Los perros pueden detectar el cáncer de pulmón
Los perros experimentan el mundo, principalmente, a través del olfato, el sentido que tienen más desarrollado y con el entrenamiento adecuado pueden detectar el cáncer de pulmón.
Los perros experimentan el mundo, principalmente, a través del olfato. Es el sentido que tienen más desarrollado. Sus capacidades son de sobra conocidas. Sabemos, por ejemplo, que un perro puede hacer en pocos minutos un trabajo de rastreo que a varios hombres les tomaría horas o incluso días. Gracias a esta sensibilidad, salvan vidas. No solo en situaciones de emergencia, sino en el día a día. Ahora sabemos también que, con el entrenamiento adecuado, los perros pueden detectar el cáncer de pulmón.
Un estudio publicado en la revista científica The Journal of the American Osteopathic Association, explica cómo tres beagles pudieron identificar correctamente el cáncer de pulmón a través del olfato. Mostrando un valor predictivo positivo del 90,6% y un valor predictivo negativo del 99,2%. Se trata de un primer paso en la investigación de los posibles beneficios del uso de la capacidad de detección de olores que tienen los perros como una herramienta para identificar biomarcadores específicos en enfermedades como el cáncer.
El estudio
Los perros, en un principio cuatro, fueron rigurosamente entrenados por especialistas del equipo de investigación durante un período de ocho semanas. El objetivo principal era que aprendieran a diferenciar entre las muestras de sangre que habían sido extraídas de pacientes con cáncer de pulmón de células no pequeñas (CPCNP) y las que habían sido extraídas de personas sanas. Se eligieron beagles por tener genes receptores olfativos superiores. Durante el entrenamiento, sin embargo, Snuggles, uno de los perros no mostraba suficiente motivación y fue retirado del estudio.
Una vez terminado el entrenamiento, los tres perros seleccionados fueron conducidos a una habitación donde se encontraban muestras de sangre, tanto de personas diagnosticadas con cáncer de pulmón como de personas sanas, previamente colocadas en botes perforados y situadas a la altura de la nariz de los canes. De un total de 150 muestras, 30 eran positivas y 120, negativas. Los perros se detenían a oler cada muestra y si la identificaban como negativa, pasaban al siguiente bote. Si por el contrario, era positiva, marcaban el hallazgo sentándose. Los perros diferenciaron las muestras con un 97% de precisión. Un resultado extraordinario, especialmente por la capacidad que demostraron los canes de detectar la enfermedad en las primeras etapas.
En un comunicado emitido a la American Osteopathic Association (AOA), el Dr. Thomas Quinn, profesor del Colegio de Medicina Osteopática Lake Erie y autor principal del estudio, explica: «En este momento parece que los perros tienen una mejor capacidad natural para detectar el cáncer que nuestra tecnología más avanzada. Una vez que descubramos qué y cómo lo saben, podremos ponernos al día». Evidentemente, todavía queda mucho por investigar, pero los resultados del estudio se presentan como un punto de partida importante en el ámbito de la detección temprana. Los investigadores aseguran que las habilidades de los perros pueden llevar al desarrollo de medios más efectivos y más económicos para la detección del cáncer. Una de las primeras causas de muerte a nivel mundial.
Próximos pasos
En este punto, el principal desafío es determinar si la prueba olfativa puede discriminar con suficiente precisión entre pacientes en situación de riesgo, pacientes con tumores benignos y pacientes con cáncer. Para ello, el siguiente paso será fraccionar aún más las muestras en función de las propiedades químicas y físicas, presentándolas de nuevo a los perros. El objetivo del Dr. Quinn a largo plazo es desarrollar un producto de detección de venta libre. Esto supondría un gran avance en términos de costo, simplicidad y disponibilidad. Por supuesto, todavía queda mucho por investigar y desarrollar para llegar a ese punto, pero el equipo está satisfecho con los resultados obtenidos y aseguran estar en el camino correcto.
Cuando hablamos de cáncer de pulmón -y de cualquier otro tipo, en realidad-, toda investigación es bienvenida. Y todo hallazgo es importante. Recordemos que el cáncer de pulmón es el tipo más frecuente en el mundo. En el caso de España, según datos de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), cada año se detectan 28.645 nuevos casos. La detección temprana es crítica y aunque contamos con radiografías y tomografías computarizadas, actualmente “no existen pruebas que cumplan los requisitos necesarios para ser consideradas como de diagnóstico precoz del cáncer de pulmón, en la población general”.