La corrupción de los sentimientos morales
«¿Frenará el Gobierno de mayoría socialista las ambiciones electorales de Podemos de unirse a los independentistas para ocupar el poder en el País Vasco y Cataluña?»
«¿Frenará el Gobierno de mayoría socialista las ambiciones electorales de Podemos de unirse a los independentistas para ocupar el poder en el País Vasco y Cataluña?»
«A la crisis sanitaria de la que estamos saliendo y a la económica en la que nos adentramos se ha venido a sumar una tercera no menos grave: una crisis moral»»»
«Si el Gobierno fía todos sus planes a la ayuda que ha de venir de Europa, ¿qué hace promoviendo la confusión y dinamitando la unidad?»
«El primer término alternativo a desescalada que ofrece la RAE, reducir, bien se podría aplicar al bronco y cada vez más polarizado debate político»
«El mundo post COVID-19 no será igual al de hace escasas semanas. Pero en nuestra mano está que se parezca más al surgido tras la II Guerra Mundial que al posterior al crash de 1929»
«Todos los gobiernos se afanan por encontrar soluciones para parar esta sangría y evitar una recesión que, de prolongarse esta incertidumbre, se vislumbra peor que la que provocó la crisis financiera de 2008»
«Aparentemente el covid-19 se comporta de forma similar a cualquier otro virus de gripe común en lo respecta a sus síntomas. Es su rápida capacidad de propagación lo que genera la alarma»
El exdiputado de Ciudadanos es el invitado de la segunda edición de ‘En la cuerda floja’, el nuevo programa de The Objective LIVE Podcast presentado por Victoria Carvajal
El exdiputado de Ciudadanos es el invitado de la segunda edición de ‘En la cuerda floja’, el nuevo programa de The Objective LIVE Podcast presentado por Victoria Carvajal
«En cada foro en el que participa o entrevista que concede, el mensaje de Nadia Calviño es el mismo: no hay motivo para la alarma»
José María de Areilza es el invitado de ‘En la cuerda floja’, el nuevo programa de The Objective LIVE Podcast presentado por Victoria Carvajal
José María de Areilza es el invitado de ‘En la cuerda floja’, el nuevo programa de The Objective LIVE Podcast presentado por Victoria Carvajal
«Sigue el culebrón. Y como todo culebrón que se precie el guión se escribe sobre la marcha, según la aceptación del público»
«Cohen es el precursor de un movimiento favorable a reformar el capitalismo que hoy se extiende a ambos lados del Atlántico»
«Hay motivos para ser moderadamente optimistas de cara a 2020»
No hay consenso sobre si se trata de un bache pasajero o de si estamos al borde de entrar otra vez en recesión
«La encargada de promocionar el libre comercio y derribar barreras se convierte en aliada del enemigo ‘number one’ del orden multilateral»
«De patrañas es de los que van los populismos. Agitan miedos, buscan culpables, tensionan el sistema, deslegitiman las instituciones…»
Hace escasos años eran frecuentes las manifestaciones antiglobalización con motivo de cualquier cumbre multilateral. Pero ahora que las relaciones comerciales abiertas se ven amenazadas y el multilateralismo está en crisis debido al auge del proteccionismo y el nacionalismo, estas se antojan protestas de un pasado remoto.
LA política de precios bajos de la OPEP en los últimos años ha sido decisiva para facilitar la salida de la crisis
Ante la posibilidad de que el PSOE consiga formar Gobierno con Podemos y Compromís, puede ser útil conocer las razones del éxito económico de la coalición de los socialistas con la extrema izquierda en Portugal
Donald Trump quiere que el presidente de la Fed, nombrado por él nada más llegar al poder, le obedezca
Sea cual sea el desenlace final, la marcha de los representantes británicos de las instituciones comunes puede hacer zozobrar el equilibrio que ha existido en la Unión Europea
Cuando Mario Draghi deje la presidencia del Banco Central Europeo (BCE) tras ocho años de mandato no habrá subido nunca los tipos de interés de la eurozona. Sólo los habrá bajado y a mínimos históricos. ¿Es esto bueno o malo? Pues regular. Porque lo que significa es que el crecimiento que registra el bloque desde 2014 no ha sido ni va a ser este año tampoco una amenaza para la inflación, la principal preocupación del banco emisor.
El Líbano, ese pedacito de Oriente Medio con dos importantes puertos, Trípoli y Beirut, recibe inversiones de todos ellos.
Han sido cuatro años de crecimiento estable. Pero se han pasado volando. Tras salir de la Gran Recesión, que en el caso de España abarcó de 2008 a 2014, cuesta aceptar que de nuevo se hable de crisis
El Gobierno de Pedro Sánchez prevé un récord de ingresos fiscales para financiar el alza del gasto social. ¿Récord? ¿Cómo? Más allá de sus loables intenciones de compensar los desequilibrios en el reparto de las rentas que produjo la crisis y que no corrigió la recuperación, las ministras de Hacienda y Economía parecen querer ignorar una realidad: la recurrente corrección a la baja de las previsiones de crecimiento.
2018 cierra con la adopción de dos medidas que pondrán a prueba la fortaleza de la unión monetaria a partir del próximo 1 de enero cuando cumpla 20 años de existencia. Tal y como estaba previsto, el Banco Central Europeo (BCE) pone fin a su programa de compra de deuda de las diecinueve economías que forman la zona euro. A modo de relevo, sus gobiernos han pactado hace pocos días un descafeinado acuerdo sobre los mecanismos de defensa de la moneda común, que supone algunos avances en la unión bancaria pero deja en el aire la deseada integración fiscal.
Cuando la violación de los derechos humanos por el régimen ‘x’ se justifica por simpatía ideológica, ¿sirve de algo recordar los datos? Las cifras y estadísticas de la Venezuela de Nicolás Maduro son tan incontestables y demoledoras que resulta inexplicable, por no decir obsceno, que aún haya alguien que alabe las conquistas de ese régimen e ignore el padecimiento de su población. El PIB del país se ha reducido a la mitad desde que Maduro accedió a la presidencia hace cinco años, una caída comparable a la de la Gran Depresión, su déficit público alcanza el 30% del PIB, se ha declarado insolvente para pagar su deuda exterior y los precios se multiplican por un millón al año, (una hiperinflación similar a la registrada en la Alemania de Weimar que precedió a la II Guerra Mundial).
Primero Turquía. Luego Argentina. Tras la huida masiva de capital de estas economías y la vertiginosa depreciación de sus monedas, ahora se vive un momento de calma tensa. Un diagnóstico irritante que manejan sin piedad quienes operan en los mercados. ¿Piedad? ¿Mercados? Dos conceptos que probablemente no casan bien, ¿cierto? Y ahora es el turno de Brasil, que celebra sus elecciones presidenciales este domingo. El país más poblado de Latinoamérica ha salido tímidamente de la recesión de 2015-16 pero acumula preocupantes desequilibrios…
La cita del gran economista condensa el pensamiento liberal progresista, tristemente eclipsado hoy por el alza de los populismos, y puede servirnos de guía para valorar la evolución de la economía mundial al cumplirse diez años del estallido de la crisis financiera y analizar cuáles son las incertidumbres que se ciernen sobre la misma y más en concreto sobre la economía española. Pero vayamos de lo general a lo concreto.
La frase «¡queremos flan!» se ha convertido en un movimiento viral en las redes y recientemente en las calles de Buenos Aires, donde miles de manifestantes claman porque el Senado retire el aforamiento a la anterior presidenta para que sea juzgada por los múltiples casos de corrupción en los que está siendo investigada.
Pero que ha servido para alimentar el imaginario turco en contra de Occidente e inflamar el tan arraigado orgullo nacionalista en sus 81 millones de habitantes. Es lo que los académicos conocedores de esa sociedad identifican de hecho como el síndrome de Sévres.
Hace dos semanas fallé a El Subjetivo en la entrega de mi texto (esa es la periodicidad con la que escribo). La razón: una mujer que se escabulló del control de seguridad en el aeropuerto de Munich provocó el cierre del mismo durante cuatro horas y la cancelación de 300 vuelos y retención de cerca de 50.000 pasajeros y sus respectivas maletas. Entre ellos, mi familia y yo. Aquello fue el caos. Mayúsculo, teniendo que empezaban las vacaciones de verano en el land de Baviera (en Alemania los länder se turnan el comienzo de las mismas para dosificar el mogollón que provoca el éxodo vacacional en los medios de transporte del país). Y una muestra de nuestra vulnerabilidad en esta reciente época de inseguridad y paranoia terrorista que vive Occidente. Mi colaboración se quedó sin enviar atrapada en el ordenador que cargaba mientras hacía la cola interminable del servicio de atención al cliente de Lufthansa. El episodio convirtió nuestro prometedor viaje a Turquía en una auténtica pesadilla.
Como Django en la peli de Tarantino, Trump está desencadenado. Pero así como el esclavo liberado tenía motivos para querer eliminar a todo capataz y dueño de plantación empeñado en perpetuar la esclavitud recién abolida, las razones de Donald Trump para atacar a sus aliados y acabar con el orden mundial tal y como lo conocemos son un arcano. Cabe preguntarse si las potencias occidentales están subestimando la capacidad de destrozo del hombre. Es comprensible que quieran creer que las barbaridades que suelta en su cuenta de Twitter no se van a concretar en las reuniones cara a cara, que su retórica belicosa va dirigida a sus votantes y que luego será business as usual, pues a los aliados de Occidente vencedores de la II Guerra Mundial les unen 70 años de prosperidad y éxito como modelo económico y social que tumbó al comunismo, además de fuertes lazos culturales, históricos y estratégicos. Sin embargo, en su reciente visita de menos de 48 horas a Europa, Trump ha amenazado con abandonar la OTAN, insultado la Alemania de Angela Merkel («está controlada por Rusia»), se ha burlado del presidente francés Emmanuel Macron («debe de decir cosas interesantes, pero no le entiendo») y puesto contra las cuerdas al frágil gobierno de Theresa May, a quien advirtió que si seguía adelante con el Brexit suave propuesto por su Ejecutivo perdería su estatus de socio especial (término que ha definido las relaciones de ambos países desde el famoso discurso de Winston Churchill sobre el Telón de Acero en Fulton, Missouri, en 1946), al tiempo que se declaraba admirador del desleal y recién dimitido ministro de Exteriores, Boris Johnson. Ni que Trump estuviera siguiendo un guion escrito por el mismísimo presidente ruso, Vladimir Putin, con quien se reunió a puerta cerrada este lunes y que ha dado sobradas muestras de su deseo de debilitar la Unión Europea. Inevitable preguntarse si le paga así el favor de ayudarle a ganar las elecciones presidenciales, como sospechan muchos.
¿Por qué mola más identificar un cuadro de Matisse o una sinfonía de Mahler que conocer lo que es una molécula, una célula o las aplicaciones de un material revolucionario llamado grafeno que tiene el grosor de un átomo?
No hay mucho margen para el optimismo pero el recuperado protagonismo de la Organización Mundial de Comercio (OMC) puede indicar que hay instituciones multilaterales que aún tienen un importante papel que jugar cuando las cosas se ponen verdaderamente feas.
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