Hay que intentar vivir
«Sin duda, es justo y necesario que los jóvenes se dediquen a vivir intensamente y se crean inmunes a la enfermedad y al desgaste físico»

«Sin duda, es justo y necesario que los jóvenes se dediquen a vivir intensamente y se crean inmunes a la enfermedad y al desgaste físico»
«José Jiménez Lozano nos dijo en un inolvidable poema que el precio de la sorpresa de ser, del asombro del mundo, del regalo de la ternura y del calor de la compañía era la muerte»
La muerte de José Jiménez Lozano el pasado 9 de marzo nos ha privado a todos de un gran escritor y a algunos, entre los que me cuento, de un amigo y un gran maestro. A pesar de sus casi noventa años (le faltaban un par de meses para celebrarlos) él gozaba de todas sus facultades intelectuales y seguía demostrándonos hasta qué punto necesitábamos una persona como él, que nos recordara y explicara ciertas cosas de las que ya no se habla o de las que ya nadie se atreve a hablarnos.
«Con la muerte de José Jiménez Lozano no sólo se nos ha ido un escritor insustituible, sino que se ha apagado todo un idioma literario»
Lo que aprendimos cuando éramos niños y adolescentes, e incluso lo que dejamos de aprender y cuya ignorancia también se interiorizó en nosotros como un hueco, nos recordará toda la vida que eso sucedió porque alguna vez nos encontramos con alguien, en una clase o en un libro, que nos dejó el rumor de un modo de ser y de estar en el mundo, y de instalarnos en la realidad entera.