Dabiz Muñoz: "La especia que alimenta mi vida es la ambición"
Dabiz consiguió su primera estrella en 2010; la segunda, apenas dos años después, y la tercera en 2013. La ambición es lo que mueve a este mediático cocinero, que tiene dos restaurantes en Madrid (DiverXO y StretXO) y otro en Londres
DiverXO presume de ser el único restaurante de Madrid dirigido por un chef con tres estrellas Michelín, Dabiz Muñoz, y eso se nota, siempre está lleno. Se puede reservar a través de su web, pero seguramente no encuentres mesa libre, al menos, hasta dentro de seis meses. Dabiz consiguió su primera estrella en 2010; la segunda, apenas dos años después, y la tercera en 2013. La ambición es lo que mueve a este mediático cocinero, que tiene dos restaurantes en Madrid (DiverXO y StretXO) y otro en Londres, pero que ya planea inaugurar en 2018 otro en la capital española. Dabiz nos ha abierto las puertas de «su templo», DiverXO.
De puertas hacia fuera, se respira tranquilidad, un trato exquisito, exclusividad; de puertas hacia adentro, la cocina de DiverXO es un hervidero, la gente no para, los fuegos están a tope, cada trabajador, centrado en una tarea, y los camareros hacen «malabarismos» para no chocar con nadie y sacar los platos preparados. El resultado final es, sin duda, extraordinario, todo llega perfecto a la mesa de los comensales.
¿ Alguna vez imaginaste estar en la cúspide de la gastronomía española?
No sé si lo que me he imaginado es estar en la cúspide de nada. Yo siempre he soñado grande y sigo haciéndolo, he soñado con hacer grandes cosas que tenían que ver con DiverXO, al igual que ahora tienen que ver con StreetXO, o con todo lo que hagamos. Lo importante es que siempre he tenido claro que cuanto más grande sueñas, más grandes son los sacrificios, y he sido consecuente con ello. Así funciono yo, a través de grandes retos y objetivos que me voy marcando.
¿Qué nos puedes contar de la apertura de un nuevo restaurante en Madrid?
Pues os puedo contar poco, pero estará abierto a comienzos del verano de 2018, que no se parecerá en nada a DiverXO y StreetXO y que creo que va a redefinir un poco nuestras propias reglas dentro del mundo ‘XO’ otra vez.
¿Cuál es la especia esencial en tu vida?
Per se no es solo una especia, es una mezcla de especias, que es el curry tailandés. Puede ser una mezcla de entre dos y 15 especias secas y otros seis u ocho condimentos húmedos. Quizá este sería el paquete de especias sin el que no podría vivir. Que no sea per se, la especia que alimenta mi vida es la ambición.
¿Cuál es el precio de la ambición?
Creo que la ambición es necesaria para progresar, cada uno tiene su concepto de vida y cada uno tiene sus retos y objetivos en la vida. Pongo en una balanza lo que he perdido y lo que he ganado, y soy muy feliz. A mí nadie me ha obligado nunca a hacer nada de lo que hago, lo he hecho siempre porque así me ha salido hacerlo y es verdad que yo soy un tipo muy ambicioso, terriblemente competitivo y que siempre tengo ganas y hambre de más. Esto, evidentemente, tiene consecuencias pero, a mí, siempre me ha merecido la pena.
¿Vale la pena renunciar a algunas cosas?
No conozco a nadie que haya querido conseguir algo y a base de constancia y perseverancia no lo haya conseguido, lo que pasa es que cuando hablamos de esto, a veces la constancia y la perseverancia suponen 15 años de tu vida. ¿Estás dispuesto a hacerlo? Esa es la pregunta. Eso ya es muy personal de cada uno, no creo que nadie sea mejor o peor por ambicionar más o ambicionar menos. Lo que sí creo es que hay que ser consecuente. No concibo el éxito sin un trabajo muy duro detrás.
Una de las lacras que quizá haya detrás de la ambición es la falsa modestia. No pasa nada porque seas ambicioso y a la vez seas consciente de que lo que haces lo haces bien, otra cosa es que caigas en el error de decir que eres el mejor o que eres mejor que el de al lado. Esto es muy subjetivo y no creo en este tipo de valoraciones absolutas. Lo que si que estoy de acuerdo es con competir con uno mismo, cada día ser mejor que tu día anterior, aunque a veces sea difícil de gestionar.
¿Qué le dirías a un aspirante a chef?
Sobre todo, si quieres ser cocinero, es porque te gusta mucho cocinar, te gusta hacer feliz a un tercero y tienes pasión por lo que haces. En este sentido, todos los programas de televisión de cocina han tenido muchas cosas buenas, pondero muy positivamente el impacto y la repercusión que han tenido sobre la sociedad y sobre la cultura gastronómica que tenemos en España. Quizá la parte más difícil de gestionar que han tenido estos programas y el boom gastronómico es que muchos chicos y chicas jóvenes, cuando quieren ser cocineros, solamente piensan en el éxito mediático y el reconocimiento social, y eso es un error. A cualquier chico joven que quiera ser cocinero le diría que nunca persiga ese reconocimiento, que ese éxito mediático tiene que ser la consecuencia de lo que hace y nunca tiene que ser el fin.
¿Cómo lograr el éxito en esta profesión?
Yo nunca busqué el éxito, nunca busqué el reconocimiento social, lo que buscaba es tener el éxito de ver mi restaurante lleno cada día, todas las sillas. Para mí, ese ha sido y es el gran éxito. Me voy muy feliz a mi casa cuando tengo los tres restaurantes llenos, que a día de hoy lo están siempre, y sobre todo cuando la gente que ha venido a comer te dice que es espectacular y le ha encantado. Para mí, esa es la definición de éxito en mi profesión.
¿Cómo es colaborar con la ONG ‘Un inicio’?
En un principio empezamos a colaborar con la ONG Cesal, pero luego hubo una escisión en la organización y continuamos trabajando con la ONG ‘Un inicio’, que al frente de ella está Eduardo Roselló, un tipo que conocí hace ocho años, un loco que se dedicaba a la docencia y que hace dos años lo dejó para montar su propia forma de entender la ayuda a chicos que están en riesgo de exclusión social, a través de la cocina. Él no sabía nada de cocina hace ocho años, pero a base de ser un tipo con mucha constancia y muy terco, estuvo trabajando en DiverXO y otros restaurantes, consiguió aprender.
¿Y con Eduardo Roselló?
Roselló tiene mucha hambre por conseguir cosas en ese mundo de la ayuda social. Yo me siento muy vinculado a él y a todo lo que haga él; colaboro con Eduardo en muchas cosas que se ven y en otras muchas que no se ven. Creo mucho más en las personas que en los discursos y en lo que sucede de puertas hacia afuera. Edu es un tipo al que merece la pena conocer y seguir.
¿Una causa por la que merezca la pena luchar?
A lo largo del año colaboro con muchas causas. Tengo un amigo que se llama Carlos Matallanas y tiene Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), una enfermedad terrible que a día de hoy no tiene cura y no tiene un tratamiento definido. Carlos es amigo mío de la infancia, jugábamos juntos al fútbol, pero después perdimos el contacto. Años después supe de él a raíz de su enfermedad. La ELA es una enfermedad que es muy fastidiada, poco a poco te va menguando y mermando las posibilidades físicas y en ocasiones las psicológicas. Es una enfermedad muy triste y por la que merece la pena luchar.