Cinco vinos de estreno en Rioja, Cebreros, Somontano y Navarra

Como el panorama no cambie radicalmente, y por ahora nada invita a pensar lo contrario, la viña lo va a tener complicado esta campaña si no caen los litros de agua que de momento no han llegado. Lo que después condicionará la producción de vinos en todos los niveles, lo que se traduce en sacrificios para todos y en toda la cadena. Pero hasta que llegue el momento, la confianza es lo último que se pierde y mientras, en este preciso instante –¡contradicciones de la vida!–, en Rioja están en pleno debate para decidir qué hacer con toda la uva que les sobra. Porque en esto de la cosa vinícola estas cosas son habituales. Llueve donde menos hace falta y sufren sequía las zonas que más necesitan agua, y con la uva sucede lo mismo. 

Evidencias aparte, aunque la sequía no hace más que ocupar titulares (y eso son avisos), no paran de salir nuevos vinos a la venta, desde todas las zonas vitícolas del país. La llegada de las nuevas añadas a los mercados es el momento ideal para presentar también esas nuevas elaboraciones. Y estos cinco vinos se cuentan entre ellas.

Cinco vinos de estreno

La Cendra 2021

En la carta de presentación del primer de los vinos de esta lista, ingredientes que añaden atractivo. Procede de viñas centenarias a más de mil metros de altura, sometidas a condiciones climáticas extremas y trabajadas con métodos de antaño, respetuosos con el medio ambiente, como es el arado a caballo.

El lugar, la Sierra de Gredos; las uvas, garnacha en vaso sobre suelos de granito, y el vino, La Cendra 2021 (22,50 €). Es el proyecto en la denominación de origen Cebreros, en el paraje del que recibe el nombre, de la manchega Vinícola de Castilla con la familia Bonilla al frente.

En concreto han elaborado dos vinos tintos de garnacha. Y es éste el más joven, fruto de una combinación de uvas de diferentes parcelas y con una crianza de unos seis meses en grandes volúmenes de madera. Un vino muy primario, esto es, frutal (frutas silvestres), fresco, balsámico, con aromas de hierbas aromática y recuerdos minerales que en la boca, además, tiene cuerpo y resulta ‘golosito’ pero sin perder la frescura frutal, y con una estupenda persistencia. Sus creadores, el equipo enológico de éxito que conforman Ana Martín y Pepe Hidalgo, dos reconocidísimos profesionales que elaboran vinos en muy distintos lugares del país. Apuntar por último que este vino forma parte del nuevo proyecto vinícola de la familia Bonilla, Viñedos y Bodegas Alto Buen Grado, una bodega dedicada a vinos de alta gama.

Hacienda López de Haro de San Vicente de la Sonsierra 2020

Las dos siguientes novedades proceden de tierras riojanas. Hacienda López de Haro Vino de Pueblo de San Vicente de la Sonsierra 2020 (11,95 €) es la última elaboración tinta que acaba de presentar Bodega Hacienda López de Haro. Sale como “vino de pueblo”, una categoría reconocida por la denominación de origen Rioja y que supone que los viñedos están asentados en dicho pueblo, en este caso San Vicente de la Sonsierra, al igual que la bodega.

Está elaborado con uvas viejas de tempranillo a las que han incorporado un 10% de mazuelo (en pro de la acidez y la frescura), y ha tenido una crianza de 14 meses en barricas francesas y de Europa del Este (valoradas por el aporte neutro que ejercen sobre el líquido que contienen). Ante todo un vino fino y con buena frescura, que en nariz presenta notas de frutillos negros, monte bajo, recuerdos de flores y un fondo de especias dulces. Fresco, jugoso, de paso fino, fluido y persistencia en la que predomina también una agradable y larga frescura. 

Vareia Beronia viñedo singular 2019

Bodegas Beronia firma esta segunda novedad riojana, Vareia Beronia Viñedo Singular 2019 (70 €), en el top de los vinos de la casa y con la etiqueta de “viñedo singular”, otra de las categorías de calidad aprobadas por la denominación Rioja. Dicha categoría exige que el viñedo tenga el menos 35 años de edad; que la uva con la que se elabora el vino proceda exclusivamente de ese viñedo; reduce los rendimientos por hectárea (5.000 kilos en el caso de las uvas tintas); la vendimia tiene que ser manual y el vino resultante, antes de salir al mercado, debe ser valorado como ‘excelente’ por el comité de cata del Consejo Regulador para poder llevar la distinción de ‘viñedo singular’.

Recordado esto, este nuevo tinto es un tempranillo de un viñedo plantado en 1950 (‘Vareia’) sobre suelo arcilloso-calcáreo y tuvo una crianza de 11 meses en fudre de 3.500 litros. De una añada tan valorada como fue la 2019, muestra ricos aromas de frutas rojas silvestres, florales, balsámicos (mentolados), y recuerdos de especias. Luego, en boca tiene volumen, gran frescura, gracias a su buena acidez, y un agradable paso con largo recorrido. Lo que se podría identificar como ‘un Rioja moderno’.

LAUS Chardonnay-Garnacha 2022

Para continuar, dos referencias jóvenes en las que el precio pega un enorme bajón, en comparación con los anteriores. Por ello estamos ante una inversión totalmente asumible, por si se animan a probar los dos y aún a riesgo de que al final no cumplan expectativas. Aunque son bastantes convincentes pues resultan fáciles de beber, finos, frescos, agradables y de esos que se terminan sin darnos cuenta, ¡la mejor inversión!

Se trata del blanco LAUS Chardonnay-Garnacha 2022 (5,25 €), procedente del Somontano y elaborado por Bodega Laus. Es un vino joven que ya hacían pero la novedad es que en esta última añada han decidido incorporar garnacha. Dos variedades plantadas sobre suelos calizos y pedregosos, vendimiadas por la noche para protegerlas de la oxidación. El resultado, tras su crianza en acero inoxidable, un blanco dominado por las notas de frutas exóticas, cítricas, herbáceas y toques almibarados. Luego, en la boca es sabroso y combina frescura con destellos de ‘golosura’.

Doña Isabella Garnacha Rosé 2022

Y desde la denominación Navarra, el nuevo rosado pálido de la firma Marqués de Atrio, Doña Isabella Garnacha Rosé 2022 (7 €). Esta es una bodega que no para de crear vinos en el territorio navarro. Este vino procede de viñas viejas de garnacha y permanece unos poquitos meses con sus lías antes de ser embotellado. Aromático, con notas de frutos rojos, pomelo, flores y fondo con recuerdo mineral. La boca es ante todo fresca, fina, sedosa, con un tanino dulce, sensación que permanece en el paso. Fácil y muy agradable de beber. Como marca, Doña Isabella fue un vino que se dejó de elaborar hace tres décadas y que ahora recuperan. Y lo hacen con una imagen y un concepto de vino más joven y atractivo para el gran público.

Cinco novedades de las muchas que no paran de llegar al mercado y que seguro estarán presentes en el Salón Gourmets que comienza este lunes en Madrid en su 36 edición. Una inmensa feria en la que habrá ocasión, para quien tenga interés, de probar éstos y otros muchos vinos. Además podrán participar en catas, ponencias, encuentros, charlas, degustaciones, concursos… Un encuentro eno-gastronómico que se celebra en la capital hasta el próximo jueves, día 20 de abril, en el recinto ferial de IFEMA.