Todos los deportistas de élite son admirados, envidiados, venerados pero a veces se nos olvida lo que hay detrás. El éxito llega como consecuencia de un largo periodo de trabajo en el que, normalmente, no acompañan los ingresos.
Los españoles vivimos dentro de una burbuja más difícil de romper que el matrimonio de Cristina e Iñaki. Da igual las señales que recibamos, éstas no traspasan el caparazón y por eso la razón y el cerebro nunca están conectados.
Mireia Belmonte sigue pulverizando récords y sumando títulos a un palmarés de vértigo.