el de renta de ciudadanía. Con él quiere expresarse una realidad sencilla a menudo pasada por alto: así como las personas obtienen su bienestar de una serie posible –y en el caso más ventajoso, acumulativa– de rentas (del trabajo o del capital, pero también las de origen familiar o las que somos capaces de extraer de un particular talento con el que la naturaleza nos dotó), los ciudadanos resultan premiados o penalizados en su posición patrimonial según nazcan en un país rico o pobre. Es indudable que haber visto la primera luz en Europa, en algún momento posterior a la última guerra, devenga de por sí unas rentas que no están al alcance de la mayoría de aquellos que nacen en vastas porciones del resto del mundo. En un mundo desigual, nos dice Milanovic, la pregunta «¿A qué te dedicas?» es acaso menos relevante que esta otra: «¿De dónde vienes?».

El ogro ante el espejo

El ogro ante el espejo

La pregunta del millón de dólares para este 2017 no es qué va a pasar en Cataluña, sino que va a pasar en el resto del Estado español. El filósofo Francesc Pujols -conceptualizador del surrealismo, maestro de Josep Pla y de Salvador Dalí- dedicó un par de libros maravillosos a describir los grotescos efectos que la vitalidad democrática de Cataluña ha ejercido en España en los dos últimos siglos.

Burros globalizados

Burros globalizados

Entre todas las noticias grises de estos días, he recibido una con alborozo: la de que la demanda mundial de burros se dispara gracias al interés de los chinos. De su piel (de la del burro) extraen un producto medicinal de mucho predicamento. La auténtica sorpresa es que, a diferencia de los cuernos del rinoceronte o de las garras del tigre, no se trata esta vez de un producto afrodisíaco de los que tanto demanda el oriente, vaya usted a saber por qué. El burro, a pesar del Sueño de una noche de verano, no entra en ese negociado, y, coherente con su humildad proverbial, se usa para curar sencillos catarros y simples dolores de cabeza.

Un mapa por colorear

Un mapa por colorear

Existe una nación de 65 millones de almas que cruza a diario el planeta. Es muy triste comprobar que su población se mueve sin rumbo porque el resto impedimos lo contrario. Lo lógico es que avanzaran pero son hombres, mujeres, niños y ancianos, tejiendo un tiempo sin visos de futuro. Quizá si apreciáramos a los refugiados no como un goteo humano sino con el simbolismo compacto de una nación, entenderíamos mejor su drama: es un magma incendiado colándose por cada frontera.

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