En 1976, cuando España empezaba a cumplir el sueño de integrarse con las grandes naciones europeas, Suecia daba por finalizado su programa oficial de esterilización forzosa. A nuestro país no llegó esa ola de progreso porque éramos aún un país católico y, por tanto, atrasado.
Dos Myrdal, dos premios Nobel, Alba de la Paz y Gunnar de Economía, fueron los principales impulsores del programa de esterilización forzosa de Suecia entre 1935 y 1976 que quitó a 60.000 mujeres su derecho a reproducirse. Para la socióloga y su marido, la construcción de un Estado de Bienestar y la mejora de la raza de la mano del Estado eran dos aspectos de una misma forma de pensar. La esterilización forzosa limpiaría la sociedad de personas inferiores; idiotas, locos, promiscuos, improductivos. Unos esfuerzos de higiene social que se centraron en los más pobres. La lucha contra la pobreza en todo su sentido.