«Cientos de miles de padres nos sentimos abandonados por el sistema y los planes de estudio en los años más precoces de la educación»
Varias de las niñas secuestradas en 2014 por los terroristas nigerianos de Boko Haram están siendo utilizadas ahora como escudos humanos para evitar ataques aéreos, según ha informado el comandante Lucky Irabor, que lo acreditó mostrando varias imágenes aéreas grabadas durante una operación militar en el bosque Sambisa, al noreste del país. En ellas se observa a varios terroristas desplazándose junto a las crías.
Se ha liado, en Colombia, por la violación cometida por un prestigioso y acaudalado arquitecto del barrio de Chapinero, en Bogotá. El canalla, de 38 años, se llevó a su casoplón a una niña de siete años a la que torturó, violó y estranguló. Tras la barbarie, el tipo ingresó en una clínica para ser tratado por una sobredosis de cocaína, y allí mismo fue arrestado. Una turba de ciudadanos horrorizados trató de lincharle, pero la policía lo evitó.
A veces, cuando me aburro, troleo a mi amiga Paula Fernández de Bobadilla con lo que ella llama “problemas de blancos”. La cosa consiste en llamarla, preferiblemente y para mayor efecto a la hora en la que acaba de beberse el segundo café de la mañana, y quejarse amargamente por alguna bobada churrigueresca. “El wifi me va lento”. “El cartero no me ha traído el pedido de Amazon a la hora pactada”. “Me han invitado a una conferencia en Londres con todos los gastos pagados pero me da pereza coger el avión”.
La imagen tiene una enorme carga simbólica. Una mujer arrastrada por el duro asfalto de una calle cualquiera de la India. Sucede en una manifestación de protesta y es un policía quien tira de ella. Pero cada día le sucede a miles de mujeres allí, que las humillan, las maltratan, las dañan, las golpean, las venden, las masacran. Y según las estadísticas, en 2015 fueron violadas cada día 93 de ellas. Buena parte de quienes fueron obligadas a hacer sexo sin su consentimiento y con violencia eran niñas, y un 95% conocían a sus agresores. Es escalofriante, pero real como la vida misma.
Yo quería ser cantante… Di tú. Realmente me creía que cantaba bien, tanto que hasta grabé un par de canciones escritas por mi que no están del todo mal. Después me dio por ser actriz. Qué vergüenza a mi intelectualidad aparente.
La mayoría de los niños del planeta son nadies y solo tienen expectativa de morir la vida. No quieren ser príncipes ni princesas. Tampoco futbolistas o profesoras. La mayoría de los niños del planeta aspiran solo a vivir.
¿Quién nos enseña que lo importante no es lo que hagamos sino con qué corazón lo hacemos? Es un tópico lo que diré, pero necesitamos recordarlo: No somos más por lo que tenemos ni hacemos; valemos sencillamente el peso de nuestro amor.
Cerca o lejos, ¿dónde está África? Depende de para qué es un continente hermano, el colmo del exotismo o el paradigma de la barbarie. El origen del mundo o el fin del mismo. Pero hoy representa la peor sinrazón.