Medalla de oro en calor extremo: ¿pone el Mundial de Doha en peligro la salud de los atletas?
Récords de temperaturas y de abandonos: en Doha, el calor es protagonista del deporte de élite
El Campeonato del Mundo de Atletismo 2019 se celebra del 27 de septiembre al 6 de octubre en Doha, una ciudad que estos días ronda los 40 grados centígrados de temperatura máxima y una humedad del 75%. Estas condiciones climatológicas están sirviendo la polémica: ¿hace demasiado calor para competir?
Desde el paseo de La Corniche de Doha se pueden ver desfallecimientos espectaculares, carreras de enfermeros en los alrededores de la clínica móvil y atletas mostrando públicamente su enfado por la situación. Esto ocurre especialmente en las primeras pruebas de maratón y marcha en el Mundial, que han confirmado el calor como la gran polémica de la competición.
Mientras en las pruebas del estadio todo transcurre con relativa normalidad por un también controvertido sistema de refrigeración a gran escala, las competiciones fuera del recinto deportivo están ofreciendo las imágenes más impactantes de los primeros días de Mundial.
«No recuerdo algo tan duro», admitía el marchador español Jesús Ángel García Bragado, de casi 50 años, tras su participación en los 50 kilómetros marcha, donde ha obtenido un octavo puesto que le cuela directamente en Tokio 2020. García Bragado tuvo que pasar más de una hora en la enfermería para recuperarse del enorme esfuerzo y hablaba con los periodistas ya amaneciendo, después de una carrera disputada en la noche del sábado y la madrugada del domingo para evitar las temperaturas más extremas en la capital catarí. A García Bragado no le falta precisamente experiencia, ya que este es su decimotercer Mundial.
«La temperatura era muy fuerte. Terminé la prueba y muy contenta por haberlo hecho, a pesar de las altas temperaturas. Es muy triste ver compañeros, hombres y mujeres, que se desplomaron por las temperaturas. Nosotros tuvimos que hidratarnos muy bien y tener mucho hielo», contaba tras esos 50 kilómetros marcha la ecuatoriana Paola Pérez, novena clasificada.
Con temperaturas mínimas de 30 grados centígrados en plena noche catarí, combinadas con una elevada tasa de humedad de alrededor del 75%, convierte la situación en realmente sofocante, obligando a los atletas a rehidratarse constantemente, a utilizar esponjas mojadas, hielo y luchar por sobrevivir en la carrera.
Otros grandes nombres de la prueba no pudieron ni siquiera terminar. Es lo que le pasó, por ejemplo, a los que llegaban como defensores del título, el francés Yohann Diniz y la portuguesa Ines Henriques, así como al campeón olímpico, el eslovaco Matej Toth.
«Prometí a mi familia que volvería sano y salvo, he mantenido mi promesa al abandonar», declaró Toth para justificar su decisión. «Aquí era como si te faltara aire para respirar«, afirmó.
Diniz ya había cargado duramente en la víspera de su carrera contra la elección de Doha para este Mundial, considerando que los atletas eran tratados como «cobayas». «Nos toman por idiotas», había dicho en una conferencia de prensa ya en la capital catarí. En la carrera, el plusmarquista mundial de la distancia duró apenas una quincena de kilómetros, antes de abandonar.
«Creo que cometí un gran error, me tendría que haber quedado con algo positivo antes de empecinarme en venir aquí. Vine aquí, no sé muy bien por qué. No tenía la cabeza en esto, me asfixiaba rápido«, explicó.
Récord en lentitud
El calor y la humedad han hecho que las pruebas de asfalto sean especialmente lentas, con los atletas incapaces de buscar buenas marcas. El japonés Yusuku Suzuki necesitó por ejemplo un tiempo de 4 horas, 4 minutos y 20 segundos para proclamarse campeón en los 50 kilómetros marcha. Nunca en la historia de la prueba en los Mundiales el ganador había necesitado más de cuatro horas.
El viernes, en el maratón femenino, ganado por la keniana Ruth Chepngetich (2h32:43) también con un tiempo más lento del habitual, se batió el récord de abandonos (28 de las 68 participantes).
La Federación Internacional de Atletismo (IAAF) intenta mientras lanzar un mensaje tranquilizador. «Treinta atletas fueron admitidas en el centro médico por precaución», explicaron los organizadores tras ese maratón femenino del primer día. «Todas las atletas fueron atendidas nada más llegar y la mayor parte pudo irse en los siguiente veinte minutos», señalaron.
No solo marchadores y maratonianos se quejan del calor. El plusmarquista mundial de decatlón francés Kevin Mayer competirá dentro del estadio refrigerado, pero considera que organizar este evento en Doha es «una catástrofe» al poner en «dificultades» a los deportistas. La polémica, previsible para muchos, está servida. Precisamente en Catar se celebrará en el año 2022 –aunque algo más tarde, entre noviembre y diciembre– la mayor cita deportiva del planeta: el Mundial de fútbol.