Javirroyo: "Es importante reconocer el machismo en uno mismo y entender que el feminismo no es solo cosa de mujeres"
Javirroyo ha publicado ‘Homo machus. De animales a hombres’, un libro en el que trata el feminismo con viñetas muy claras y directas
El feminismo es cosa de todos. De las mujeres que luchan contra el machismo y de los hombres que se han unido a la lucha, de los que ya cambiaron y de los que aún tienen que cambiar. Porque precisamente de eso se trata, de caminar juntos, ni delante, ni detrás, al lado.
Por eso, el ilustrador Javirroyo comenzó a publicar en su cuenta de Instagram, donde a menudo trata temas sociales, dibujos sobre el caso de la Manada y cómo se estaba culpabilizando a la víctima. De ahí salió Homo machus. De animales a hombres, un libro en el que trata el feminismo con viñetas muy claras y directas con las que muchas mujeres seguro se sienten identificadas.
“No por ser un hombre no puedes hablar de machismo, sino al revés, es importante reconocer el machismo en uno mismo y entender que el feminismo no es solo cosa de mujeres, que nosotros tenemos que estar al lado, ni delante ni detrás, pero intentando cambiar al menos”, nos explica el zaragozano desde el sillón de un hotel de Madrid. “¿Tener miedo a que me digan que por qué un hombre? Bueno, yo sé que habrá mujeres que lo dirán, pues sí, no pasa nada, la que lo diga tendrá sus razones”, dice. “Mientras que no me insulten, lo demás me da igual”.
Además, asegura que su intención no es “sentar cátedra, ni crear dogma ni nada en el libro”, sino que se considera “una especie de transmisor, más que de creador”, porque se dedica a contar “cosas que ocurren y a ponerlas encima de la mesa, pero no me estoy inventando nada”.
De hecho, una parte de este libro que poco sorprende a la mayoría de mujeres pero que puede hacerlo con muchos hombres está hecha con historias reales. Cuando comenzó el proyecto, el ilustrador pidió a las mujeres que contaran lo que habían vivido para poder darle realidad a sus viñetas. “Son historias que yo he transcrito, pero no soy yo el que habla, ahí hablan muchas mujeres”.
Entre ellas hay historias de todo tipo, desde acoso en el trabajo hasta violaciones. Y muchas de ellas no se habían atrevido a contarlo hasta ahora. “Muchas veces cuando me contaban estas historias de lo que han sufrido con acosos, con abusos, con violaciones incluso, resulta que no se lo habían contado a nadie nunca, ni siquiera a sus amigas”, porque pensaban “que las iban a culpabilizar, como se hizo con el tema de la Manada, por ejemplo”.
Estas historias brutales que han cambiado la vida de sus víctimas de una manera u otra despiertan muchos sentimientos en las mujeres, pero no las sorprenden, hartas de ser las protagonistas de una violencia[contexto id=»381727″] continua contra su género. Sin embargo, Javirroyo cree que este libro sí puede traer muchas sorpresas a los hombres. “Para mí la hubo en muchos sentidos, al entender las cosas cuando las descubres. Para mí el libro ha sido un descubrimiento de un mundo que no conocía o que conocía la ‘puntica’, es como un iceberg del que conoces esto y el resto te lo han ocultado, o no lo has preguntado”, reconoce. Por eso, cree que esta publicación “puede ser una forma de acercarse a un mundo que no conocías”.
Al preguntarle sobre los hombres que se pueden sentir atacados con su libro, los que se pueden sentir ofendidos, los que creen que esto no va con ellos porque no son machistas, el ilustrador los llama a reflexionar un poco. “Igual tú ya no eres ese que le está diciendo a su hijo que rompa los huevos del contrario, que sea un machote en el campo de fútbol y tal, pero hay alguno de la gente que tú conoces, seguramente, solo hay que verlo”.
Sus viñetas también recuerdan que todos podemos tener comportamientos machistas alguna vez, incluso sin darnos cuenta. “No hay un decálogo del ser machista, pero sí existen actitudes machistas, entonces lo que hay que cambiar es esto, y repensarse un poco”. “Tenemos que estar atentos continuamente y seguirá habiendo cambios a los que habrá que adaptarse”, opina.
Además, insiste en que no generaliza y no habla de todos los hombres, sino “de situaciones que existen y han existido”. Pero si a alguien le molesta, no le preocupa. “A mí me encanta que los tíos se sientan incómodos con viñetas de estas, que se jodan. Si alguien se siente incómodo porque pensaba que no es así, pues igual su amigo sí y se lo tiene que decir”.
Esto, para los hombres, para los que ya han sido educados y tienen que reconducir ellos mismos sus propias actitudes. Pero, ¿y los niños? Los que todavía tienen la oportunidad de crecer sin los perjuicios del machismo. “Para los niños creo que es super importante que en casa se tome muy en serio el asunto del feminismo, de la igualdad, de evitar los machismos”. Pero claro, no es un trabajo fácil, ni rápido. “Es un trabajo muy fuerte, de cambio de una sociedad completa”.
Pero no basta con educar en casa en la igualdad. También es muy importante la educación sexual. “Los niños ahora mismo con diez años ven porno en Internet, porque hay todo lo que quieras, es así, te puedo hablar de niños de ocho años, siete años, viendo porno heterosexual, todos los vídeos que te puedas imaginar. ¿Cómo puede ser que desde los cuatro años no les estemos enseñando emociones y educación sexual?”, se pregunta.
La respuesta la tiene bastante clara: “Porque somos unos mojigatos, la culpa viene de que hemos tenido y seguimos teniendo un Estado muy controlado por la Iglesia y por una sociedad muy antigua que no permitiría nunca que a un niño de cuatro años se le hablara de educación sexual”.
Y aquí llegamos a lo inevitable en esta conversación, ¿puede el auge de la ultraderecha hacernos retroceder parte de lo avanzado en materia de feminismo?. “Lo que me parece muy heavy es que ellos han venido y ahora se pongan a hablar y a dar lecciones del siglo XIX, con temas de la mujer, del sexo, de los colectivos LGTBI y se vaya para atrás”.
¿Veremos el fin del machismo? Javirroyo no se la juega: “Veremos avances quizá, por esto mismo de que nunca sabes si si va para delante la sociedad o va para atrás”. “Dependemos tanto de los gobiernos y de las políticas que se hagan y de cómo vaya evolucionando el mundo que no tengo ni idea”.