Además de las temperaturas, de las que Taalas ha dicho que “solo cuentan una parte de la historia”, los indicadores a largo plazo del cambio climático causados por la actividad humana también han crecido en 2016. “Las concentraciones de dióxido de carbono y de metano han aumentado hasta nuevos récords”, ha añadido Taalas.
Este aumento de las temperaturas, que ya batió récords también en 2014 y 2015, se produce el doble de rápido en el Ártico que en el resto del mundo, lo que está causando una gran reducción de los casquetes polares. “La pérdida persistente de hielo del mar está dirigiendo el clima y la circulación de los océanos en otras partes del mundo”, ha afirmado el Secretario General. El informe final de la OMM sobre el clima mundial en 2016 será publicado el próximo mes de marzo.