Las ancianas ya no son ancianas. Al menos en la televisión. Ya no hacen punto ni bizcochos. No están todo el día pendientes de sus hijos, que ya son mayorcitos. Si ya de por sí las series protagonizadas por mujeres son minoría (aunque tampoco son excepciones: Sexo en Nueva York, Mujeres desesperadas…), Grace and Frankie, la aclamada comedia sobre dos septuagenarias que Netflix acaba de renovar para una cuarta temporada, es una propuesta que no solo desafía al machismo, sino también al ageism, la discriminación por la edad.