
Un campista de 19 años se despierta con la cabeza entre los dientes de un oso
Un campista de 19 años se despierta con la cabeza entre los dientes de un oso
Un campista de 19 años se despierta con la cabeza entre los dientes de un oso
Un hombre de 30 años fue detenido este domingo en Birmingham en relación con el atentado del pasado miércoles frente al Parlamento británico en Londres, informó la Policía Metropolitana. El hombre, cuya identidad no ha sido facilitada, es sospechoso de preparar actos terroristas, según las informaciones oficiales.
Al parecer, los supuestos delincuentes atacaron con cuchillos a diez personas, y cinco de ellas fallecieron a consecuencia de las heridas y otras cinco han sido hospitalizadas. La policía se desplazó rápidamente al lugar de los hechos y mató a los tres atacantes a su llegada, según la versión oficial. La violencia en la región Xinjiang, que comparte frontera con Afganistán, Pakistán o India, ha resultado en la muerte de varios cientos de personas en los últimos años, en ataques de todo tipo de los que la prensa oficial (o el Gobierno) informa habitualmente con retraso y sin proporcionar mucha información.
La diputada y presidenta de la Comisión de Asuntos de la Familia y la Mujer de la Cámara, Yelena Mizulina, quien introdujo la propuesta, cree que la gente no debería ser encarcelada o considerada criminal “por una bofetada”. Además, afirma que “en la cultura familiar rusa las relaciones padre-hijo se construyen en torno al poder de la autoridad del padre”, y añade que “las leyes deben apoyar esa tradición familiar”. Si se aprueba la propuesta, la primera ofensa no sería considerada criminal, y el castigo se limitaría a una multa o a servicios comunitarios. Sin embargo, si la agresión se repitiera, sí se consideraría un acto criminal y podría acarrear penas de cárcel.
Los datos sobre violencia doméstica en Rusia son muy limitados, pero según las estadísticas que maneja el Gobierno, 36.000 mujeres son agredidas por sus parejas cada año y otros 26.000 niños por sus padres. Hasta ahora, pegar sin consecuencias a hijos, esposa, hermanos y otros parientes era condenable con hasta dos años de prisión. Para entrar en vigor, la medida deberá ser aprobada una segunda vez.