MyTO

Socialismo

  • Usted debía estar muerto

    Durante un viaje a Cuba, Graham Greene le habló a Fidel Castro del día en que jugó a la ruleta rusa. Gabriel García Márquez fue testigo de aquella conversación y lo contó en un artículo publicado en El País en 1983. El escritor británico le dijo al dictador que había arriesgado los sesos jugando con una vieja pistola de su hermano. “En cuatro ocasiones diferentes”. Entre las dos primeras había pasado una semana y las dos últimas fueron sucesivas. Entre una y otra, Greene sólo había dejado pasar unos minutos.

  • Muerto Fidel, ¿ahora qué?

    La Cuba que deja Fidel a los 90 años no es la misma que dirigió y modeló por casi cinco décadas hasta que abandonó el poder hace diez años. Aún así, para muchos cubanos aunque ya no gobernaba nada ocurría sin su consentimiento. «La muerte de Fidel Castro probablemente acelerará las reformas económicas en curso en Cuba bajo el liderato de su hermano Raúl. Quizás haya que esperar al retiro de Raúl de la presidencia en el 2018, según lo anunciado, para percibir con más claridad si habrá cambios sustanciales en la cúpula dirigente cubana», señala a AFP Jorge Duany, director del Instituto de Investigaciones Cubanas de la Universidad Internacional de Florida.

    Sin dejar de enarbolar la bandera del socialismo más reaccionario, el menor de los Castro, de 85 años, emprendió una modesta, pero histórica, apertura frente al trabajo privado y la inversión extranjera, y una nueva relación «entre iguales» con Estados Unidos, su mayor adversario desde la Guerra Fría. Ahora el interlocutor desde Washington ha cambiado. El dialogante Barack Obama será sustituido por un Donald Trump que ha calificado al desaparecido líder cubano como «dictador brutal» y que durante la campaña aseguró que tumbaría la política del presidente saliente en lo que respecta a La Habana. Sin embargo, Raúl Castro ha insistido en que los cambios previstos se aplicarán paulatinamente, sin políticas de choque, y cuando se den las condiciones necesarias. El cambio se ha iniciado en una isla que sigue anclada en el siglo XX y que ahora debe afrontar cuán alargada será la sombra de Fidel Castro para dar el salto definitivo al siglo XXI. En su última aparición ante el congreso del Partido Comunista de Cuba, el pasado abril, el fundador de la Revolución cubana se despidió del pueblo que tuteló a su medida: “Pronto seré ya como todos los demás, a todos nos llegará nuestro turno”. “Pero quedarán las ideas de los comunistas cubanos”.

    El Gobierno ha declarado nueve días de luto. El lunes y el martes tendrán lugar actos de homenaje en La Habana y el miércoles comenzará el traslado de sus cenizas en una procesión que atravesará la isla hasta llegar a Santiago de Cuba, donde se le dará sepultura en el cementerio donde reposa José Martí, el héroe de la Guerra de Independencia de España.

  • Un PSOE sin ideas

    Un profesor británico sostiene que la película de Disney «La Bella y la Bestia» incita a la violencia doméstica. Su absurda tesis está tan en lo políticamente correcto que creo que ese hombre es del PSOE.

  • Los cinco ¿retos? para el nuevo Gobierno de Rajoy

    Me pide Ignacio Peyró, director de esta sección de El Subjetivo en The Objective, que escriba los que creo que son “los cinco retos principales” a que se enfrenta el nuevo Gobierno de Mariano Rajoy. Uno tiene la sensación de que entender como “retos” algo relacionado con Rajoy acaso ya sea un punto de partida no del todo acertado: uno sospecha que este registrador de la propiedad pontevedrés afronta las cosas más como hace cualquier otro funcionario con los encargos de su oficina, que como un deportista o un héroe clásico se enfrenta a sus “retos”. Pero sea, llamemos por un rato “retos” a esos cartapacios con expedientes que te ha traído a la mesa el jefe de negociado y veamos cuáles son, en mi humilde opinión, los cinco más peliagudos de ellos.

  • Los cinco retos de Rajoy

    Si los diez mandamientos de la ley de Dios se encierran en dos, los cinco retos del nuevo gobierno Rajoy se condensan en uno: solucionar la cuestión catalana. El juicio futuro a Mariano Rajoy –y también a Soraya Sáenz de Santamaría, a quien se le han concedido todos los poderes– dependerá de su habilidad para sortear el escollo del soberanismo. Sin duda, la medida del éxito de un gobierno pasa por responder con el trabajo bien hecho al depósito de fidelidades, afectos y vinculaciones que conforman la historia de una nación. Lo otro –“la casa dividida”, por decirlo al modo evangélico– supondría el fracaso definitivo del empeño democrático de un país que salió del franquismo decidido a dejar atrás el cliché del Spain is different.

  • La paradoja del comediante

    En un audio de la Fundación Juan March (¡ese elitismo gratis!), el poeta Guillermo Carnero menciona ‘La paradoja del comediante’ de Diderot. Lo escuché por casualidad el día en que el exlíder socialista Pedro Sánchez anunció que entregaba su acta de diputado y, en la comparecencia, agachó la cabeza y soltó unos sollozos.

  • A las lágrimas de Sánchez

    Desde que descubrí que la actualidad es ontológicamente incapaz de explicarse a sí misma, leo la prensa deprisa y a nuestros clásicos, despacio. Es más instructivo Ángel Ganivet que Jordi Évole.

  • Susana Díaz, 70

    Viví en calle Ferraz cuatro inmortales años. Compraba libros de geishas y kamikazes en la librería El Aleph, observaba el andar melancólico de Adolfo Marsillach y cruzaba hasta el templo de Debod para degustar, en tardes de cines en versión original, el mejor atardecer de elegante paleta anaranjada de Madrid.

  • Perejil con sangre

    Cuando a Susana le prepararon el Ritz como una mesa en el Orient Express con platería de Cleopatra, llevaba semanas de presidenta andaluza. Aún parecía ir con Griñán, su padrino difunto, en un colmillo o en un tarro. Ante el socialismo desmoralizado y el establishment temeroso del secesionismo, dijo lo que todos querían escuchar, incluso aunque ella votó aquel Estatut. Todavía no había gobernado, no había hecho nada, sólo heredar ese imperio de moscas que es Andalucía. Pero la tomaron por salvadora como tomaron por princesa a la florista de My fair lady: por atrezo, abanicazos de pestañas y frases sobre el tiempo aprendidas frente a una bocina o un loro.

  • Sánchez renuncia a su escaño y anuncia que volverá a presentarse para liderar el PSOE

    «Con mi renuncia al acta deseo contribuir a dar a la política un sentido del compromiso que va más allá de lo personal. Tengo otra visión de hacer política», que tiene más que ver con la nueva política de participación, ha explicado. En otro momento, a punto de romperse ha admitido «cuán dolorosa es la decisión que tomo», asegurando que sintiéndose socialista siempre ha sido un honor formar parte del Grupo Socialista que ahora abandona. «Pero se entenderán que no puedo fallar a mi partido, que no puedo fallar a los millones de votantes que confiaron en el PSOE en las pasadas elecciones generales, a los miles de militantes que confiaron en mí y compartieron con orgullo el camino de decir ‘no es no’ a Mariano Rajoy». Sánchez ha pedido a la gestora que no expulse a los diputados que en la sesión de investidura han anunciado que votarán ‘no’ a Rajoy, rompiendo así la disciplina de voto impuesta por el Comité Federal «y mucho menos romper la alianza con nuestro hermano el PSC», cuya dirección acordó esta semana que los siete diputados voten no a la investidura del líder del PP. «En el PSOE no sobra nadie», ha subrayado. También ha defendido esos votos en contra a Rajoy porque «son la expresión de lo que piensa de forma mayoritaria nuestros votantes y militantes».

    Por último, Sánchez ha mandado un mensaje a la gestora, cuya actuación expira tras la investidura de Rajoy, «Hoy se facilita la presidencia de Rajoy y el lunes la gestora deberá poner fecha y hora para la celebración del Congreso. Queremos votar y como militante de base que paso a ser, dedicaré a partir del lunes todo mi esfuerzo a defender el derecho a votar de toda la militancia».

  • Un PSOE democrático

    El PSOE ha dejado de ser ‘El señor de las moscas’. Ya no rigen los niños en esa selva. Los mayores han descartado el canibalismo democrático y de progreso y, como son mayoría, han impuesto su criterio. Finalmente, ofrecerán una abstención vergonzante que permitirá la reelección de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno.

  • El PSOE o la pena

    En la vida, uno puede ser objeto de ardorosas pasiones capaces de congregar a las masas o del odio más encendido, que siempre doblega y paraliza al enemigo. Puede caer en gracia, como un cómico bendecido, o puede suscitar antipatías, como un villano de cine. Lo que no se puede es dar pena.

  • PSOE: nos une el espanto

    El pasado domingo, en dos suplementos económicos de la prensa generalista, leí dos reportajes interesantísimos. Uno sobre cómo han cambiado los hábitos de consumo en el supermercado y qué nos dice eso de los cambios sociales subyacentes; y otro sobre la distinta forma que tiene de relacionarse con la realidad los Millenials en comparación con las generaciones anteriores. Cambio generacional, tecnologías disruptivas, sostenibilidad de las pensiones, precarización del empleo, aumento de la desigualdad, formas nuevas de proteger al trabajador sin por ello perder competitividad y flexibilidad… Las cuestiones, además de apasionantes, son urgentes, fundamentales para entender y cambiar la realidad inmediata.

  • Borrell y cuenta nueva

    Dicen que es la esperanza lo último que se pierde, pero en España será, en cualquier caso, la socialdemocracia. El PSOE va camino de convertirse en el perfecto sustituto a ese ideal tan nuestro de la nación indestructible, la que lleva años destruyéndose a sí misma para resurgir, una y otra vez, de la ceniza. La explicación a este fenómeno la encuentro al cambiar de lente en el análisis de su declive institucional y político. Y partimos de que no es tal. Más bien, al contrario. El PSOE ha diluido su discurso en la nadería ideológica no por declive, sino por éxito. Sus propuestas estás agotadas  por el simple hecho de haber triunfado, de haber consumido todas las cartas. Desde el primer artículo de la Constitución hasta las últimas resoluciones del juzgado de lo social. ¿Recortes del Estado social? Una vueltecita por el BOE y, como Tomás, toquemos las llagas de la socialdemocracia en cada una de sus disposiciones. Volveremos a creer.

  • Alsasua en la crisis del PSOE

    Hace unos días, una horda de abertzales propinó una paliza a dos guardias civiles y a sus novias en Alsasua. Los agentes compartían una noche de viernes, junto a sus parejas, en un bar de la localidad navarra. Y aunque iban de paisano, alguien los reconoció e identificó como miembros del cuerpo de seguridad. Hicieron falta 50 valientes para mandar a los cuatro al hospital.

  • Prieto, Pedro

    Este es el relato. Había una vez un país cuyo partido socialista se llamaba PSOE y era uno de los más antiguos en su escenario político. También de los más importantes. Importante porque obtenía miles y miles de votos (aunque últimamente renqueaba un tanto), importante (quizá aún más) porque sus fieles habían penetrado en varias capas de la sociedad y usaban allí de poder e influencia. Ahora bien, este partido tenía un problema: era para todos claro que él solito no sería capaz (al menos en los próximos años, probablemente en los próximos lustros, quién sabe si en las próximas décadas) de derrotar electoralmente a los partidos situados a su derecha. Su número de votos apenas superaba el 20 %. A militantes y dirigentes del PSOE les costaba entenderlo: ¿por qué no se les echaba esta esquiva España en sus acogedores brazos?, ¿no eran ellos, a la postre, los que tenían las mejores ideas para ella? (Aunque, a fuer de sinceros, reconozcamos que a muchos de ellos les costaría especificar exactamente cuáles eran tales ideas).

  • Lo tiene merecido

    El PSOE se estrenó en el Parlamento con estas palabras de Pablo Iglesias, quien fue su fundador, dirigidas a Antonio Maura: “Hemos llegado al extremo de considerar que antes que SS suba al poder debemos llegar hasta el atentado personal”. Maura estaba ya en el poder, pero nadie osó acusar nunca a Pablo Iglesias de ser un hombre especialmente brillante. Por cierto, que quince días más tarde, el 22 de julio de 1910, el socialista Manuel Posa Roca disparó a Maura, y le hirió en un brazo y una pierna.

  • La delirante guerra civil del PSOE

    La guerra civil que vive el PSOE es delirante, nefasta para sus intereses y mala para España. Más les vale a todos que no haya elecciones en diciembre porque pueden seguir los pasos de sus homólogos griegos e italianos, o sea, la liquidación por derribo consecuencia de su mala cabeza. A ver cómo termina la refiriega. Pero sería malo para todos que este partido centenario desapareciera, porque es necesaria una formación socialdemócrata y porque de morir ocuparía su papel en la izquierda Podemos, con su populismo y su totalitarismo en vena.

  • Sánchez: expectativas e incentivos

    Vivimos descontando expectativas. Sabemos que los incentivos son imprescindibles en la motivación de las personas, que hay incentivos favorables y también los hay perversos. Son incontables los análisis que explican crisis causadas no tanto por malas condiciones objetivas como por el desplome de mejores expectativas. Y, a la inversa, es bien conocida la felicidad que causa saber que un mal es menor al que se daba por seguro. Si esto es tan obvio, y lo es, ¿por qué no aplicamos este sencillo análisis de expectativas e incentivos al personaje más escrutado hoy en España? Sí, me refiero al ciudadano don Pedro Sánchez y a sus posibilidades de actuación en el Comité Federal que él mismo ha convocado el próximo 1 de octubre.

  • El vértigo de Caracas

    Caracas es una ciudad que puede dar vértigo, no sólo por la altura de sus edificaciones, sino por lo frenético de la dinámica de la vida cotidiana, y sobre todo por la histeria colectiva que genera el ver como cada quien trata de llegarle a su pedazo de renta petrolera.

  • Nueva tendencia en Cuba: fotos con trajes y blusas digitales

    En la isla de Cuba, miles de personas adornan sus documentos de identidad con fotos en las que visten trajes y blusas elegantes que jamás se han puesto. Cada foto, imperceptiblemente alterada, es reveladora de la destreza de sus habitantes para inventarse soluciones técnicas caseras a los problemas de una isla acosada por los problemas económicos. «Nos dimos cuenta que a la gente le gustaba más el tema de trajes digitales», dijo. «Teníamos tres combinaciones para poner y otros diez digitales», ha revelado Lian Marrero, un electricista de 27 años que regenta un estudio en un cuarto de la vivienda. El artista ha agregado que aunque la demanda de fotos alteradas ha disminuido a medida que más oficinas cubanas adquieren los equipos para tomar fotos, muchos consulados aún requieren que los solicitantes de visas traigan sus propios retratos, por lo que el negocio sigue floreciendo.

  • No sin los “radicales”

    Mientras leía unas declaraciones de Lula hablando bien del opositor venezolano Henrique Capriles y sugiriendo a Maduro la creación de un gobierno de coalición, noté como mi vello se erizaba.

  • Hugo no quería morir

    Al chavismo le está pasando lo mismo que a su fundador: tampoco quiere morirse. Nicolás Maduro debe andar preguntando a los pajarillos de la mansión presidencial por un final acorde a sus delirios socialistas.

  • Maduro: ordeño y mango

    El máximo exponente del socialismo caribeño de chándal va camino de convertirse en presidente plenipotenciario por los medios habitualmente chuscos del comunismo bananero

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