«Dudo que nuestra sensibilidad de género esté preparada para esta nueva masculinidad, pero quizá sí para preguntarse cuántas víctimas masculinas se cobra el famoso patriarcado»
«Me conformo con que el viejo sapiens recupere algunas de las buenas costumbres que en momentos de paz y prosperidad parecemos olvidar»
Como nunca estuvo muy claro qué añade la dignidad a los derechos humanos, con el tiempo, aquélla ha aspirado a ser el fundamento metafísico de estos
Con el mes de julio alcanzamos el meridiano de la temporada taurina. Pasadas las ferias de Sevilla y Madrid llegan también las puntuales y comprensibles críticas a un espectáculo ancestral que termina con el sacrificio del animal.
Las mujeres no quieren dominarles, ni resistirse a toda autoridad, ni hacer con los hombres lo que algunos (demasiados) hacen con ellas. Tiren la toalla, sumérjanse y disfruten.
Es curioso que siendo un supremacista de tomo y lomo, Torra se empeñe en cumplir a rajatabla todo tópico hispano que le pongan por delante.
Italia dio un giro en su reciente historia la noche del 4 de diciembre de 2016. Los italianos rechazaron la reforma constitucional de Matteo Renzi, quien dimitió, y abocaron al país a un futuro incierto.
Es complicado hablar de inmadurez en una sociedad como ésta, tan infantilizada, y en la que resultan cada vez más habituales las conductas que se pretenden espontáneas e irreflexivas, fruto inmediato del capricho, esas reacciones propias de niño malcriado que se rebela contra el mundo entero, se pone de morros, da unas cuantas pataletas y responde airado con una pedorreta. Cualquier reivindicación de la inmadurez, ay, resulta improcedente en ese contexto. ¿Cómo? ¿Estar enamorado de la inmadurez? ¿Celebrar a esa muchachada desvergonzada y banal, a esos que no se liberan del móvil, que se expresan con monosílabos, que parece que van dando tumbos por la vida, pisando fuerte con sus zapatillas de marca y entre risotadas provocadoras?
Un día iba de tiendas con mi madre. Yo tendría veintipocos, así que ella tenía más de cincuenta. Recuerdo como si fuera hoy que mirábamos unos primaverales vestidos en un escaparate cuando dijo: “A veces me veo reflejada en los escaparates de las tiendas y me pregunto… ¿Quién es esa mujer? Te lo juro. No me reconozco”.