Tres destacadas bodegas españolas (y sus vinos) cambian de propiedad
Tres bodegas que han cambiado de manos y sus nuevos propietarios son bastante conocidos y tienen ‘poderío’
Aparte de acontecimientos desagradables que siempre resultan informativos como ha sido, esta pasada semana, el asalto que sufrió la bodega ribereña Cepa 21 con el vaciado de tres grandes depósitos de tinto, en la industria vinícola siempre se están produciendo hechos noticiables más allá de la salida al mercado de nuevas añadas o nuevas elaboraciones.
Pero de todos ellos son las operaciones de compra venta las más llamativas y que provocan mayor interés por el morbo que siempre encierra un cambio de propiedad… principalmente por quiénes y los porqués. Estas tres son las adquisiciones de bodegas más recientes en el panorama patrio, y tres operaciones con las que los nuevos propietarios ganan presencia en zonas relevantes.
Carraovejas también se instala en Rías Baixas
Hasta la afamada zona gallega de producción de vinos blancos llega ahora Alma Carraovejas, grupo bodeguero (entre otras divisiones) dirigido por Pedro Ruiz Aragoneses cuya casa matriz es la prestigiosa firma ribereña Pago de Carraovejas. Su aterrizaje se produce tras la compra de la Compañía de Vinos Tricó, hasta ahora propiedad de José Antonio López, figura relevante en el lanzamiento de la denominación Rías Baixas y profesional que seguirá vinculado a la bodega como asesor, apuntan. La bodega se sitúa en la localidad pontevedresa de Salvaterra do Miño, en el Condado de Tea, y cuenta con cinco hectáreas de viñedo.
De este modo, el grupo Alma de Carraovejas ya suma ocho bodegas: Pago de Carraovejas y Milsetentayseis (ambas en la denominación Ribera del Duero); la segoviana Ossian Vides y Vinos; Viña Mein y Emilio Rojo (Ribeiro); Hermanos Laredo Villanueva, en la denominación Rioja y localizada en la parte alavesa; Bodega Marañones (DO Vinos de Madrid), y la gallega recién incorporada Compañía de Vinos Tricó. Aunque desde el grupo ya adelantan que no pararán aquí…
Tricó 2020
Precio: 22 euros
Es la última añada del vino en el mercado hasta la fecha. Un albariño que crece en suelos de granito descompuesto, con un año de crianza en acero inoxidable con sus lías y otro en botella antes de salir al mercado. Un blanco carnoso, con cierto volumen, frescura, recuerdos minerales y recorrido en la boca.
La ribereña Viña Mayor pasa a manos del grupo portugués Sogrape
Fundado en 1942, este grupo nacía en una bodega en el Douro de donde procede el famosísimo rosado con aguja Mateus Rosé además de muy destacadas etiquetas en la oferta del país vecino. Fueron los inicios de Sogrape, hoy una empresa global, con más de 1.600 hectáreas de viña distribuidas por Portugal, Chile, Argentina, Nueva Zelanda y España. Porque llegaron a nuestro país en 2012 tras la adquisición de las riojanas Bodegas LAN y la gallega Santiago Ruiz en Rías Baixas.
Seis años más tarde entraron en Rueda con la compra de Bodegas Aura en Rueda, y es ahora que completan su presencia en las ‘cuatro erres’ (Rioja, Ribera, Rueda y Rías Baixas) tras quedarse con la marca y la bodega Viña Mayor. En su caso una casa emblemática de la prestigiosa milla de oro de la ribera vallisoletana, hasta la fecha propiedad del grupo Entrecanales Domecq e Hijos.
Viña Mayor Crianza 2020
Precio: 17 euros
Este tinto de la Ribera es un monovarietal de tempranillo, con un año de crianza en barrica. Presenta unas claras notas de su contacto con la madera (especias, tostados), junto a aromas de frutillos maduros y toques balsámicos. En la boca suma una reseñable frescura frutal, resulta jugoso y tiene persistencia. Al frente de su elaboración ha estado la enóloga Almudena Alberca, directora técnica de Entrecanales Domecq y de momento la única mujer española Master of Wine.
La conocida familia Pariente (Rueda) adquiere bodega en Ribeiro
La bodega familiar José Pariente es un referente en la denominación Rueda , y desde hace unos años, bajo la marca Prieto Pariente, están haciendo también tintos a partir de la selección de viñedos viejos y singulares en distintos municipios castellano leoneses. Son Martina e Ignacio Pariente, directora técnica y director general de la firma familiar, quienes pusieron en marcha este proyecto de tintos y quienes ahora también han decidido poner rumbo a la zona gallega de Ribeiro.
Es allí donde han adquirido A Vilerma, el proyecto personal de una de las figuras relevantes en el resurgir de esa denominación gallega, Arsenio Paz, también pionero en la recuperación de variedades autóctonas. Por eso en la finca (con casa y bodega), en el pueblo orensano de Leiro -en la comarca del Ribeiro del Avia-y con seis hectáreas de viñedo, conviven diez variedades de uvas diferentes con la pretensión de mostrar la tipicidad del territorio: las blancas treixadura, loureira, albariño, godello, torrontés y lado, se suman a las tintas brancellao, caiño tinto, ferrón y sousón.
La pretensión de sus nuevos propietarios es hacer nuevos vinos sin dejar de elaborar los tradicionales Vilerma Blanco y Vilerma Tinto, dos referencias que datan de finales de los setenta. Tras anunciarse la compra, Martina Prieto Pariente declaraba que acogían A Vilerma como un proyecto propio, «un legado apasionante en el que continuar trabajando para contribuir al posicionamiento de los vinos de Ribeiro poniendo en valor su terruño, sus viñedos y el resurgir de sus variedades autóctonas».
Vilerma Blanco 2022
Precio: 12,5 euros
Este clásico del Ribeiro es una combinación de uvas blancas de treixadura, godello, albariño, lado y torrontés de suelos de arenas graníticas. Aromático, con notas de flores blancas, fruta madura y cítricos. En boca es sabroso, tiene buena acidez y recorrido.