Pronto, debido a la represión militar, los manifestantes se armaron. El 25 de abril de 2011, el ejército empezó a lanzar operaciones militares a gran escala contra los pueblos y ciudades revolucionarios. Con tanques, transportes de infantería y artillería más de 1.000 personas murieron en estos primeros enfrentamientos armados, inicio de una cruel y sangrienta batalla. De esta forma, la violencia se incrementó rápidamente en el país. Se formaron cientos de brigadas rebeldes para combatir a las fuerzas del gobierno y lograr el control de ciudades y poblados. En 2012 los enfrentamientos llegaron hasta la capital Damasco y la segunda ciudad del país, Alepo. Para entonces el conflicto ya se había convertido en más que una batalla entre aquéllos que apoyaban a al Asad y los que se oponían a él. La creciente violencia y brutalidad en el país, hizo que la comunidad internacional llamara al conflicto en Siria una guerra civil.
Sin embargo, la rebelión armada de oposición ha evolucionado significativamente desde sus comienzos. El número de miembros de la oposición moderada seglar ha sido superado por los grupos islamistas y yihadistas, como el autodenominado Estado Islámico y el Frente al Nusra, un grupo afiliado a al Qaeda. Los combatientes de ISIS han creado una «guerra dentro de una guerra» en Siria, enfrentándose tanto a los rebeldes de la oposición moderada como a los yihadistas de Frente al Nusra. También combaten al ejército kurdo, uno de los grupos que Estados Unidos está apoyando en el norte de Siria. Desde 2014, Estados Unidos, junto con Reino Unido y Francia, ha conducido incursiones aéreas contra el Estado Islámico en Siria, pero han evitado atacar a las fuerzas del gobierno sirio. Rusia, por su parte, ha lanzado varias campañas aéreas que han conducido a varias victorias significativas de las fuerzas sirias.
Alepo, tras Homs, ha sido la ciudad siria más destruida. El pasado 13 de diciembre, las fuerzas gubernamentales recuperaban el control de Alepo, sin embargo, todavía permanecían unas 50.000 personas atrapadas en algunos barrios del este de la ciudad, cercados por el ejército sirio y donde hay presencia insurgente.
Ahora, Siria se encuentra en una paz provisional tras firmarse una tregua entre el régimen y los rebeldes. Se espera que el frágil pacto podría marcar un punto de inflexión y marcar el comienzo de las conversaciones de paz destinadas a poner fin a un conflicto de casi seis años