Vinos de estreno para darte un capricho nada más comenzar el año
Los días que siguen a las fiestas navideñas son estupendos para buscar y toparte con gratas sorpresas vinícolas. Y es que las rebajas llegan a todos los ámbitos
Si bien estas cuatro novedades miran más a quien todavía tiene pendiente algún regalo, para sí mismo o para cualquiera de los suyos que disfruta con la cosa vinícola. Cuatro vinos de reciente aparición en el panorama patrio e ideales para darte un capricho nada más comenzar el año… si tu caso es el de tantos a los que los Reyes Magos optan por dejarles dinerito para que lo inviertan en eso que más les apetece e ilusión les hace.
La propuesta en cualquier caso, etiquetas recién llegadas al mercado, unas más exclusivas que otras (por elaboración y/o por tratarse de producciones limitadas) y por la misma razón en un rango de precios bien distintos para poder elegir.
Está la gama de cinco nuevos vinos que no hace muchas semanas ha presentado la bodega Valtravieso, un referente en la Ribera del Duero y que bajo el nombre
Viñedos Olvidados ha sacado cinco elaboraciones distintas –un blanco y cuatro tintos– fruto de la recuperación de diferentes viñas en Arlanza, Jumilla y Ribera del Júcar, tres denominaciones con identidad propia. En el origen, viñedos abandonados de variedades autóctonas situadas en altitud, sobre suelos cubiertos por canto rodados, y todas cepas viejas que escaparon de la filoxera. El resultado, y bajo la batuta del enólogo de la casa, Ricardo Velasco, tres vinos procedentes de la montaña de Covarrubias (DO Arlanza); un tinto de monastrell de la localidad murciana de Fuente Álamo (DO Jumilla) y otro de bobal de la conquense Casas de Benítez (DO Ribera del Júcar). De entre ellos reparamos en uno de los que hacen en la denominación de Arlanza, Las Mamblas 2019 (36,50 € aprox.) de cepas en vaso, en una de las laderas de la Sierra de las Mamblas (Burgos), a casi mil metros de altura. Compuesto principalmente de tempranillo, se completa con un pequeño porcentaje del resto de uvas tintas que salpican el viñedo (garnacha, bobal, mencía…), y tiene una crianza de un año en roble francés. Un vino muy aromático, con fruta roja, notas herbáceas, frescura balsámica y recuerdos de especias junto a un fondito mineral. Boca con estructura, fresca, toque láctico, paso fluido y persistencia donde mantiene el frescor.
Éste sí procede de la Ribera del Duero y de una de sus firmas más afamadas, Protos. Se trata de Protos’27 2019 (26,50 €), un monovarietal de tinta del país (tempranillo) de viñas de más de medio siglo localizadas a 800 metros de altura. Después de realizar la fermentación maloláctica en barrica francesa, ha permanecido en ellas 16 meses hasta ser embotellado. Un Ribera de corte clásico, rico en aromas, donde aparecen frutas maduras, notas especiadas, tostados, junto a un fondo balsámico, que continúa con una boca equilibrada, amable, fácil de beber y persistente en el paso. Tanto el nombre como la etiqueta rinden homenaje al año de la fundación de la casa y a la que fue la primera añada que se comercializó, 1927. Un vino fruto de años de trabajo en pro de la mejora de las técnicas de cultivo, la selección de barricas y el uso de levaduras autóctonas.
En una liga bien distinta juega lo más reciente de la bodega tarraconense Edetària, en la denominación Terra Alta. Con sólo leer la etiqueta nos podemos hacer una idea… Lo Más de Edetària 2019(90 €), o lo que puede ser lo mismo, ¡han echado el resto!, como su precio también adelanta. Con su uva fetiche en el coupage, la garnacha (en este caso garnacha peluda, esto es, con vellosidades en el reverso de la hoja), se acompaña de uvas de cariñena de más de 60 años, una y otra de los mejores racimos de su Finca El Mas… vamos que se lo ha puesto fácil para decidir el nombre. Ha tenido una crianza de doce meses en foudres de roble francés (cada variedad por separado) y su producción es limitadísima pues se moverá entre 1.600 y 2.400 botellas en función de la cosecha. El resultado, un poco de todo: elegante, redondo, con volumen, fluido, amable… Perfil mediterráneo. Presenta notas de fruta madura, flores, especias dulces (vainilla), hierbas aromáticas. Fresco en la boca, amplio, con equilibrio; fino, fluido y muy agradable en el paso.
Y ésta es la última creación de las riojanas Bodegas Roda. El primer blanco que hacen en la casa, RODA I Blanco 2019 (60 €). Procede de uvas de viñas situadas en las cabezadas de los viñedos viejos de tempranillo. Sobre terrenos pobres se plantaban algunas cepas de viura, garnacha o malvasía, variedades tradicionales en Rioja con las que se elaboran los grandes clásicos blancos de la denominación. En este vino participan esas tres variedades, aunque la mayoritaria es la viura.
Esas cepas se colocaban en las partes altas de las laderas, muy erosionadas por siglos de laboreo, muy pobres y donde la tinta tempranillo no se adapta bien. Es por eso que antaño se plantaban uvas blancas, más vigorosas y productivas, con predominio de la viura aunque convive con cepas sueltas de malvasía o garnacha blanca, las que participan en este vino. Ha fermentado en tinas de roble francés y una posterior crianza en bocoyes también franceses durante 18 meses. Intenso, equilibrado, complejo, envolvente, con aromas de fruta de hueso, cítricos (pomelo), recuerdo herbáceo y toque mineral, sensaciones que se reproducen en una boca amplia y con largo recorrido. De hecho, es un blanco que nace con vocación de guarda, esto es, de crecer en la botella con el paso del tiempo, como apunta su creador y director general de la casa, el reconocido enólogo Agustín Santolaya.
LOS VINOS SELECCIONADOS RESPONDEN, EXCLUSIVAMENTE, A UN CRITERIO PROFESIONAL.