Carlos Right, de OT 2018: "Por cantar no eres más que alguien que está cortando pollo, como mi madre"

Para Carlos Right (Esplugues de Llobregat, 1993) todo ha cambiado para seguir igual. Su vida ha dado un vuelco para continuar siendo la misma. «Yo me dedicaba a la publicidad y al marketing. La única diferencia es que ahora en vez de estar en una oficina estoy de gira, firmando discos o en una entrevista», dice en las oficinas de Universal Spain en Madrid. Right salió hace unos meses de uno de los programas con más éxito de la televisión de los últimos años. Operación Triunfo ha sido la tirolina que ha llevado a un «chaval normal» al escenario mediático.

En su constante vital de paradojas, fue el último, y ha sido también el primero, en llegar. Entró en la academia de OT 2018 con el número 19, como suplente, cuando uno de sus compañeros decidió abandonar para seguir con su carrera de Medicina. Ahora es el primero de su edición en sacar álbum. Se llama Atracción, tiene 10 canciones, dos colaboraciones (de Juan Magán y de Yera) y mucho reguetón. «Fue una sorpresa que Universal confiara tanto en mí y me dijera vamos a sacar disco ya».

En solo unos meses, Carlos Ruiz ha pasado de ser un fan acérrimo del Espanyol, un tío tan optimista que convirtió all right en su lema cuando aprendía inglés en Reino Unido, un chaval que dejó su trabajo para darle una oportunidad a la música y que se ríe al recordar que planteaba irse a Tailandia a «cuidar monos», a ser un chico de 25 años con un álbum en el mercado, al que le siguen las andanzas más de 300.000 personas en redes sociales y que consigue más de un millón de reproducciones en los temas que saca.

—¿Cuesta mantener los pies en el suelo?

—Para nada. Yo soy muy normal. Siempre utilizo la palabra normal como algo buenísimo, es muy difícil hoy en día encontrar a alguien normal. Antes yo antes trabajaba en comunicación, ahora me dedico a subirme a un escenario y cantar, pero yo quiero mi vida normal, mis amigos de siempre, mi familia. No tiene por qué subirse nada. Tú haces tu trabajo y no eres más que nadie porque tú estés cantando y otra persona esté cortando el pelo o cortando pollo, como mi madre. Hay gente que te para por la calle y te dice tú eres famoso, ¿no? No, yo soy músico, yo soy cantante. ¿Qué es ser famoso?

Right concede que, aún sin tener muchos haters, la vida le ha cambiado en que ya no puede «hacer lo que quiera porque todo el mundo lo ve«. «Tienes que ir con cuidado, si estás en una discoteca o tomando algo, no puedes pasarte ni hacer nada raro».

—¿No puedes ir borracho?

—Yo intento que no. Antes no me emborracha tampoco mucho. Pero fuera de alcohol, quiero decir, que tienes una repercusión. Me corto el pelo y a la gente le sabe fatal que yo me corte el pelo, yo me hago un tatuaje y a la gente le sabe fatal, y por qué, y por qué. Me gustaría hacer cosas sin que la gente opinara, pero es inevitable. Y yo entiendo que eso es buenísimo para lo que me quiero dedicar.

A los rumores, por ejemplo, sobre si tenía una relación con su compañera Julia Medina, Carlos no les da importancia. «Yo creo que me han relacionado ya con toda España, con gente que no conozco, es muy fuerte. En el caso de Julia, a ver, yo no tengo pareja, a mí no me supuso tanto problema como a ella. Julia es mi amiga igual que lo es Noelia, igual que lo es Dave. Me relacionan con ella y también con otras personas que son amigas. No entro al trapo ni nada. En el momento en el que yo esté con alguien bien, me verán por la calle y lo sabrán. No tengo ningún problema».

Para amortiguar el aterrizaje en el nuevo escenario, el programa les prepara antes de su salida. «Te dicen a ti se te ha visto más así o de ti se ha comentado más esto». Al salir te encuentras un poco raro porque en OT no podíamos estar solos: si estábamos en los ensayos e íbamos a plató, nos llevaban al lavabo de la mano para que no nos perdiéramos. Todo era así. Entonces sales y te dicen que tienes que estar en la estación de Sants a tal hora y mi reacción fue: ‘¿Cómo voy a ir yo solo?'».

Tiene detrás en todo momento a un equipo que lo acompaña y aconseja. “Soy muy impulsivo y muy impaciente y quiero las cosas ya. Saco una canción y quiero que esté ya en todos sitios y trabajo mucho para ello. El consejo que me da la gente que está a mi lado es: ‘Tranquilo, que estamos haciendo las cosas bien, todo va a salir’. Salimos de un programa en el que la inmediatez cuenta muchísimo y no vale con hacer las cosas bien. Mi madre siempre me dice, pero no hagas las cosas rápido y mal, y yo le digo que hay que hacerlo rápido y bien”.

Operación Triunfo regresó en octubre con una nueva edición apenas unos meses después de la que le permitió reconquistar la fama. Al listón de una generación de triunfitos como Amaia, Aitana, Cepeda, Alfred o Miriam —triunfando en seguidores, giras y discos—, se enfrentaba la nueva hornada de jóvenes que entraron en 2018 a la academia de OT. «Yo no vi Operación Triunfo el año pasado. No vi el programa, conocía algo porque me salían cosas en Instagram. Así que a mí no me influyó en nada. He vivido mi estancia en la academia tan tranquilo, sin pensar en nadie. Pero yo soy así, yo no pienso nada, no me meto con nadie, no hablo de nadie, yo voy a mi rollo, a mi bola, me llevo bien con todo el mundo. Aquí paz y después gloria». 

—Ahora que tienes un altavoz mediático y hay mucha gente que te escucha, ¿qué te gustaría decir?

—Te podría decir que hay que acabar con la pobreza en el mundo, que hay que reivindicar más el feminismo… Pero lo más importante es vivir y dejar vivir, sé respetuoso con los demás. Todo el mundo se cree con derecho de opinar sobre los demás. Ser uno mismo, estar tranquilo con lo que haces. Es más fácil querer que odiar. Dejarse de envidias. Respeto.