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Gastronomía

Cómo preparar kéfir en casa y aprovechar al máximo todos sus beneficios

Esta bebida fermentada tiene un potente contenido en probióticos que aumenta aún más cuando se prepara de forma casera

Cómo preparar kéfir en casa y aprovechar al máximo todos sus beneficios

Batido de kéfir con fresas naturales | Pixabay

Las propiedades nutricionales y características de los llamados «superalimentos» los han convertido en productos clave que no pueden faltar en las nuevas dietas saludables.

Alimentos como las semillas de chía, el aguacate o el brócoli han experimentado un crecimiento de popularidad y un aumento considerable de la demanda.

Entre los conocidos como «superalimentos» destaca el kéfir. Se trata de una bebida fermentada y cremosa originaria del área caucásica que se ha ido popularizando a lo largo de los años.

Kéfir
El kéfir se recomienda para problemas como la indigestión, candidiasis, estreñimiento o diarrea | Pixabay

Realmente, el kéfir es el resultado de la transformación de la leche a partir de dos procesos de fermentación controlada de la lactosa: láctica y alcohólica. Se le denomina kéfir tanto a los nódulos que provocan la fermentación de la leche como al producto final fermentado.

Beneficios del kéfir

Los beneficios más destacados del kéfir se originan principalmente debido a su naturaleza probiótica y a las transformaciones que introduce en la leche. Algunos de los beneficios más destacados son:

  • Mejora la microbiota y fortalece las defensas: actuando como un probiótico, el kéfir contribuye a regenerar la flora intestinal, y se recomienda para problemas como la indigestión, candidiasis, estreñimiento o diarrea. También tiene un papel relevante en el estímulo del sistema inmunológico.
  • Mejora la salud mental: algunas investigaciones sugieren que los probióticos en el kéfir pueden tener un impacto positivo en la salud mental al influir en el eje intestino-cerebro y reducir el estrés y la ansiedad.
  • Facilita la digestión de la leche: Al pre-digerir la leche, reduce significativamente su contenido de lactosa, la principal causa de intolerancia, convirtiéndola en ácido láctico. Las propiedades nutricionales de la leche se mantienen prácticamente intactas. Las modificaciones más notables son de carácter digestivo: menor lactosa y mejor emulsión de la grasa. Esto lo hace más adecuado para quienes tienen dificultades para asimilar la leche. Además, la flora del kéfir pertenece a la categoría de «flora de fermentación», lo que beneficia la regulación de la flora digestiva y, en consecuencia, fortalece el sistema inmunológico.
  • Alivia problemas digestivos: El tiempo de fermentación influye en el efecto del kéfir sobre el estreñimiento o la diarrea. Si se filtra después de 24 horas, la leche kefirada tiene un suave efecto laxante, pero si se deja fermentar por más tiempo, se vuelve más ácida y adquiere propiedades astringentes, lo que puede ayudar a prevenir molestias digestivas.
  • Mejora la salud cardiovascular: algunos estudios sugieren que el consumo regular de kéfir puede ayudar a reducir los niveles de colesterol y la presión arterial, lo que contribuye a una mejor salud cardiovascular.

Cómo preparar kéfir en casa

Para hacer kéfir en casa se necesita:

  • Nódulos de kéfir
  • Tarros de vidrio de boca ancha
  • Una servilleta
  • Una banda elástica para cubrir los tarros y permitir que respiren
  • Leche fresca (puede ser entera, desnatada o semidesnatada, aunque resultará más espeso con leche entera)
  • Un colador de plástico
  • Un recipiente para recoger el kéfir resultante

Es fundamental mantener los utensilios limpios y, en la medida de lo posible, reservarlos exclusivamente para la preparación de kéfir. Se debe evitar el uso de utensilios de metal, incluyendo el colador, ya que los nódulos de kéfir y la leche fermentada tienen un pH ácido que puede reaccionar con los metales. La opción más adecuada en este caso es el plástico (como cucharas o coladores).

Procedimiento:

El proceso implica llenar los tarros de vidrio con leche fresca a temperatura ambiente (no fría), agregar los nódulos de kéfir, cubrir los tarros con una servilleta y una banda elástica, y permitir que el kéfir repose y fermente en un lugar oscuro, como un cajón o una despensa que no se abra.

Si la preparación se realiza al mediodía, se podrá consumir al día siguiente por la noche. Una vez transcurrido ese tiempo, se debe colar el kéfir, guardar los nódulos en un recipiente de vidrio y cerrar herméticamente el tarro con la leche kéfirada, que se guarda en el frigorífico como si se tratara de un yogur.

Es recomendable consumirlo sin añadir azúcar ni miel para mantener intactas sus bacterias beneficiosas.

@sissi_soltero Respuesta a @myriam.exguerra Y se enjuagan con agua una vez a la semana. #kefir #bulgarosdeleche #probioticos #habitosaludables ♬ Love You So – The King Khan & BBQ Show

Cómo conservar el kéfir

Se recomienda realizar un mantenimiento cada dos semanas lavando los nódulos de kéfir y el recipiente con agua tibia y luego dejarlos en agua mineral durante aproximadamente 12 horas.

Si en algún momento uno de los nódulos adquiere un tono amarillo, es aconsejable desecharlo, conservando solo aquellos que se vean saludables. En caso de que tengas un exceso de nódulos de kéfir o necesites ausentarte durante unos días, puedes mantenerlos sumergidos en leche dentro del refrigerador para ralentizar la fermentación durante un período de 4 a 5 días.

A medida que utilizas los nódulos, estos tienden a crecer en número. Cuando se acumulan en exceso, es necesario retirar los extras, que pueden ser regalados a familiares, amigos o cualquier persona que los necesite.

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