Verano en Berlín o la brevedad de las estaciones 

“Verano estaba en camino; Jem y yo lo esperábamos con impaciencia. El verano era nuestra mejor estación: era dormir en catres en el porche trasero, o tratar de dormir en la casa del árbol; verano era todo lo bueno que hay de comer, eran miles de colores en un paisaje sediento”

―Harper Lee, Matar a un ruiseñor

En verano cada cielo amanece distinto, y aunque no es una temporada con calendarios comunes entre todos los continentes es lo suficientemente similar en su estampa para crear tradiciones y relatos familiares. Ahora, ni los recuerdos ni los veranos son iguales en todas partes, porque cada mente vive el verano a su manera, porque cada país se aferra a sus escondites estacionales con intensidades diferentes. Hay quienes lo viven esperando que se termine, hay otros que como Pablo Neruda saborean a julio en un silencio verde lleno de mariposas.

En Europa el verano puede ser desde increíble hasta incómodo; incómodamente increíble e increíblemente incómodo son dicciones que podrían aplicar, y Alemania puede llegar a ser igual de caluroso que Madrid o Barcelona en el trimestre veraniego, pero su capital Berlín tiene un carácter particular que reitera su esencia incluso con la condensación de las nubes. 

En Berlín el verano puede durar lo que dura la luz del día en invierno, es algo fugaz pero mágico como la ciudad. Las olas de calor en donde te deshidratas con tan solo mirar hacia el sol son poco comunes, y durante la mitad de la temporada las lluvias y el olor a tierra mojada están más presentes que los días donde los bañadores hacen de protagonistas. Sin embargo, hay un par de semanas seguidas en donde el clima caribeño se apodera de la ciudad y sus habitantes no dudan dos veces en salir a entenderse con los parques y los lagos, en donde las costumbres veraniegas salen a flote y hay una lista de acciones que tienen mucho más sentido cuando la temperatura sube de los familiares 13 grados.

En esta lista te dejamos a Berlín en un bocado de sol, y todas las cosas que los berlineses, auténticos y adoptados, corren–literalmente– a hacer cuando los meses recuerdan que es hora de entenderse con la brevedad del verano.

Karaoke en el Mauerpark

Literalmente traducido al español como El parque del muro, debido a que el Muro de Berlín solía franquear parte de sus cuadras, el Mauerpark se encuentra en la antigua franja de la muerte de la Alemania dividida. El muro levantado en 1961 constituía la frontera entre la antigua zona de Prenzlauer Berg y Wedding, en donde actualmente se encuentra el parque. Este lugar es literalmente una olla de historias en donde alguna vez se ubicó la vieja estación del Ferrocarril del Norte o Nordbahnhof, la cual conectaba a Berlín con el mar Báltico y en donde luego de la construcción del Muro algunas plataformas servían a los residentes de Berlín Occidental para ver una parte de Berlín Oriental.

Hoy en día el terreno que planea convertirse en un parque de 15 hectáreas para el 2019 tiene varias tradiciones que son casi obligatorias en la ciudad, y una de las actividades más esperadas del verano es el Bearpit Karaoke Show, una costumbre ahora tan legendaria como la historia del parque.  Desde el 2009 todos los domingos por la tarde, entre los meses de primavera, verano y otoño si deseas cantar frente a miles de personas solo te tienes que parar en el centro del anfiteatro y asimilar tus cinco minutos de fama. La esencia es mezclar lo casual de un karaoke al aire libre con el comienzo del verano para descubrir decenas de talentos ocultos que se dan cita en el medio de una ola de cuerpos que bailan al ritmo del sol y el valiente de turno.

Además de esto cada domingo desde el 2004 se exhibe el Flohmarkt am Mauerpark o Mercado de las pulgas, en donde curiosidades, manualidades, antigüedades y todo lo que incluya el término vintage se expone para la atracción de turistas y locales por igual.

Bailar con el cielo como techado en los Open Airs

El verano significa aire libre, y en una ciudad donde la música y especialmente el género Techno tienen una rama de ponentes enorme, la oportunidad para bailar con el cielo como principal protección es una de las actividades más populares. Además de los clásicos tragos en la terraza, a Berlín particularmente le encantan las raves al aire libre. Estas son fiestas que inician con la luz del día, normalmente a partir de las 12 del mediodía, y que bien podrían tener como leitmotiv al baile que evita la sombra.

En esta temporada hay decenas de eventos como este todos los fines de semana, para todos los gustos y colores, desde pequeños pero planeados venues hasta los grandes open airs en clubes que abren sus alas exclusivamente en verano como Berghain o Kater Blau.

No importa cual elijas lo importante es que la cerveza este fría y los abrigos se queden en casa.

Beber en las afueras de tu Späti local

Los Späti o Spätkauf en Berlín son casi una institución local. Estas son básicamente mini tiendas-mercados que abren las 24 horas al día y que venden licores, snacks y todo lo que se te pueda antojar a las 2 de la mañana de lunes a domingo y con horarios muy permisivos.  Estos Spätis se encuentran en cada esquina, cada calle y cada rincón de Berlín, y por lo menos cada par de cuadras puedes encontrarte con las provisiones que ofrecen. Para Berlín los Spätis son esenciales, especialmente los fines de semana, y en verano además de continuar con su función de despachadores locales, muchos Spätis colocan sillas y mesas en las afueras de sus inmediaciones.

Puede parecer algo muy simple pero ya que estos no son restaurantes ni locales, sino más bien paradas necesarias pero cortas en el camino, es curioso cuando el verano llega e invita a los clientes a quedarse más tiempo del necesario y usar el local como una especie de sala de espera pública para conversar y recargar bebidas/energías mientras se entienden con su destino final. 

De botes y canoas en medio de la ciudad

Un clásico de los países europeos que no tienen el mar salado demasiado cerca son los lagos. En Berlín la mayoría se encuentran en las periferias de la ciudad o a un par de horas en carro, también hay muchos que se encuentran dentro de grandes parques en el centro aunque no es recomendable bañarse en ellos.

Ya que la arena y el mar no son un elemento característico en la ciudad, lo más cercano son los viajes en botes y canoas.

Una de las opciones centrales con relación a Berlín es el Treptower Park, un gigante espacio con el lago justo al frente y una consumada línea de comida callejera que ofrece platos típicos de diferentes países incluyendo Argentina, Venezuela, Italia y México. Aquí los botes anclados en la orilla durante invierno aprovechan para recorrer el lago.

Los lagos abundan en Berlín y el Krume Lanke, Plötzensee o Müggelsee son solo el inicio de la lista, es tan sencillo como alquilar uno de estos con familia o grupo de amigos y pasar el día con el ritmo del agua a tus pies. 

Los jardines de cervezas o los Biergärten

Los Biergärten son un clásico entre los meses de abril y septiembre en Alemania, y mientras el día este más caluroso la gente parece disfrutarlo con mayor entusiasmo. Estos son espacios con mesas y jardines al aire libre en donde las personas se sientan a disfrutar de la vibra del verano mientras dura la luz del día, es decir entre 5 y 10 de la noche, pedir algunos aperitivos tradicionales, tomar vino o cerveza y simplemente hacer conversación.

La protagonista aquí es la cerveza. Entre mesas y bancos de madera, sillas plegables o de playa y rodeados de árboles en un suelo de gravilla los Biergärten actúan como espacio común para el esparcimiento en verano. Esta tradición procede de Munich y en Berlín lugares como el Prater o el Café Am Neuen See aportan toda la experiencia tradicional que puede ofrecer un Biergärten en una tarde de verano.

Playas de agua dulce o piscinas en el medio de la ciudad

Otras de las opciones para estar cerca del agua en verano son las playas de agua dulce o de lago. Muchos de estos lugares tienen arena artificial; el Strandbad Grünau por ejemplo está escondido en el más profundo de Berlín oriental. Otros sitios más populares y poblados como el Strandbad Wannsee, Weißensee, Schlachtensee y Liepnitzsee son lugares a los que se recurre en Berlín para nadar y disfrutar del agua. Normalmente mientras más alejado este mejor.

Además está el Badeschiff, una piscina flotante vertical acomodada en medio de la ciudad que en verano se llena de locales y turistas por igual. Esta es además una de las piscinas públicas más famosas de Europa por su arquitectura, con  32.50 de ancho y unos 295 metros cúbicos de agua el Badeschiff es ideal para tumbarse en las hamacas y broncearse casi como si tuvieras la playa al frente.

Por último, aunque no tanto una tradición como un hecho, en verano en Berlín hay que entender que los paraguas siempre serán necesarios. Los días lluviosos son una constante en la ciudad y básicamente hay dos cosas para las cuales sus habitantes se preparan en verano además de las opciones arriba mencionadas: la lluvia y por supuesto los festivales de música.

Aunque los últimos tienen presencia en toda Europa y Berlín tiene tantas opciones como puede tener España o Suiza, tal vez más que una tradición permanezca como una opción para los amantes de la música y la adrenalina.