Nueve restaurantes en Sevilla para comer con relajo antes de volver a la Feria
Establecimientos sevillanos con poderío gastronómico para quien busque abstraerse unas horas de la fiesta y comer bien, rico y sin agobios
Interior del restaurante La Casa del Tigre, en Sevilla.
Sevilla es una ciudad que estos días está tomada por la fiesta, el turismo, los volantes, las sevillanas y litros del popular rebujito. Pero hoy en THE OBJECTIVE vamos a hablar de restaurantes sevillanos. En concreto te traemos nueve direcciones en las que el protagonismo se lo lleva la mesa por lo que sale de sus cocinas. De perfiles muy distintos, con propuestas rompedoras por novedosas en algunos casos. Y otros destacados ante todo por la alta gastronomía que sale de sus fogones y por la que vienen recibiendo importantes reconocimientos.
Lugares para desconectar del trajín del ferial y las casetas, para sentarse a la mesa, con tranquilidad. Así poder disfrutar antes o después de entregarse a la fiesta, la celebración, la música y el mucho baile que identifican la Feria de Abril. Nueve buenos restaurantes para desconectar y reponer fuerzas en la capital hispalense, dejando para otra ocasión los otros tantos también recomendables que se han ido instalando en el marco de acogedores y estilosos hoteles.
Restaurantes en Sevilla
La Casa del Tigre
El recorrido puede comenzar en la mágica La Casa del Tigre (Amparo, 9) pues sólo con escuchar la historia del lugar ya te apetece conocerlo. Y es que este singular edificio es escenario de misteriosas anécdotas, entre ellas la que da nombre al restaurante. Pues quien fuera uno de sus huéspedes durante los setenta, el aventurero y explorador José María Lassaleta (al final director del zoo de Jerez), se dice que tenía entre sus mascotas un tigre como ‘animal de compañía’ que se asomaba al balcón cuando considera oportuno. Pues es aquí donde abre sus puertas uno de los locales de moda de esta ciudad, con una cocina tradicional actualizada en la que hay claros toques de modernidad.
Manzil
Esta casa es el proyecto personal de Juan Andrés Morilla, quien regresa a su tierra natal tras tiempo trabajando en importantes restaurantes del país. Una propuesta creativa asentada en un producto seleccionado, de calidad y donde queda recogida toda su experiencia. Pero Manzil (Alfonso XII, 13), además, nace con la pretensión de que quien vaya una vez quiera volver y el trabajo de todo el equipo tiene ese objetivo en mente desde que cruzas la puerta. Abierto hace poco más de un año, está su ‘morada’ (lo que significa Manzil en árabe) esta alta cocina ya cuenta con el visto bueno de la Guía Michelin, y esto también suma.
Sobretablas
Con una filosofía bien distinta abría sus puertas Sobretablas (Colombia, 7). Pero desde el primer momento otro convertido en referencia en la ciudad, por nuevo y rompedor. Sus promotores, el sumiller Robert Tetas y la cocinera Camila Ferraro son los promotores de este proyecto. La suya es una cocina andaluza renovada, a la que aportan nuevos sabores, fondos, técnica y ante todo mucho mimo. Se localiza en el barrio del Porvenir dentro de un edificio de 1929, construido para la Exposición Iberoamericana y del que se conserva la fachada original.
Cañabota
Abierto hace casi siete años, La Barra de Cañabota (Orfila, 5) es uno de los restaurantes con ‘poderío’ en la capital andaluza. Tapeo de alto nivel con cocina en directo, buena bodega, restaurante top y una pescadería lujosísima en la que manda el marisco. Razones por las que se considera un ‘templo pescatero’ en Sevilla y por la que continúa disfrutando del mismo éxito que en sus comienzos. Es verdad que el precio medio no está al alcance de cualquiera, pero público no le falta. Además, diseñan cada día un menú degustación en función del pescado disponible y de la temporada. Por todo, imprescindible reservar.
Palo Cortao
Por el nombre se puede deducir que éste es otro templo, pero en su caso para los amantes de los vinos de Jerez y por supuesto de quien guste curiosear. Porque Palo Cortao (Mercedes de Velilla, 4) es imprescindible por una potente oferta vinícola, a cargo de la enólogo Ana Hergueta, socia fundadora de esta casa junto al cocinero Ángel Rodríguez, otro responsable del público que congrega. La ‘causa’, un recetario rico, materia prima de mercado, y un plan que puedes disfrutar compartiendo para probar su variado repertorio.
Ziryab
Para quien busque algo bien diferente, la cocina andalusí de Najat Kaanache que le ha reportado toda clase de halagos desde que Ziryab (Zaragoza, 20) llegará a Sevilla. Y es que es uno de esos restaurantes que nadie se quiere perder.
Su artífice, Najat, se ha formado en los mejores restaurantes del mundo. Ese riquísimo aprendizaje y experiencia lo plasma ahora en su casa, un discurso culinario, en el que no falta la fusión, bien diferente de todo lo existente. Hay que decir que ella es de origen vasco, aunque sus raíces son marroquíes (nació y se crió en San Sebastián en el seno de una familia marroquí). En Marruecos ha cosechado enorme fama y gran éxito gracias a su restaurante Nur, en la ciudad de Fez. Su llegada a España se produce de la mano del Grupo Lezama. El restaurante se sitúa en el primer piso de la Taberna del Alabardero de Sevilla.
Señor Cangrejo
Con menos de medio año de vida, ésta es otra ruidosa (pues está en boca de todos) dirección que tiene al frente a un tándem y pareja de éxito y profesional. Hablamos de Jesús León, el chef, y Fátima Villanueva, jefa de sala y sumiller. Señor Cangrejo (Harinas 21) cuenta con espacio de restaurante, pero a ellos les gusta incidir en su «barrita brava», como les gusta definirla, y que está concentrando a mucha gente en el barrio de El Arenal. Cocina de nivel, con buen producto de proximidad en la base (verduras, pescados, carnes) y accesible para cualquier bolsillo. Frescura, renovación, con una carta en constante movimiento, tanto en lo gastro como en lo vinícola.
Barra Baja
Otro de los proyectos revelación en la capital andaluza, con cuatro años de historia y que pusieron en marcha los jóvenes cocineros Rafa Liñán y Patricia Moliner. Barra Baja (Javier Lasso de la Vega, 14) es fruto de su pasión por lo que hacen. Pero también de su experiencia, creatividad, dominio de la técnica y conocimiento del producto andaluz. Cocina a la vista y carta en la que sus elaboraciones se agrupan cuales puestos de mercado: frutería (con las verduras de temporada), carnicería, ostrería, pescadería y dulcería.
Casa Ozama
En una impresionante villa modernista de 1912 se localiza Casa Ozama (Avenida de la Borbolla, 59), atractiva para el día y para la noche. Cocina mediterránea, arroces, parrilla, tapas si se prefiere y, para antes o después, coctelería de autor. Son los reclamos que hacen de esta casa una de las más animadas para los sevillanos. No faltan ni el ambiente ni la fiesta. Y entre sus encantos como edificio, la terraza jardín en la más demandada en cualquier momento del año. Y en estos días de Feria, ni lo duden… por gente y por temperatura.
