Castañas… en la cocina también

No hay fruta más otoñal que la rica y olorosa castaña, pero entre que aquellas típicas castañeras han desaparecido prácticamente de nuestras calles y que en la cocina española no son muy abundantes las recetas con castañas, casi las hemos perdido de vista, o eso le parece a este cronista.​

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¿Soluciones? Pues varias, y una que se nos ocurre como particularmente oportuna es la de acercarse al recetario de nuestros vecinos franceses, que sí que llevan tiempo empleando la castaña en platos tanto dulces como salados.​

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Como ejemplos, valgan unas cuantas ideas cuyos detalles de preparación encontrarán ustedes sin dificultad en internet y que, francamente, nos han hecho la boca agua.​

Así, ese asado de ternera con castañas y verduras en el que 20 castañas se cuecen y pelan previamente, cuatro de ellas partidas por la mitad se meten en incisiones en la propia carne, se funde mantequilla, que se pone mezclada con aceite de oliva en el fondo de una olla que vaya al horno, sobre la que se coloca la ternera y las verduras: castañas y, tras pelarlos, ajo, zanahoria y cebollas (cortadas en dos). Un poco de laurel y tomillo, y media hora a 240 grados. Se retira la carne y se mantiene caliente, se agrega un vaso de vino blanco a las verduras y se deja que la salsa se reduzca a la mitad. Salpimentar… ¡y a comer! Eso sí que es arte culinario francés.​

En cuanto a repostería, los otoños franceses también están, ¡felices ellos!, repletos de castañas. Busquen en particular una receta de trufas de chocolate caseras que esconden mucho más de lo que aparentan: están hechas con puré de castañas, avellanas en polvo, chocolate negro, nata, mantequilla, azúcar glas y, tras enfriarse hasta estar bastante sólida la masa, se forman a mano las trufas y se recubren con el consabido cacao amargo en polvo.

En fin. Que vamos a salir por Madrid a ver si milagrosamente nos encontramos aún a una señora benefactora de la humanidad que ase y venda castañas calentitas…​