¿Cómo afecta la vuelta al cole a los perros?
Después de dos meses de vacaciones, volver a la rutina cuesta. Los niños, por lo general, se adaptan rápido. Pero, ¿cómo afecta la vuelta al cole a los perros?
Después de dos meses de vacaciones, volver a la rutina cuesta. Comienza un nuevo año escolar y hay que afrontarlo de la mejor manera posible. Los niños, por lo general, se adaptan rápido. Pero, ¿cómo afecta la vuelta al cole a los perros?
Es oficial. Quedan pocos días de vacaciones. En breve, niños y adolescentes de toda España deben volver a los estudios. Retomar la rutina después de semanas de diversión y tiempo libre no es tarea fácil. Por supuesto, como ocurre siempre en esta vida, hay quien lo lleva mejor y quien lo lleva peor. Para algunos, la ilusión de reencontrarse con los compañeros y conocer a los nuevos profesores es motivación suficiente para afrontar el cambio con alegría. Para otros, no. Y es posible que incluso necesiten ayuda para adaptarse. Lo mismo ocurre con los perros. El síndrome postvacacional es real y la vuelta al cole, para muchos, es traumática.
Los cambios en los horarios, la ausencia del compañero de juegos durante muchas horas y el aumento en los niveles de estrés de los distintos miembros de la familia puede desestabilizar a los perros. Confundirlos. Y en el peor de los casos, llevarlos a desarrollar la temida ansiedad por separación. Un trastorno grave en el comportamiento del perro que se deriva de la incapacidad del animal para lidiar con la soledad. Un miedo excesivo que se manifiesta a través de los siguientes síntomas: conductas destructivas en casa, comportamientos obsesivo-compulsivos, hipersalivación y vocalización excesiva, entre muchos otros. La mayoría de estos comportamientos aparecen durante la primera hora en la que el perro está solo, pero algunos animales se quedan afectados durante todo el tiempo que dure la ausencia del humano.
Calma. También puede estar aburrido
Pero atención, no siempre se trata de ansiedad por separación. Un perro que presenta síntomas leves puede simplemente estar aburrido. Algo comprensible al pasar de la noche a la mañana de disfrutar de la atención y la compañía de los miembros de la familia a quedarse completamente solo en casa durante horas. La repentina falta de disponibilidad de sus humanos obliga al animal a replantearse su día. Adaptarse a la nueva rutina, entender la nueva dinámica, toma tiempo. Durante el proceso, algunos no saben qué hacer con tanto tiempo libre y se aburren.
Para poder ayudarlo, es fundamental entender qué es lo que le pasa realmente. Por lo general, los perros con ansiedad por separación son más destructivos, con el entorno y con ellos mismos, llegando incluso a la automutilación. Un perro aburrido, por ejemplo, tira la basura o muerde las patas de una silla. Un perro con ansiedad por separación, con el objetivo de salir de la casa, destroza la puerta o los marcos de las ventanas. Si se trata de aburrimiento, con el ejercicio físico -y mental- adecuado para su raza, su edad y su estado de salud en general y el amor y la paciencia de su grupo familiar, el perro en pocos días se habitúa a la nueva “normalidad”. Lo más probable es que aproveche las horas de soledad para descansar.
Si se trata de ansiedad por separación, en cambio, el perro cuando se queda solo desarrolla unos niveles de miedo y de agitación tan elevados que compromete su salud, por lo que debe ser tratado por un especialista lo antes posible. Lo primero es acudir al veterinario para obtener un diagnóstico y unas pautas de tratamiento. Algunos casos necesitan medicación. Otros, ejercicios concretos diseñados y supervisados por un etólogo. Independientemente de cuál sea el caso, es fundamental que no se administre al perro ningún suplemento sin consultar con el veterinario. Por muy naturales que sean sus ingredientes. Natural no significa inocuo. Y, por supuesto, tampoco significa seguro.
¿Cómo podemos ayudar a nuestro perro a llevar mejor la vuelta al cole?
Lo mejor que podemos hacer para ayudar a nuestro perro a llevar mejor la vuelta al coles es intentar que la transición sea lo menos traumática posible. La clave está en la planificación. Es importante comenzar con la nueva rutina días antes de que comiencen las clases. Adaptando horarios de comidas y paseos de forma progresiva hasta llegar a los que serán los horarios definitivos del nuevo curso. Es importante que en las mañanas nos organicemos para contar con el tiempo suficiente para proporcionar a nuestro mejor amigo la dosis de ejercicio que necesita para quemar energía y mantener un buen estado de salud. También ayuda dejarlo en casa por períodos cortos e ir aumentando el tiempo poco a poco.