7 Tips para cuidar a tu perro en invierno
Las temperaturas mínimas se desploman. El temporal de viento, nieve y lluvia pone en aviso a varias provincias y nos obliga a extremar las medidas de seguridad necesarias para evitar las enfermedades respiratorias y los procesos catarrales, especialmente en el caso de los niños y de las personas mayores de 65 años, para quienes el invierno puede ser una auténtica amenaza. Los perros, en cambio, suelen ser los grandes olvidados, cuando la realidad es que el frío puede ser tan duro para ellos como para nosotros. A veces incluso más.
Las temperaturas mínimas se desploman. El temporal de viento, nieve y lluvia pone en aviso a varias provincias y nos obliga a extremar las medidas de seguridad necesarias para evitar las enfermedades respiratorias y los procesos catarrales, especialmente en el caso de los niños y de las personas mayores de 65 años, para quienes el invierno puede ser una auténtica amenaza. Los perros, en cambio, suelen ser los grandes olvidados, cuando la realidad es que el frío puede ser tan duro para ellos como para nosotros. A veces incluso más.
Algunas razas (pocas) tienen un pelaje grueso que las protege de las bajas temperaturas de forma natural, pero incluso en esos casos debemos prestar atención a las zonas que están más expuestas como las orejas y las almohadillas. Si tú tienes frío, lo más probable es que tu perro también. No hay que esperar que tiemble o lloriquee para ofrecerle abrigo. Sin embargo, el frío no es el único aspecto que debemos controlar. Para evitar complicaciones y garantizar que tu perro pasa un buen invierno, sigue estas recomendaciones:
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Cuida su alimentación.
Es cierto que para combatir el frío se consumen más calorías, pero por lo general el nivel de actividad física disminuye durante los meses de invierno y corremos el riesgo de sobrealimentar al animal. Por eso es importante ajustar la cantidad de comida a sus necesidades, eligiendo siempre el alimento que mejor se ajuste a su edad, su tamaño, su peso y su estilo de vida.
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Mantenlo hidratado.
Para evitar la deshidratación y la tentación de comer nieve o beber agua de lluvia, es muy importante que el perro tenga acceso a un cuenco de agua limpia y fresca en todo momento.
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Ajusta el horario de los paseos.
El ejercicio es fundamental para la salud física y mental del perro. Los paseos diarios no son negociables, pero sí podemos hacer ciertos ajustes. Si tus otras responsabilidades diarias te lo permiten, evita salir con tu perro muy temprano por mañana o muy tarde en la noche, que es cuando las temperaturas son más bajas.
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Evita la exposición a sustancias químicas peligrosas.
El anticongelante tiene un sabor dulce que resulta atractivo para los perros, pero es muy tóxico. Una pequeña dosis puede resultar mortal. Por otra parte, la sal y otros productos utilizados para el deshielo de las calles pueden causar irritación en las patas. Cuando se trata de perros muy sensibles o de condiciones meteorológicas extremas, se recomienda el uso de botas, pero si no es el caso, bastará con limpiar bien sus patas después de cada paseo.
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No le cortes el pelo.
Al menos no demasiado. Para algunas razas es inevitable, ya que el pelo crece de forma contínua, pero no es recomendable dejarlo muy corto, mucho menos afeitarlo. Pero tampoco hay que exagerar con el largo, lo ideal es hacer un corte que le resulte cómodo al animal y al mismo tiempo lo proteja del frío.
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Protege sus almohadillas.
A pesar de tener una piel resistente, preparada para los cambios de temperatura, el frío puede resecar y agrietar la zona de las almohadillas. Mientras más hidratadas estén, menos probable es que se vean afectadas. Para mantenerlas en buen estado, puedes utilizar una crema hidratante desarrollada específica para este fin. Hay muchas marcas en el mercado, algunas se pueden usar también en la trufa.
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Ayúdalo a descansar bien.
Durante el invierno, los perros pasan mucho más tiempo durmiendo. Para garantizar un buen descanso, la cama debe estar en un lugar cálido, sin corrientes de aire y debe tener un colchón lo suficientemente mullido como para no permitir que traspase el frío del suelo. Una mantita nunca está de más.
Y por favor, no lo dejes nunca solo en el coche. El riesgo de hipotermia es real y las consecuencias pueden ser muy graves. Afecta el corazón, la respiración y en los casos más graves puede causar incluso la muerte.