Estos son los bizcochitos seña de identidad de las pastelerías de Zamora
Los rebojos zamoranos son unos grandes desconocidos en el resto de la península
En la provincia de Zamora, ubicada en la comunidad autónoma de Castilla y León, uno de los postres más emblemáticos son los rebojos zamoranos. Estos deliciosos bizcochos son una verdadera joya culinaria que ha perdurado a lo largo de los años, conservando su sabor auténtico y su arraigada identidad regional, ya que no son muy conocidos en el resto de la península. Así que, si tienes pensado visitar Zamora próximamente, no dejes escapar la oportunidad de probarlos y dejar que los rebojos zamoranos te conquisten con su irresistible encanto.
Los rebojos zamoranos tienen sus raíces en la historia y el patrimonio culinario de Zamora. Su origen se remonta a tiempos antiguos, cuando las manos habilidosas de las mujeres zamoranas preparaban estos dulces como una muestra de amor y hospitalidad para sus familias y visitantes. Con el paso del tiempo, los rebojos se han convertido en un símbolo gastronómico de la región, presente en celebraciones familiares, festividades religiosas y eventos culturales.
El nombre de este dulce «rebojo» proviene del término utilizado para denominar la mezcla de ingredientes que conforman la masa de estos bizcochos. Aunque su receta ha evolucionado ligeramente con el tiempo, los rebojos zamoranos mantienen la esencia de los sabores tradicionales que los caracterizan.
Receta de los rebojos zamoranos
La receta de los rebojos zamoranos es relativamente sencilla, pero requiere de ingredientes de calidad y un proceso de elaboración cuidadoso para lograr su textura y sabor característicos. A continuación, se detallan las materias primas necesarias para preparar este exquisito postre: cuatro huevos, 200 gramos de azúcar, 200 mililitros de aceite de oliva suave, 200 mililitros de leche entera, 400 gramos de harina de trigo, un sobre de levadura química, ralladura de limón (opcional) y una pizca de sal.
Si quieres elaborar estos deliciosos bizcochos zamoranos en casa debes seguir los siguiente pasos. En primer lugar en un bol grande, hay que batir los huevos junto con el azúcar hasta obtener una mezcla homogénea y espumosa. Después se añaden el aceite de oliva y la leche y continuamos batiendo hasta integrar completamente los ingredientes líquidos.
Posteriormente, y solo si te gusta, ya que este paso es opcional, sería el momento de incorporar la ralladura de limón, para aportar un toque cítrico a la masa. Por otro lado, hay que utilizar otro recipiente y un colador para tamizar la harina de trigo junto con la levadura y la pizca de sal. Una vez que tengamos la harina, la levadura química y la sal tamizadas en el recipiente, poco a poco, hay que añadir los ingredientes secos a la mezcla líquida, mientras se sigue batiendo, hasta obtener una masa suave y sin grumos.
Más tarde hay que precalentar el horno a 180°C y engrasar ligeramente una bandeja para hornear o colocar papel de hornear sobre ella. Y con la ayuda de una cuchara, formar pequeñas porciones de masa y disponerlas sobre la bandeja, dejando espacio entre cada una para que no se peguen al hornearse. Nuestro rebojos zamoranos deben estar en el horno aproximadamente en torno a 15 ó 20 minutos, o hasta que estén dorados y cocidos por dentro. Por último, hay que retirar estos bizcochitos de Zamora del horno y dejarlos enfriar sobre una rejilla antes de servir.
Los rebojos zamoranos son ideales para acompañar un café o una taza de chocolate caliente, y también pueden disfrutarse solos como un dulce tentempié en cualquier momento del día. Su textura esponjosa y su sabor delicadamente dulce los convierten en el postre perfecto para compartir con amigos y familiares, o para disfrutar en solitario como un pequeño placer para el paladar.